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martes, 27 de noviembre de 2007

EL IV SIMPOSIO SOBRE BANDOLEROS NORTEAMERICANOS EN CHOLILA


BUTCH, SUNDANCE Y ETTA: ENTRE LA LEYENDA, LA HISTORIA Y LA FICCIÓN

Segunda nota

Desde Cholila, Mariana Greinhardt.


La jornada del sábado 17 dio comienzo con algo muy esperado por los asistentes: la visita a la Cabaña de Butch, Sundance y Ethel en el paraje denominado “El Blanco”, ubicado a ocho kilómetros del casco urbano de Cholila.

La cabaña, que poco tiempo atrás amenazaba ruina, ha sido objeto de reparaciones, aunque los resultados distan de ser satisfactorios. Por ese motivo se planea llevar a cabo una restauración apropiada, en lo posible con intervención de especialistas en la materia. Según fuentes municipales, para este propósito se habría realizado un pedido de financiación ante el BID, entre otras gestiones. El plan de rescate ha dado lugar a apreciables diferencias de criterio, por cuanto existen distintos proyectos en pugna. Además, la circunstancia de haber sido declarado patrimonio histórico tanto por el municipio de Cholila como por el gobierno provincial, implica potenciales cuestiones de competencia que deberían zanjarse cuanto antes, en beneficio de un bien que, excediendo los intereses locales, se proyecta a nivel internacional, ya que el sitio está siendo visitado cada vez con mayor frecuencia por turistas provenientes de distintas partes del mundo.

Tras un almuerzo de campo que incluyó el clásico cordero asado, las presentaciones vespertinas se iniciaron con la conferencia de Danka Ivanoff Wellmann, de Chile Chico (Chile). La disertante se refirió a “La leyenda de Butch y Sundance en la Patagonia”, relatando el resultado de sus recientes investigaciones destinadas a reconstruir el paso de Ryan, Place y Etta por esa región, Puerto Aysén y zonas vecinas. Aclaró que si bien siempre ha preferido el respaldo documental, en este caso optó por recurrir a testimonios orales. Uno de ellos –el de Arzobindo Avilés– le proporcionó datos muy interesantes acerca de la breve permanencia del trío en un sitio cercano a su casa paterna, cerca de Los Antiguos. Según su padre, don Juan de la Cruz Avilés, ellos solían entretenerse haciendo puntería y antes de abandonar la zona le habrían comentado que cruzarían los Andes, encomendándole, para el caso de que no volvieran, que debía buscar una caja “con esterlinas” enterrada en inmediaciones de Laguna Escondida. Mencionó, entre otros, los testimonios de una familia pionera, los Rudd, en Lago Buenos Aires que fundaron la finca “Los avellanos” y los comentarios de un peón del establecimiento, Carlos Yañez, así como las referencias de la familia Sepúlveda Burgos, quienes hallaron enterrada una caja con balas de Winchester en la salida del Paso de las Llaves. Norberto Orellana, de la zona de Río Pico, le mencionó que su padre, David, amigo del grupo, los vio por última vez en 1911. En esa oportunidad, según su padre, los bandoleros habrían navegado por el Lago Buenos Aires pasando a Portezuelo y de allí a Puerto Balmaceda, en una pequeña embarcación, la misma que también habría sido utilizada por la Comisión de Límites en 1902. Refirió por último el hallazgo reciente de otra caja con balas y casquillos y exhibió algunos proyectiles que obtuvo en préstamo para la ocasión, aclarando que aún no se han realizado pericias para determinar su calibre, antigüedad o procedencia. Tras admitir las inexactitudes y dudas propias de la oralidad en materia histórica, Ivanka finalizó su charla parafraseando las estrofas de la célebre canción compuesta en homenaje a Martín Rodríguez, adaptadas con humor a las circunstancias: “Señora, dicen que dicen, mi madre dice dijeron, el agua y el viento dicen, que vieron los bandoleros...”

La segunda conferencia del día estuvo a cargo de Nancy Humphreys, nieta del comisario Eduardo Humphreys. La disertante ha publicado poco tiempo atrás un libro titulado “Calon Lân” (expresión galesa que significa “corazón limpio” o “puro”, como la conocida canción del mismo nombre) con el propósito de reivindicar la figura de su abuelo, por cuanto considera que se han tergiversado los hechos referidos a su actuación como comisario de la Colonia 16 de Octubre previos a la fuga del trío de Cholila, y que a la postre motivaron su separación de la fuerza policial. Relató los intercambios epistolares y telegráficos mantenidos con las autoridades cuando se le encomendó la captura del trío norteamericano, sin proveérsele los medios adecuados para esa riesgosa misión. Hizo notar que en esas comunicaciones Humphreys fue objeto de un trato injusto y agraviante, lo cual lo llevó a tomar la decisión de renunciar a su cargo. Nancy brindó además una reseña biográfica de su ancestro, señalando los valores morales que le habían sido inculcados, su indiscutible valentía, la destacada trayectoria y el prestigio ganados dentro de la sociedad de la época, méritos que en la etapa final de su vida fueron parcialmente reconocidos, al haber sido nombrado Jefe de Defensa Civil en 1920 en Esquel con motivo de los trágicos episodios ocurridos en Santa Cruz.

Le tocó al fin el turno a Marcelo Gavirati, reconocido investigador especializado en el tema y principal organizador del Simposio, cuya charla, titulada “Butch y Sundance: ¿fugitivos de la historia?” fue muy dinámica, realizando una excelente reseña del paso de los bandidos por esa región, ilustrada con la proyección de un excelente material documental y fotográfico. Como datos relevantes, están los registros de las marcas de ganado a nombre de Ryan, de Place y de ambos en forma conjunta; la suscripción de diversos documentos –entre ellos, un pedido de adjudicación de tierras suscripto por varios vecinos a la Dirección de Tierras en 1902, entre los que figura “Santiago Ryan” –, los asientos de las cuentas corrientes los libros de la Compañía de Tierras de Sud; la carta enviada por Butch a Mrs. Davies Ashley en 1901 desde Cholila, las fotografías, la visita y el alojamiento del gobernador Lezana en la cabaña del trío en 1904, recogida por el periódico “Y Drafod”. También Gavirati comentó un episodio muy significativo vinculado a esta última visita, en la que Lezana les consultó a los americanos su opinión respecto de un pedido de tierras por parte de los Newbery que abarcaba una enorme franja desde el Nahuel Huapi hasta la zona de Cholila, pretensión que no contó con el beneplácito de Butch y Sundance y que luego motivó una comunicación del Gobernador Lezana al gobierno nacional manifestando su opinión desfavorable a esa pretensión. Este hecho permite barajar como hipótesis el enojo de los hermanos Newbery y una posible vinculación con los informes recibidos hacia esa misma época por la compañía investigadora Pinkerton acerca de la presencia del trío en esa región.

Se realizó luego la segunda mesa redonda programada, cuyo tema era “¿Por qué abandonaron Cholila y volvieron al mundo del delito?”, con la participación de Osvaldo Aguirre, Daniel Buck y Marcelo Gavirati. Pese a lo avanzado de la hora, la intervención de los panelistas brindó una rápida y colorida síntesis de los episodios posteriores a la apresurada partida del grupo de Cholila, originada en el asalto al Banco de Tarapacá y Argentina Limitado en Río Gallegos, que dio motivo a un despacho telegráfico ordenando la captura del trío. Alertados, Butch, Sundance y Etta se refugiaron durante algunos días en la zona montañosa para luego cruzar a Chile. Allí, tras cerrar trato por sus derechos sobre el establecimiento en Cholila, al haberse frustrado sus propósitos de asentarse como rancheros y llevar una vida tranquila y honesta, emprendieron una larga escalada de acciones en el norte de Chile y luego en Bolivia, donde, según la versión más aceptada hasta hoy, Butch y Sundance encontraron su trágico final en un tiroteo en San Vicente, luego de un asalto a la compañía minera Aramayo en Tupiza (Bolivia), en 1908.

Para culminar la jornada del sábado, se proyectó el documental “The last chapter”, producido por una compañía de televisión galesa, de excelente ambientación y contenido.

Tercera y última nota: jornada de cierre -domingo 18

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