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viernes, 30 de noviembre de 2007

IV SIMPOSIO SOBRE BANDOLEROS AMERICANOS EN CHOLILA


BUTCH, SUNDANCE Y ETTA: ENTRE LA LEYENDA, LA HISTORIA Y LA FICCIÓN

Tercera y última nota

Desde Cholila, Mariana Greinhardt.

La mañana diáfana y templada brindó el marco propicio para iniciar la primera actividad del domingo 18: una visita a la localidad de El Bolsón, en la vecina provincia de Río Negro, distante a 78 km de Cholila.


En El Bolsón, los visitantes tuvieron ocasión de recorrer el casco céntrico, visitar la Feria y el centro comercial, para luego compartir un delicioso almuerzo en el restaurant “Martin Sheffield”.

El viaje de regreso incluyó una visita al museo de Leleque, en la estancia de los Benneton.

Los propietarios de la finca han realizado allí una fuerte inversión para montar este centro donde se exhibe una variada colección de objetos que testimonian miles de años de historia regional, y abarcan desde la presencia de los pueblos originarios hasta las familias de origen argentino y europeo que más tarde fueron poblando aquellos parajes, imprimiéndole un sello muy particular a toda la comarca, en la que se entremezclan variados hábitos y formas de vida, en un fusión cultural muy pintoresca. Los objetos que pasaron de generación en generación hasta arribar a las vitrinas del museo grafican el paso del tiempo, en una región con identidad de ribetes muy particulares. Un breve recorrido por las cuatro salas principales del museo brinda un claro muestrario de este curioso fenómeno sociocultural.

Tras visitar el salón de exhibición y luego el almacén y “boliche” ambientado con el mobiliario y la apariencia de los típicos locales rurales a comienzos del Siglo XX, el grupo regresó a Cholila a fin de continuar con las actividades pautadas para la última jornada del Simposio.

Así llegó la hora de la esperada conferencia de Daniel Buck y Anne Meadows: “The final days of Butch and Sundance: their life in Bolivia, 1906-1908”.

Con notable solvencia, Dan Buck reconstruyó el itinerario de Butch y Sundance mientras ilustraba su disertación con un muestrario fotográfico de los sitios visitados por el dúo: Oruro, Cochabamba, el lujoso Hotel Central de La Paz donde se alojaron, fotos de las explotaciones mineras de estaño, vistas de Huanchaca, arrieros, carretas tiradas por mulas, manadas de llamas; una viva postal ambientada en la época que registró el paso de los bandoleros por aquellas regiones. Mencionó la esquela escrita por Butch hacia noviembre de 1907 en la que se refiere a Santa Cruz –donde planeaba comprar una finca– como el lugar que había buscado durante mucho tiempo, asegurando que si no moría antes, viviría allí por el resto de sus días.

Con abundantes detalles, Buck relató todas las incidencias previas al asalto a la compañía Aramayo en Tupiza, la posterior fuga de los bandidos llevándose como rehén a A.J. Francis, de la Compañía San Juan de Oro, con quien habían trabado amistad poco tiempo antes, hasta su llegada final a San Vicente, donde se alojaron en un rancho ubicado en los fondos de una casa de familia. El corregidor del pueblo dio aviso de la presencia de los americanos al Regimiento Abaroa. Un pelotón de soldados llegó al lugar, rodeó la vivienda, hubo un tiroteo; se oyeron unos gritos y unos disparos en el interior de la casa; luego el silencio. Al día siguiente, los soldados decidieron ingresar y se encontraron con los dos cuerpos sin vida. La versión más aceptada es que Butch habría dado muerte a su amigo malherido y luego se habría suicidado.

En la parte final de su charla, Dan se refirió a sus investigaciones con Anne en el cementerio de San Vicente, donde hace pocos años participaron en compañía de un médico forense en la exhumación de un esqueleto que presuntamente podría corresponder a uno de los bandidos. Sin embargo, las pruebas de ADN fueron negativas y puede suponerse –señaló– que los huesos pertenezcan a un alemán sepultado en ese sitio, Gustav Senner.

Como reflexión final, Daniel Buck admitió que es muy probable que nunca se puedan localizar los cadáveres de Butch y Sundance, dadas las particulares características del cementerio de San Vicente, donde las familias lugareñas vienen enterrando a sus miembros en diversos sitios y existen tumbas superpuestas, sin identificaciones, por lo que no se avizora la manera de rastrear los sepulcros de los bandoleros hoy legendarios.

En el cierre hubo una mesa redonda con participación de todos los asistentes, durante la cual se expusieron distintos puntos de vista, se plantearon algunos interrogantes, se analizó la problemática de la restauración de la cabaña y la reconstrucción de las edificaciones auxiliares en base a las referencias brindadas por don Raúl Cea, cuestión que –según lo anticipado en la nota anterior– ha dado lugar a criterios divergentes en el ámbito local.

El encuentro finalizó con breves alocuciones de cada uno de los participantes. Abundaron las expresiones de agradecimiento, en un clima de verdadero afecto que permite vislumbrar la continuación de estos encuentros en años venideros, en una valiosa tarea de rescate histórico que, en cada Simposio, se ve enriquecida merced al intercambio de información y a los constantes progresos de las investigaciones en curso.

jueves, 29 de noviembre de 2007

OBRAS POÉTICAS RECIENTES



"SUEÑO DE TOMÓN"

De Sergio Pravaz*
(De los Cuatro Vientos)


Un volumen de poesía casi siempre contiene un microuniverso personal, donde cada poema representa una minúscula constelación, y en todas ellas palpitan, como señales luminosas, los sentimientos más sublimes que anidan el alma del autor.

El poeta bien lo sabe, y sin embargo –o quizás, precisamente por eso– asume los riesgos de abrir las puertas del alma para permitirnos recorrer sus recovecos, sus desnudas emociones, la íntima cosmogonía que entretejen sus dolores, sus sueños, sus memorias.

“Sueño de tomón” es un pequeño compendio de vivencias líricas emparentadas con el simple acto de catar los más variados brebajes, desde aquellos que, como el agua esencial e infaltable, calman la sed y renuevan la vida, hasta las infusiones, los licores, los vinos y aguardientes que encienden alegrías, acompañan momentos compartidos o, en ciertos trances, ayudan a ahogar los desencantos y las penas.

Sergio Pravaz nos abre así de par en par su corazón de bardo para conducirnos, a través del entramado de sus versos, por un paisaje onírico animado a través de esas sencillas libaciones.

El volumen contiene veintidós poemas distribuidos en forma temática a partir de los “sueños naturales” y va trazando un camino que pasa por los “sueños latinoamericanos”, con sus bebidas regionales, los “sueños de infusión”, los “sueños medievales”, los “mestizos”, los “estimulantes”, los “sueños de hierba”, los “espirituosos”, los “sueños dulces” y los “sueños blancos”.

Hay un todos ellos un ingenioso juego con las iniciales y las letras de cada bebida, y una profundidad poética que pareciera querer refugiarse detrás leves pizcas de humor, quizás para atemperar ciertos inocultables atisbos de melancolía.

Como ejemplo, elegimos para compartir con ustedes el que ha dedicado a nuestra bebida favorita, la cerveza:


la c

de la cerveza

tiene dos caras


una es

negra

como carbón recién

lustrado


la otra es

rubia

como la marilyn

bajo un sombrero


las dos suelen

ser

agua bendita

en la garganta.


La obra fue totalmente ilustrada por Carmen Larraburu, quien a través de una bella colección de dibujos, logró interpretar con apropiado criterio plástico los diversos climas espirituales que propone cada poema.

En la parte final expresan sus opiniones sobre el libro reconocidos escritores y poetas: Annemarie del Cueto López (Graz, Austria), Robinson Rodríguez (Costa Rica), Manuel Ruano (Argentina) y Jorge Bousoño González (Cuba).

Nada mejor para cerrar esta reseña que las propias palabras del autor en su prólogo:

“No creo que exista un verbo tan errante como el de tomar. Austero y solidario, cercano y lejano a la vez, con capacidad de gloria y de derrota (...) Tomar las cosas por su nombre o por la cintura con la mano temblorosa y afiebrada; bebernos de un solo golpe aquel instinto que nos lleva a entregarnos y descubrirnos, a mirarnos a los ojos, a temblar inseguros hasta alcanzar la certeza de que el discurso no es único, que admite múltiples miradas y que nos da la posibilidad de imaginarnos un poco mejor de lo que en realidad nos hacen creer que somos (...)”

Ahora depende del lector aceptar el convite. Por nuestra parte, creemos que bien vale la pena compartir una copa de buena poesía con el autor.

E.G.

*Periodista y poeta nacido en Córdoba. Chubutense por adopción, ha obtenido importantes premios regionales, nacionales y en el extranjero. Ha publicado entre otros títulos: “Calimba” (1997), “Los héroes de la esquina” (2000), “ContrArmonía” (Costa Rica, 2003) y tiene varias obras aún inéditas.

martes, 27 de noviembre de 2007

EL IV SIMPOSIO SOBRE BANDOLEROS NORTEAMERICANOS EN CHOLILA


BUTCH, SUNDANCE Y ETTA: ENTRE LA LEYENDA, LA HISTORIA Y LA FICCIÓN

Segunda nota

Desde Cholila, Mariana Greinhardt.


La jornada del sábado 17 dio comienzo con algo muy esperado por los asistentes: la visita a la Cabaña de Butch, Sundance y Ethel en el paraje denominado “El Blanco”, ubicado a ocho kilómetros del casco urbano de Cholila.

La cabaña, que poco tiempo atrás amenazaba ruina, ha sido objeto de reparaciones, aunque los resultados distan de ser satisfactorios. Por ese motivo se planea llevar a cabo una restauración apropiada, en lo posible con intervención de especialistas en la materia. Según fuentes municipales, para este propósito se habría realizado un pedido de financiación ante el BID, entre otras gestiones. El plan de rescate ha dado lugar a apreciables diferencias de criterio, por cuanto existen distintos proyectos en pugna. Además, la circunstancia de haber sido declarado patrimonio histórico tanto por el municipio de Cholila como por el gobierno provincial, implica potenciales cuestiones de competencia que deberían zanjarse cuanto antes, en beneficio de un bien que, excediendo los intereses locales, se proyecta a nivel internacional, ya que el sitio está siendo visitado cada vez con mayor frecuencia por turistas provenientes de distintas partes del mundo.

Tras un almuerzo de campo que incluyó el clásico cordero asado, las presentaciones vespertinas se iniciaron con la conferencia de Danka Ivanoff Wellmann, de Chile Chico (Chile). La disertante se refirió a “La leyenda de Butch y Sundance en la Patagonia”, relatando el resultado de sus recientes investigaciones destinadas a reconstruir el paso de Ryan, Place y Etta por esa región, Puerto Aysén y zonas vecinas. Aclaró que si bien siempre ha preferido el respaldo documental, en este caso optó por recurrir a testimonios orales. Uno de ellos –el de Arzobindo Avilés– le proporcionó datos muy interesantes acerca de la breve permanencia del trío en un sitio cercano a su casa paterna, cerca de Los Antiguos. Según su padre, don Juan de la Cruz Avilés, ellos solían entretenerse haciendo puntería y antes de abandonar la zona le habrían comentado que cruzarían los Andes, encomendándole, para el caso de que no volvieran, que debía buscar una caja “con esterlinas” enterrada en inmediaciones de Laguna Escondida. Mencionó, entre otros, los testimonios de una familia pionera, los Rudd, en Lago Buenos Aires que fundaron la finca “Los avellanos” y los comentarios de un peón del establecimiento, Carlos Yañez, así como las referencias de la familia Sepúlveda Burgos, quienes hallaron enterrada una caja con balas de Winchester en la salida del Paso de las Llaves. Norberto Orellana, de la zona de Río Pico, le mencionó que su padre, David, amigo del grupo, los vio por última vez en 1911. En esa oportunidad, según su padre, los bandoleros habrían navegado por el Lago Buenos Aires pasando a Portezuelo y de allí a Puerto Balmaceda, en una pequeña embarcación, la misma que también habría sido utilizada por la Comisión de Límites en 1902. Refirió por último el hallazgo reciente de otra caja con balas y casquillos y exhibió algunos proyectiles que obtuvo en préstamo para la ocasión, aclarando que aún no se han realizado pericias para determinar su calibre, antigüedad o procedencia. Tras admitir las inexactitudes y dudas propias de la oralidad en materia histórica, Ivanka finalizó su charla parafraseando las estrofas de la célebre canción compuesta en homenaje a Martín Rodríguez, adaptadas con humor a las circunstancias: “Señora, dicen que dicen, mi madre dice dijeron, el agua y el viento dicen, que vieron los bandoleros...”

La segunda conferencia del día estuvo a cargo de Nancy Humphreys, nieta del comisario Eduardo Humphreys. La disertante ha publicado poco tiempo atrás un libro titulado “Calon Lân” (expresión galesa que significa “corazón limpio” o “puro”, como la conocida canción del mismo nombre) con el propósito de reivindicar la figura de su abuelo, por cuanto considera que se han tergiversado los hechos referidos a su actuación como comisario de la Colonia 16 de Octubre previos a la fuga del trío de Cholila, y que a la postre motivaron su separación de la fuerza policial. Relató los intercambios epistolares y telegráficos mantenidos con las autoridades cuando se le encomendó la captura del trío norteamericano, sin proveérsele los medios adecuados para esa riesgosa misión. Hizo notar que en esas comunicaciones Humphreys fue objeto de un trato injusto y agraviante, lo cual lo llevó a tomar la decisión de renunciar a su cargo. Nancy brindó además una reseña biográfica de su ancestro, señalando los valores morales que le habían sido inculcados, su indiscutible valentía, la destacada trayectoria y el prestigio ganados dentro de la sociedad de la época, méritos que en la etapa final de su vida fueron parcialmente reconocidos, al haber sido nombrado Jefe de Defensa Civil en 1920 en Esquel con motivo de los trágicos episodios ocurridos en Santa Cruz.

Le tocó al fin el turno a Marcelo Gavirati, reconocido investigador especializado en el tema y principal organizador del Simposio, cuya charla, titulada “Butch y Sundance: ¿fugitivos de la historia?” fue muy dinámica, realizando una excelente reseña del paso de los bandidos por esa región, ilustrada con la proyección de un excelente material documental y fotográfico. Como datos relevantes, están los registros de las marcas de ganado a nombre de Ryan, de Place y de ambos en forma conjunta; la suscripción de diversos documentos –entre ellos, un pedido de adjudicación de tierras suscripto por varios vecinos a la Dirección de Tierras en 1902, entre los que figura “Santiago Ryan” –, los asientos de las cuentas corrientes los libros de la Compañía de Tierras de Sud; la carta enviada por Butch a Mrs. Davies Ashley en 1901 desde Cholila, las fotografías, la visita y el alojamiento del gobernador Lezana en la cabaña del trío en 1904, recogida por el periódico “Y Drafod”. También Gavirati comentó un episodio muy significativo vinculado a esta última visita, en la que Lezana les consultó a los americanos su opinión respecto de un pedido de tierras por parte de los Newbery que abarcaba una enorme franja desde el Nahuel Huapi hasta la zona de Cholila, pretensión que no contó con el beneplácito de Butch y Sundance y que luego motivó una comunicación del Gobernador Lezana al gobierno nacional manifestando su opinión desfavorable a esa pretensión. Este hecho permite barajar como hipótesis el enojo de los hermanos Newbery y una posible vinculación con los informes recibidos hacia esa misma época por la compañía investigadora Pinkerton acerca de la presencia del trío en esa región.

Se realizó luego la segunda mesa redonda programada, cuyo tema era “¿Por qué abandonaron Cholila y volvieron al mundo del delito?”, con la participación de Osvaldo Aguirre, Daniel Buck y Marcelo Gavirati. Pese a lo avanzado de la hora, la intervención de los panelistas brindó una rápida y colorida síntesis de los episodios posteriores a la apresurada partida del grupo de Cholila, originada en el asalto al Banco de Tarapacá y Argentina Limitado en Río Gallegos, que dio motivo a un despacho telegráfico ordenando la captura del trío. Alertados, Butch, Sundance y Etta se refugiaron durante algunos días en la zona montañosa para luego cruzar a Chile. Allí, tras cerrar trato por sus derechos sobre el establecimiento en Cholila, al haberse frustrado sus propósitos de asentarse como rancheros y llevar una vida tranquila y honesta, emprendieron una larga escalada de acciones en el norte de Chile y luego en Bolivia, donde, según la versión más aceptada hasta hoy, Butch y Sundance encontraron su trágico final en un tiroteo en San Vicente, luego de un asalto a la compañía minera Aramayo en Tupiza (Bolivia), en 1908.

Para culminar la jornada del sábado, se proyectó el documental “The last chapter”, producido por una compañía de televisión galesa, de excelente ambientación y contenido.

Tercera y última nota: jornada de cierre -domingo 18

lunes, 26 de noviembre de 2007

ESCRITORES NOVELES BUSCAN EDITORES, PERO... ¿DÓNDE, CUÁNDO, CÓMO?


Colabora hoy: Jorge Eduardo Vives*

PUBLICAR EN LA PATAGONIA...

...O en cualquier otro lado de la Argentina, o en cualquier otro lugar del mundo, es un verdadero problema para el escritor novel. Y no es un problema moderno: es bien sabido que muchos escritores, ahora clásicos, tuvieron inconvenientes para editar su obra. Un caso paradigmático es el de Giusepppi Tomasi di Lampedusa; cuya magistral novela “El Gatopardo” recién fue impresa después de su muerte, luego de sufrir múltiples rechazos por parte de los editores.

Pero parecería que en la Patagonia, lejos de los centros de difusión cultural ubicados “en el norte” de nuestro país, la tarea sea más ímproba. ¿Qué posibilidades tiene un escritor patagónico para publicar sus obras?. La mejor opción tal vez sean los fondos editoriales de los gobiernos provinciales; en los que se accede a la publicación previo presentar la obra a la consideración de un jurado. Este procedimiento es muy adecuado para que el escritor vea publicadas sus creaciones “en letras de molde”. Aunque como dependen del presupuesto disponible, se limita la cantidad de autores y obras que pueden ser publicados. Siguiendo en esta línea de pensamiento, no sería del todo malo que también algunas instituciones privadas patagónicas estableciesen procedimientos similares para fomentar la cultura.

Otra posibilidad que tiene un escritor en estas circunstancias es recurrir a las “ediciones del autor”; ya sea en una editorial “del norte” o en una de la región. Esta última es una opción a la que muchos escritores del sur están recurriendo. Las “ediciones del autor” pueden incluso ser compartidas, tipo antología; dependiendo del género (son especialmente aptas para la poesía y el cuento corto). De esa manera se disminuye el costo, lo que no es un dato menor.

Un recurso poco usado en nuestro país, salvo las honrosas excepciones a cargo de algunas editoriales serias, es el de los concursos cuyo premio consiste en publicar la obra del ganador. Este es un buen método, pero no es habitual encontrarlo en nuestro país. Incluso, muchas veces los escritores novicios, ya sea equivocadamente o en forma conciente, intervienen en concursos que ofrecen la realización de antologías colectivas. Que no es lo mismo.

También se puede dar a conocer una obra es a través de las revistas y suplementos literarios. En la Patagonia hay muy buenos ejemplos de estos medios; que permiten la difusión de cuentos cortos y de poesía, aunque son restrictivos para obras más voluminosas (o un simple “cuento largo”). Una variante es el empleo de páginas web y blogs; como éste que, dirigido por don Eber Girardo, tiene a bien publicarnos. Sería interesante que existiesen más de estas revistas literarias.

Pero con la publicación de su obra no terminan las vicisitudes del escritor. Porque sin una adecuada difusión, sin propaganda, el texto publicado –por medio de edición del autor, concurso, fondo editorial o como sea– no va a llegar a sus destinatarios: los lectores. Es mediante una adecuada publicidad como finalmente se completa esa cadena de acontecimientos iniciada cuando un humilde escriba toma lápiz y papel, o su PC, para iniciar ese maravilloso viaje hacia lo desconocido que es la creación literaria.

*Escritor y poeta chubutense.

sábado, 24 de noviembre de 2007

PRESENTACIÓN DE UNA OBRA POÉTICA


UN MOMENTO CON LOS GRANDES PENSADORES


LOS RIESGOS DE OBLIGAR A OTRO A DARSE CUENTA

SÖREN KIERKEGAARD*



“Se puede tener la buena suerte de poder hacer mucho por otro; se puede tener la buena suerte de conducir a otro donde uno desea (...) Pero este resultado (...) depende de muchas cosas, y, sobre todo, depende de si él quiere o no. (...) Es imposible que yo obligue a una persona a aceptar una opinión, una convicción o una creencia. Pero sí puedo hacer una cosa: puedo obligarle a darse cuenta. En cierto sentido esta es la primera cosa; porque es la condición antecedente a la próxima, es decir, a la aceptación de una opinión , de una convicción o de una creencia. (...) No se puede discutir que es un acto de caridad, pero tampoco hay que olvidar que es un acto temerario. Al obligar a un hombre a darse cuenta, logro también el propósito de obligarle a juzgar. Ahora está a punto de juzgar; pero lo que ahora juzga no está bajo mi control. Tal vez juzga en sentido totalmente opuesto de aquel que yo deseo. Además, el hecho de que se ha visto obligado a juzgar puede tal vez haberle amargado furiosamente contra la causa y contra mí. Y acaso yo soy la víctima de mi acto temerario. Obligar a la gente a darse cuenta y a juzgar es la característica del auténtico martirio. Un mártir genuino nunca usa su fuerza, sino que lucha con ayuda de la impotencia. Obliga a la gente a darse cuenta (...)”.

Fragmento de “Mi punto de vista”

Sören Kierkegaard

(1813-1855)

viernes, 23 de noviembre de 2007

LA ASOCIACION SAN DAVID DE TRELEW NOS INFORMA ACERCA DE NOVEDADES CULTURALES

Después de 30 años, el Coro Masculino del país de Gales "Cor Godre’r Aran" vuelve a cantar en Trelew y Gaiman.
A través de su historia, el “Cor Godre’r Aran” ha viajado intensamente y realizado actuaciones en: Canadá, Estados Unidos, Brasil, Hong Kong, Singapur, Portugal, Australia y Nueva Zelanda, para regresar en noviembre, después de tanto tiempo, a nuestro país.
En esta oportunidad, el coro es acompañado por el solista Aled Wyn Davies, cuyo nombre ha alcanzado popularidad en los últimos años por poseer una extraordinaria voz, por su capacidad de proyectarla y atrapar a la audiencia.

Presentaciones:
TRELEW- Martes 27 de Noviembre -20,30hs.
Lugar: Teatro Español de Trelew-Calle 25 de Mayo y Pje. Córdoba-
Venta entradas anticipadas: Asociación San David de Trelew-
Secretaria: San Martín y Belgrano-

GAIMAN- Miércoles 28 de Noviembre -20hs.
Lugar: Teatro Español de Gaiman-
Venta entradas anticipadas: Escuela Superior de Música-Gaiman

Agasajo :
En Gaiman ASADO, luego de su presentación, en la Confitería del Gimnasio Municipal. Venta de Tarjetas anticipadas para el agasajo en Tienda Beryl $ 40.-(Calle Eugenio Tello de Gaiman )

miércoles, 21 de noviembre de 2007

EL IV SIMPOSIO SOBRE BANDOLEROS NORTEAMERICANOS EN CHOLILA


BUTCH, SUNDANCE Y ETTA: ENTRE LA HISTORIA, LA LEYENDA Y LA FICCIÓN

(Primera Nota)

Desde Cholila, Mariana Greinhardt.

Durante tres días, del 16 al 18 de noviembre de 2007, el IV Simposio sobre los Bandoleros Norteamericanos realizado en Cholila reunió a especialistas de diversas latitudes para intercambiar información, debatir ideas e indagar en procura de respuestas acerca de los interrogantes que persisten en torno a la historia de estos curiosos personajes que, hace más de un siglo, sentaron sus reales en aquella hermosa franja de la precordillera patagónica.

La primera jornada dio comienzo a la mañana con un merecido homenaje a don Raúl Cea, un pionero en la tarea local de rescate histórico, que no sólo ha contribuido a recoger valiosísimos testimonios de la presencia del trío norteamericano en la región, sino que ha colaborado activamente para la preservación del asentamiento donde se encuentra la cabaña principal y parte de las instalaciones auxiliares que alguna vez cobijaron a Butch, Sundance Kid y su compañera bajo los alias de James Ryan, Harry y Etta Place.


Por la tarde, las actividades se iniciaron con la presentación de Paul y Donna Ernst, provenientes de Pensylvannia (U.S.A.), bajo el título: “El sendero de Sundance, desde Pensylvannia a Cholila”. Paul Ernst descubrió que era sobrino biznieto de Harry Alonzo Longabaugh (Sundance Kid) –un secreto familiar largamente guardado debido a las incómodas connotaciones y al costo social que ello implicaba para una familia tradicional y muy religiosa, que profesaba el culto bautista– de manera casi fortuita, en 1976, y a partir de ese momento, él y su esposa iniciaron una larga y paciente investigación que dio como fruto el libro escrito por Donna Ernst “Sundance, My Uncle” donde refieren el resultado de sus búsquedas, incluyendo muy interesantes documentos recogidos a lo largo de sus viajes siguiendo la ruta y andanzas de su antepasado.

Su alocución tuvo como eje central defender la tesis de que Butch y Sundance efectivamente terminaron sus vidas en el violento tiroteo ocurrido el 6 de noviembre de 1908 en San Vicente (Bolivia). Además de los diversos testimonios de personas como John Perry y A. G. Francis, que avalarían esta tesis, Donna remarcó, entre otros indicios, el cese repentino de la correspondencia que Butch solía mantener con algunos familiares y amigos como Daniel Gibbon, a partir de esa fecha.

Le sucedió en la mesa de conferencias el Lic. Juan Matamala, de El Bolsón (Río Negro), cuyo disertación llevaba como título: “Martin Sheffield, ¿un Sheriff, una leyenda o un mito?”, en referencia al poblador norteamericano que, entre otras cosas, se hizo célebre por su extraordinaria puntería con el Colt y también por haber dado noticias en una carta enviada en enero de 1922 al doctor Clemente Onelli, director del Zoológico de la Plata, acerca de un extraño animal avistado en una laguna cercana a su campamento, hecho que dio lugar a una expedición científica de gran trascendencia para la época.

Matamala brindó detalles pintorescos acerca de la personalidad de Sheffield, recordando anécdotas locales que lo pintan como un hombre versátil, con variadas destrezas y muy hábil en las tareas rurales. En la primera etapa de su llegada a la zona de Bariloche trabajó con Jarred Jones y más tarde, al trasladarse hacia la Cuesta del Ternero, se dedicó a la búsqueda de oro en las nacientes del río Chubut. Casado en segundas nupcias con María Pichún, quien le dio varios hijos, Sheffield mantuvo amistad con Butch, Sundance y Etta y hasta hoy no se ha podido determinar el origen de la estrella de Sheriff que solía lucir, actualmente en posesión de sus descendientes. Se hallaba presente en el simposio Carlos Sheffield, uno de sus nietos, quien en una breve y espontánea intervención aclaró detalles acerca de la familia y de algunos sucesos en los que intervino su abuelo, brindando una nota de color a la interesante charla de Matamala.

Tras un breve receso, el encuentro se reanudó con la presentación de Mike Bell (Liverpool, Inglaterra), quien narró el resultado de sus investigaciones destinadas a confirmar la participación de la “Pandilla Salvaje” en el asalto en el año 1900 al First National Bank of Winnemucca, en Nevada (USA). A partir de una nota periodística publicada en el Buenos Aires Standard en 1912, Bell realizó su propia pesquisa en Norteamérica, y en su charla –matizada con cuotas de humor que revelaron sus dotes histriónicas–, reveló detalles que permiten adquirir un alto grado de certeza acerca de la autoría de los bandoleros en el célebre atraco, cuyo botín habría permitido a Butch, Sundance y Etta concretar el depósito de una importante suma de dinero en el Banco de Londres y Río de la Plata a su llegada a Buenos Aires, en marzo de 1901.

Así llegó el momento de la primera mesa redonda programada, bajo el título: “¿Por qué pervive la leyenda de Butch y Sundance?”, con la participación de Daniel Buck y Carlos Dante Ferrari.

Tras una breve reseña acerca de las diversas obras que han recogido a estos personajes dentro de la ficción literaria y cinematográfica, Ferrari –autor de “El riflero de Ffos Halen”, una novela donde el trío norteamericano aparece actuando en contactos esporádicos con la colectividad galesa del Chubut– expuso los principales motivos que, en su opinión, han contribuido a elevar estas figuras al plano de lo legendario.

Lo propio hizo a su turno Daniel Buck, uno de los investigadores más especializados en las biografías de Robert Leroy Parker (Butch), Harry Longabaugh y Ethel Place. Buck concidió con Ferrari acerca de los principales factores que sirvieron a darle tintes épicos al trío, entre ellos: las grandes distancias que supieron recorrer con tanta facilidad y frecuencia, en tiempos en que el transporte era sumamente dificultoso; la atribución de muchos hechos delictivos en los que nunca lograba probarse su efectiva participación; sus personalidades tan atrayentes y, sobre todo, el halo de misterio que aún hoy rodea su desaparición a partir del supuesto tiroteo en Bolivia que habría puesto fin a sus vidas.

La jornada finalizó con la proyección del documental titulado “Butch Cassidy en la Patagonia”, de la Productora Ánima, filmado en escenarios naturales del Chubut, tras lo cual los participantes compartieron un cóctel de bienvenida que fue el ámbito propicio para comentar las incidencias de la primera sesión del simposio, en un clima de gran camaradería.

Próxima nota: la segunda jornada - Sábado 17.





lunes, 12 de noviembre de 2007

A sólo cuatro días del Simposio sobre Bandoleros Norteamericanos en la Patagonia


IV Simposio - El Contenido

El 1er Simposio fue en Esquel en 1997, el 2do en Trevelin en 1999; el 3ro en el Museo Fernández Blanco de Buenos Aires en el 2005; y dentro de dos semanas, en Cholila, Chubut, del 16 al 18 de Noviembre, tendrá lugar el 4to Simposio sobre Bandoleros Norteamericanos en la Patagonia. Cholia, hermoso valle cordillerano ubicado al NO del Chubut, es el lugar donde vivió el trío integrado por Butch Cassidy, Sundance Kid y Ethel Place, desde 1901 hasta 1905. En estos once años trascurridos desde aquel Ier Simposio, la historia y la leyenda se enriquecieron y nuevos investigadores de EEUU, el Reino Unido, Chile y diversos lugares de nuestro pais se sumaron al grupo, y estarán presentes en Cholila, epicentro de la “Ruta de los Bandoleros”. Es así, que para esta IV edición, un descendiente del Sundance Kid, Paul Ernst y su esposa Donna Ernst, autora del libro “Sundance my Uncle”, viajarán especialmente a Cholila para asistir al simposio e inaugurar el ciclo de conferencias con su presentación “El sendero de Sundance, desde Pennsylvania a Cholila”. El escritor y periodista de El Bolsón, Juan Matamala, sigue en el orden con su disertación “Martín Sheffield, ¿un Sheriff, mito o leyenda?, introduciendo a este mítico personaje patagónico en una investigación con la cual pretende más que buscar certezas, acentuar las dudas y a partir de ellas se distinguir cómo comienzan las leyendas y los mitos en esta Patagonia. Mike Bell, viene de Inglaterra exclusivamente para el simposio. Es un apasionado de la historia de los bandoleros. Viajó extensamente, a veces a caballo, investigando la Banda Salvaje, y ha contribuido con artículos sobre el tema en publicaciones históricas. En este encuentro presentará "El asalto al banco en Winnemucca: Sundance cuenta la historia desde América del Sur", en el que tratará de dilucidar una vieja controversía: ¿quién robo realmente el First National Bank de Winnemucca, Nevada en 1900? Marcelo Gavirati, de Puerto Madryn, miembro del Comité Organizador de los Simposios sobre Bandoleros desde su Ira edicion en Esquel hasta esta IVta en Cholila, presentará su trabajo "Butch & Sundace: Fugitivos de la ley, y ¿también de la historia?", en la que exhibirá buena parte de los vestigios que dejaron en la Patagonia, entre los que se cuenta Importante documentación escrita, fotográfica, cartografíca, arquitectónica, que según el autor de Buscados en la Patagonia demuestran la presencia de los bandidos en Cholila. Nancy Humphreys, nieta de Eduardo Humphreys, el comisario que estaba a cargo de la zona cordillerana donde se desarrolló la historia y entabló amistad con el trío, viajará desde Buenos Aires para participar del Simposio y presentará un alegato en favor de su abuelo, en el que narrará el enfrentamiento con la posición de las autoridades nacionales que utilizaron la fuga de Butch Cassidy, Sundance Kid y su compañera Ehtel, como buen pretexto para tomar revancha y exonerarlo. Desde Chile viene Danka Ivanoff Wellmann, miembro de la Sociedad de Historia y Geografía de Aysén. Ella presentará su conferencia “La Leyenda de Butch y Sundance en la Patagonia Chilena, en la que cuenta como muchos de los colonos de Aisén que llegaron en los albores del siglo XX, fueron conocidos y amigos de los bandidos. Finalizando el ciclo de conferencias, los especialistas norteamericanos Daniel Buck y Anne Meadows, que asistieron a todas las ediciones de los Simposios sobre Bandoleros Norteamericanos en la Patagonia, disertarán sobre “Los últimos pasos de Butch y Sundance: sus aventuras en Bolivia (1906-1908)”, ilustrado con fotos y postales antiguas de Bolivia.

Más información sobre las presentaciones en:

http://webs.advance.com.ar/gavirati/Simposio/Resumenes.htm Durante los tres días de simposio se realizarán mesas redondas para cotejar datos e intentar responder las incógnitas que aún quedan de la historia en las que, además de algunos de los expositores mencionados, participarán los escritores Carlos Dante Ferrari de Trelew, autor del Riflero de Ffos Halen, y Oscar Aguirre de Rosario, autor de La Pandilla Salvaje. En la primera mesa se analizará ¿Por qué pervive la leyenda de Butch & Sundance? En la segunda se discutirá ¿por qué abandonaron Cholila y volvieron al mundo del delito?. Para finalizar habrá un Foro abierto de Discusión en el que participarán todos los expositores para responder preguntas y ensayar algunas conclusiones junto con el público asistente. Como en las ediciones anteriores de los simposios, se realizarán salidas de campo; este año se visitará la Cabaña de Butch, Sundance y Ethel, y el Museo Leleque, donde se atesoran documentos pertenecientes a la Estancia Leleque de la Compañía de Tierras del Sud —en aquella época pertenenciente a capitales ingleses—, en la funcionaba el boliche de Ramos Generales donde se abastecían los famosos bandoleros. Tampoco faltarán las muestras fotográficas, una a cargo de Inés Cea —hija de don Raúl Cea— y la otra de Franco Pertini —documentalista del CENPAT de Puerto Madryn—.

