google5b980c9aeebc919d.html

miércoles, 18 de junio de 2008

REPORTAJE A EDI DORIAN JONES (II)

EDI DORIAN JONES nos dejó el 12 de mayo pasado. Era un queridísimo amigo. Además de las recopilaciones fotográficas, de sus valiosas investigaciones, de las publicaciones y las exposiciones que testimonian su permanente inquietud por rescatar las imágenes del pasado, nos quedan los gratos recuerdos de largas conversaciones en las que siempre mostraba gran sensibilidad y una fina percepción artística.

El 16 de enero de 2008 fue nuestro último encuentro. Superando las fatigas de su dolencia, Edi aceptó mantener esta charla que, dada su extensión, transcribiremos a lo largo de tres notas durante el curso de esta semana. Nada mejor que sus propias palabras para conocer detalles acerca de su tarea profesional, de los proyectos que quedaron truncos y sobre todo, de su notable entereza espiritual. Es nuestro pequeño homenaje a su memoria.

C.D.F.

SEGUNDA PARTE

“Cómo nace el interés por la fotografía antigua”

P: Hasta que en un momento, Edi, empiezan a aparecer en tu vida los fotógrafos que fueron cronistas de otras épocas y dejaron colecciones hermosas. ¿Podrías nombrar algunos?

EJ: Sí, sí, cómo no. Hubo algunos fotógrafos viajeros, como González, Schultz, Schifter, que solamente estuvieron de paso. Algunos incluso como un negocio, como el caso de Schifter, que estuvo aproximadamente dos años en Rawson, con un negocio de fotografía; también integró la policía fronteriza y de pronto, desapareció de aquí...

P: ¿Y dejó copias de sus trabajos?

EJ: Sí, quedan las fotografías que él había vendido, y después aparece un álbum de él de Punta Arenas, creo, o algo así, publicado en Alemania unos años después. Foresti también fue un fotógrafo turista italiano, que según se decía, tenía el hábito de irse de los hoteles sin pagar (risas). Realmente fue todo un personaje que dejó mucho material para el valle y para la colectividad galesa. Esto en cuanto a fotógrafos que no eran de origen galés ni de radicación permanente en la zona. Luego, entre los del valle, el primero es John Murray Thomas, que empieza con la fotografía en 1874, más o menos, cuando vuelve de Buenos Aires. Pasan unos años, se dedica a la venta de lanas y cueros y le va económicamente muy bien, sobre todo durante los primeros diez años. Él es el primero que pone un estudio fotográfico, comienza a hacer retratos y publica en un aviso periodístico: “Se tomarán fotografías a personas los días lunes únicamente; cuesta x la docena de fotos...”

P: ¿De qué periódico hablamos?

EJ: De “Y Drafod”, hacia 1892, según creo recordar. En el libro publicado por “Antorchas” está el dato. Después aparecen algunos fotógrafos que uno ha ido descubriendo de a poquito, como Robert Ernest Theobald, ¿no? Este hombre aparece en forma muy tenue pero cobrando cada vez más fuerza. Empiezan a aparecer fotografías de muy buena calidad, de muy buen encuadre, en una amplia gama de trabajos. Sus intereses pasaban por las mujeres, porque él siempre las ponía en los primeros planos de las tomas, y le gustaba retratar niñas y adolescentes. También registraba las actividades sociales: los Eisteddfod, la colocación de la piedra basal del edificio San David –es una foto de él muy conocida, aunque no es la única, porque como fue un evento muy importante habían muchos fotógrafos–, hay una tomada en un Eisteddfod, donde hay un arpa...

P: ¿Se sabe qué fue de la vida de Theobald más tarde?

EJ: Es el fotógrafo del que menos datos biográficos he podido averiguar. No sé a qué edad murió; sé que vino más o menos en el 1900, con un hermano gemelo, que incluso tiene las iniciales parecidas. Las del fotógrafo eran “R.E.” y las del hermano, digamos, “D.E”, pero Robert socialmente era más activo. Creo que fue concejal en Trelew y después pobló en la colonia 16 de Octubre, incluso hay un laguito cerca de Valle Frío que se llama “Theobald”. También se dedicó a hacer postales. De pronto, cuando viajé a Gales, vi que había una gran cantidad de postales de Theobald. Y recientemente, para cerrar el último trabajo que hice, me encontré con que aparecían más de sesenta motivos diferentes. Theobald vivió bien de la fotografía...

P: Después vienen personajes como Bowman...

