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sábado, 1 de septiembre de 2007

LA INMINENTE DERROTA DEL INVIERNO













Hoy es sábado. Si bien aquí hace frío y está nublado (como viene sucediendo día a tras día a lo largo de muchas semanas), hemos empezado a transitar la cuadrícula de septiembre. Es decir que este inclemente y larguísimo invierno tiene los días contados: pronto triunfará otra vez la primavera...
Y cuando eso suceda, como si respondiéramos a un misterioso llamado, todos invadiremos las calles, las plazas y las riberas para embriagarnos con bocanadas de aire perfumado. Insinuante,
cada tarde el sol irá demorándose un poco más sobre el horizonte y nos hará cosquillas en la piel. Nuestros corazones se llenarán de poesía y nuestras almas, gozosas, delinearán sonrisas en los labios, dándole la bienvenida a otro ciclo de vida.

Te exhorto a que vayas preparando las alas para ese vuelo por los jardines de la vida. Ya falta muy poco. Es sólo una cuestión de paciencia.

1 comentario:

Anonymous dijo...

la primavera hormonal nos descontractura. como un hálito carnal nos llama a la calle, los parques, a ver las formas, a fantasear... es perversamente tierna y evocadora de recuerdos strapless, perfume a piel solada, a piel salada