Para una informacion completa y cronograma de Actividades ver la página web http://webs.advance.com.ar/gavirati/Simposio/Programa_4to_Simp.htm

Para mayor informacion sobre el IV Simposio sobre Bandoleros en la Patagonia, ver la página: http://webs.advance.com.ar/gavirati/Bandoleros/4to_Simposio.htm

Comité Organizador: Jimena Marranghello: cholila_sur@hotmail.com Marcelo Gavirati: gavirati@puertomadryn.com Verónica Contreras labitacora@speedy.com.ar

jueves, 8 de noviembre de 2007

EL CUENTO DE HOY



"EL CERTIFICADO"

de DONALD BORSELLA*



-¿Aquí es la oficina de Perforación donde piden obreros?

-Sí, amigo.

-Venía para anotarme. ¿Podrán?

-Qué especialidad tiene? ¿Sabe leer? Entiende algo...?

- Sí señor. Leer y escribir bien.

-¿...algo de soldadura eléctrica? ¿Y de mecánica?

-Eso sí que...

-¿Nombre y apellido?

-Lefinir me llamo. Rudecindo Lefinir, señor. Fui hasta tercero pero aprendí bastante. Y tengo una linda letra. En la escuela de los Radales; maestro, don Julio Monsálvez. Todos los Lefinir aprendimos con el maestro Monsálvez. Era cuando los Lefinir tenían algo, dos mil ovejas casi y veranada en las lengas arriba, con vacas gordas. Sabía correr la plata como agua hasta que llegaron los Morenos, señor.

-¿Qué edad tiene?

-Clase veintidós, treinta y cuatro pasados, señor. ¿Pero podrán tomarme igual o será mucho treinta y cuatro? Porque, señor, yo salí de Los Radales después que volví de la Marina donde me hicieron hacer tres años y ahora es mucho tiempo, a lo mejor.

-¿Documentos? ¿Certificado de Buena Conducta?

-¿Certificado de...? Documentos tengo, señor, cédula y libreta. Pero Certificado, todavía... Porque, ¿sabe? Después que volví de la Marina pasó eso. Desde un principio llegaron tapando con plata. Claro, no voy a decir, eran trabajadores. Y a nosotros nos quedaban pocos animales y el finado mi padre seguía chupando fiero y mis hermanos no cuidaban pero los Morenos, señor, todos lo saben en la cordillera. Injusticia. Tenían como nueve leguas ¿y para qué más querían otra quebrada y con puro monte? No voy a decir, ellos hacían adelantos pero más que nada se pusieron en contra por el finado Eliodoro Moreno de la misma edad mía, fuimos juntos a la escuela. Si estuviera aquí don Julio Monsálvez él no me dejaría mentir, señor. Le ganaba siempre en los problemas y en la lectura, por eso me sabían acuadrillar a la salida. Y cuando volví de la Marina pasó eso. Nos quedaba poco y nada y los Morenos nos ofertaban otro campito con más animales para ayudarnos porque gauchos eran, con tal que les dejáramos la veranada, que ni título teníamos nosotros. No voy a decir, a lo mejor nos hubiera convenido. ¡Sí, claro que hubiera convenido! ¡Pero Eliodoro, señor! En donde me cruzaba me sabía reparar feo y en una jugada donde el vasco Echepare fue. Se me vino crudo señor y si no lo aseguro no sé. Defensa propia, créalo. Después, once años y algo hasta hace una semana, que salí. Por eso que no tengo Certificado, bajo caución no lo dan ligero. Pero yo me porté bien, señor, me rebajaron bastante porque la cosa era a veinte. Y estuve en Esquel y en Rawson y en Viedma. Por mi buen comportamiento me cambiaban y adonde iba trabajaba. Ahora le hago un poco a todo, carpintería, cortar ladrillos y de granjero. Me largaban solo a cuidar la quinta y los sebones. ¡Viera qué chanchos gordos! ¡Si el doctor que me favoreció sabía felicitarme cuando iba de visita! Pero... ¿así que...? ¿Así que sin Certificado de Buena Conducta no hay caso?

Entonces... ¿Por qué no me presta aunque sea unos cincuenta pesos?



* Escritor chubutense.

"Las Torres Altas" - Ed. Galerna - Bs. As., 1978.

martes, 6 de noviembre de 2007

UNA NUEVA OBRA LITERARIA




"JUGLARES DEL SILENCIO"
de Cecilia Glanzmann*



El jueves 1° de noviembre fue presentada la obra “Juglares del silencio” en los Altos de la Asociación San David de Trelew.

Se trata de una edición de características muy singulares, ya que sus catorce poemas, muchos de ellos galardonados en distintas competencias, están traducidos en forma simultánea al idioma galés (a cargo de Owen Tydur Jones) y al inglés (Cecília Águila).

La cuidada edición contiene un prólogo de Gruff Roberts y está ilustrada con bellas fotografías regionales.

Dice Roberts en un pasaje de su introducción: “En varios poemas encontramos la descripción y el sentimiento de distancia y extensión, de soledad, gozo y amor. Como si quisiera centralizar esa inmensidad abierta, tenemos el mar y su potencial inconstante jugando en los tiempos, y en algunos lugares podremos dar un vistazo a la tierra bajo el dominio de los vientos, tan característicos de la Patagonia”. Y expresa como conclusión: “Esta es la primera vez que veo un libro presentado en tres idiomas en la Patagonia. Esto brindará la oportunidad a muchos más lectores de disfrutar y valorar los catorce poemas, y la esperanza es que tengamos todos la suerte de leerlos eligiendo el idioma que deseamos”.

Es interesante reproducir además las palabras de la propia autora acerca de este trabajo. Con tono emotivo, Cecilia reflexiona: “Con Juglares del silencio comparto, pues, este sentir la coreografía viva de la Patagonia, que me habla con sus voces milenarias de lo geológico, lo mineral, lo vegetal, lo animal. Que me habla de los hermanos originarios y de los que vinieron y vinimos y seguimos viniendo. Que me habla del mar, de la meseta, de los poblados y ciudades como oasis en medio de tanto espacio ilimitado, donde el horizonte es niebla luminosa uniendo la tierra y el cielo purísimo y bello, bajo la Cruz del Sur”.

* Nació en Bell Ville, Córdoba, en 1944. Actualmente reside en Trelew, Chubut, desde 1972. Es profesora en Letras, coordinadora de talleres literarios, fundadora del Taller del Escritor y co-fundadora del Grupo Literario Encuentro (y su Presidente por más de quince años). Integra varias instituciones lingüísticas, literarias, culturales del país y del exterior. Entre sus numerosas obras publicadas, las individuales: Ecos mi voz, Territorios del ser y del instante, Y aún el bosque mágico, Amor de Remolacha ,Hilanderos de la luz, Ritual de las cigarras, Liberándonos y sobre Metodología de Estudio. En co-autoría: Bilingüismo español-galés en el Valle del Chubut. Su obra se encuentra además en numerosas antologías: Entre escalones y zapatos, Desde el Chubut, Desde las Postas del Viento, entre varias, con el Grupo Literario Encuentro. En Poesía Argentina de fin de siglo y Summa Poética (Vinciguerra); A contraviento (Biblioteca Nacional), y Alba de América (ILCH de California), entre otras.

jueves, 1 de noviembre de 2007

UNA CUESTIÓN QUE SIGUE GENERANDO POLÉMICAS


¿LITERATURA "FEMENINA"?

Por Olga Starzak*


Días atrás me enfrenté, con cierta molestia, a una pregunta a la que de una manera u otra se han enfrentado muchas mujeres que escriben. Ni hablar de las mujeres que han tenido la fortuna de ser reconocidas precisamente por ser escritoras, y se ven analizadas, criticadas, desvalorizadas y hasta discriminadas por el mundo editorial, y por sus propios pares, los hombres, por el sólo hecho de pertenecer al sexo opuesto y “atreverse” a hacer literatura: literatura “femenina”. ¿Sobre qué les gusta escribir a las mujeres?... fue la pregunta del colega; tendría que haber respondido con un ¿…y a los hombres? Pero yo sabía lo que escribían... porque las mujeres conocemos lo que escriben los escritores en general, sin distinción de sexo: los clásicos, los universales, los contemporáneos, los latinoamericanos, los regionales... Entonces pensé: el advenimiento de la mujer al ámbito de la literatura data de varios siglos atrás, cuando –con coraje, con el mismo coraje de hoy– comenzaron a ganarse un lugar en el mundo imponiendo la fuerza que les permitiera –en una cultura patriarcal– dejar las funciones impuestas, para manifestarse a través de su propia voz. Pero no lo hicieron sólo en el mundo de las letras; lo hicieron también en el teatro, en la plástica, en la política, en la economía… y hasta en las ciencias. Sólo que vaya a saber porqué cuestiones nadie habla de “La ciencia femenina”, o “El teatro femenino”. Quizás en el primero de los ejemplos sea porque son aún pocas las mujeres que se han destacado sobre los hombres; en el segundo, porque el porcentaje entre los géneros es bastante similar. No aparece entonces el conflicto.

A lo largo de esta discusión que ha llevado (sin lugar a dudas, a los hombres) a conceptualizar como “Literatura Femenina” a un subgrupo de la Literatura, con una mirada separatista y si se quiere menospreciada, se ha hablado de “literatura femenina” para señalar a aquella que escriben las mujeres sobre mujeres, o “literatura feminista”, a aquella que escriben las mujeres para defender sus derechos frente a los hombres. También a la que tiene como protagonistas a mujeres, o a la que trata sólo de temas concernientes a ellas (y en donde cobran relevancia temas como el embarazo, el parto, la crianza de los hijos, los procesos de la evolución femenina, etc.).

Lo primero que viene a mi mente es pensar en la literatura como lenguaje, como expresión, como estructura estética que no conoce de sexos. Es estar convencida de que independientemente de la temática de una novela, de un cuento o un poema, una obra literaria PUEDE SER ESCRITA por cualquier persona, más allá de su condición genérica. Este concepto tiene origen en pensar a la literatura como actividad resultante de la IMAGINACIÓN, no sólo de la experiencia personal, de la historia de vida, de las vivencias y hasta de las posibilidades y limitaciones consecuentes de la naturaleza biológica.

En cuanto seres creativos que somos, los personajes de nuestras ficciones surgen de la aptitud o no para desarrollar esa destreza, ejercer un estilo, adoptar una forma. Si a esto le sumamos, en igual importancia, que la lengua brinda a todos las mismas oportunidades, que las construcciones gramaticales, innumerables, son igualmente posibles de utilización, podría tal vez arriesgarme a decir que la literatura acepta una sola diferenciación: la buena y la mala; y hasta esto es también digno de discusión, por cuanto la subjetividad no es pasible de valoración conceptual.

Creo que sí es cierto que a partir de la irrupción de la mujer al mundo de las letras, la literatura se benefició por una suerte de renovación emocional; y que aparecen elementos distintivos que tienen que ver con el abordaje de temáticas desprejuiciadas, osadas y hasta liberales, tal vez como producto de los tantos años en que las mujeres hemos sido condenadas al silencio por prohibiciones culturales.

Que este año la Academia Sueca haya elegido por undécima vez a una mujer para condecorarla con el máximo galardón en Literatura, es sólo una muestra de que los hombres del mundo van aceptando que la sociedad, y por ende el arte, se construye a través de la unión de hombres y mujeres.

*Escritora chubutense