EJ: Sí. Bowman me está planteando algunos misterios. Un chico que está haciendo su tesis sobre él me prestó uno de los diarios de Bowman, del tiempo en que él ya estaba en Telsen, y puede verse que se la pasaba regando papas y alfalfa, y no me coincide la vida, y lo que él era, con la actividad que él hacía en Telsen. Vivía en un ranchito miserable, en condiciones paupérrimas...

P: Ya había pasado por el valle...

EJ: Sí, fue después de su paso por el valle. Creo que a él se le produce un gran cambio cuando fallece su esposa; primero se va solo al interior de la provincia, y después, cuando muere la abuela de los chicos que cuidaba de ellos, él manda a buscar a sus hijos. Los chicos eran buenísimos porque ayudaban y trabajaban mucho la chacra, de acuerdo a lo que cuenta en este diario, ¿no? Después fue juez de paz o algo así, y creo que entonces su condición mejoró, pero el momento que registra ese diario es muy deprimente... Bowman enseñó a muchos; era una persona muy amistosa, así que, por ejemplo, le enseñó fotografía a su amigo Eigryn Evans, hijo del pastor Caerenig Evans.

P: Después vienen otros fotógrafos más conocidos, ¿no?

EJ: Sí, después tenemos fotógrafos como Pedro Fernández de Cabrero, que ya estaba aquí. Había llegado en el 1900; es uno de los registros más largos que hay. Hay sobre él dos versiones: una dice que llegó como vicecónsul. Otra, en cambio, dice fue ayudante de Carlos Foresti, y que lo acompañó en un viaje a la cordillera, el que hizo con el gobernador Lezana, cuando visitaron a Butch y Sundance, y que en ese viaje él termina de aprender el oficio. Después él hace un viaje en una volanta chiquita –con su caballo que se llamaba “Secretario” – hacia el sur, hasta Santa Cruz, llega hasta Río Gallegos y hace una enorme distancia recorriendo el sur y fotografiando.

P: ¿Has podido acceder a parte de su material?

EJ: Sí, hay algo publicado en “La Prensa” –no recuerdo en qué año– y después hay muchísimo material de Trelew. Como esta era una comunidad chica, imagino (tal vez esté equivocado) que los fotógrafos se conocían y se interrelacionaban mucho. Y en 1931 o 1932 aparece el polaco Neumann, primero como ayudante de Fernández de Cabrero, hasta que Cabrero se da cuenta de que Neumann es un gran fotógrafo, que ha estudiado y que en el estudio –esto lo supongo yo– lo supera a él; y entonces le alquila el local ubicado en Rivadavia y 25 de Mayo, en diagonal a la plaza. Pero Neumann pronto hace dinero y construye su propia casa, en San Martín 330. Una casa grande, de altos, que demuestra lo bien que le fue con la actividad...

P: Y en esa época empezó a tener competencia, porque había llegado Stillitani, ¿no?

EJ: Sí, pero Stillitani era un poquito más “chapucero” que él. Neumann era un fotógrafo de estilo, de estudio; él retocaba negativos, todo eso. Stillitani, en cambio, sacaba la foto y si salía bien la vendía. También hizo dinero, pero no tanto, porque él era un bon vivant y además soltero, y lo gastaba. Además tenía ciertos problemas con un sastre llamado Erklavec; su sastrería estaba ubicada en la esquina de España y Fontana, cerca del estudio ubicado sobre la misma Avenida (donde ahora está la casa Lloyd). Parece que uno hacía magia negra y el otro magia blanca y se molestaban entre ellos; no sé qué conflicto habría. Pero para Stillitani el conflicto estaba bien fundamentado. Así lo demuestra el expediente, ¿no? (N. de R.: Edi se está refiriendo al expediente judicial labrado a raíz del homicidio que pasa a relatar a continuación). Porque Stillitani mató al sastre a tiros en el correo viejo que estaba sobre Pellegrini, a mitad de cuadra. Yo al principio no entendía cómo pudo suceder allí un día domingo, pero resulta que al costado del correo había un pasillo largo que llevaba hasta el fondo, donde estaba la guardia para los telegramas, y se ve que lo encontró ahí de espaldas y lo baleó. Después fue a su casa, se lavó, se cambió la ropa manchada y entonces, ya tranquilo, fue y se entregó a la policía. Él consideraba que había cumplido con una misión, porque decía que Erclavec iba a matar a toda la gente de Trelew.

P: En el Touring hay muchas fotografías sociales de esa época tomadas por Stillitani, por eso pensé que podía estar compitiendo con Neumann...

EJ: Sí, había competencia entre ellos, porque yo he hablado con el hijo de Neumann y me contó que Stillitani y su padre eran los dos fotógrafos que había en ese momento en Trelew. Aunque supongo que tratarían de llevarse lo mejor posible...

(Continuará)





No hay comentarios: