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domingo, 10 de agosto de 2008

EL POEMA DE HOY


POBLADOR PATAGONICO

A mi abuelo Fernando, protagonista.

De Gerardo Robert*


Seguramente la cosa no fue fácil

Y sin embargo se gestó cantando.


Vinieron con su arreo. Las pilchas. Un recuerdo,

el sabor agridulce de las cosas pasadas.

Los sueños.

…tal vez algún olvido.

Y muy pocas ovejas.

Suficiente para intentar hacer punta en la patriada.

Ansiosos por hallar donde quedarse

después de andar 200 leguas, que separan

el sur de “la provincia” (*), allá en el norte,

de este otro sur en serio,

la mirada se les iba perdiendo en el silencio

mientras crecía por dentro la esperanza.

Vinieron a poblar tierras fiscales

peleando bajo el sol o con la escarcha.

Y en este campo agreste, casi torvo,

supieron del invierno peliagudo

y le ganaron al viento en la topada.

Qué importa si la vida viene dura!

Viendo crecer los hijos ...es robada!

Y se ayudaron al decir: Hermano,

vamos a levantar juntos la alambrada,

no para separar este destino,

sino apenas para desentrañar nuestras majadas.

Tal vez a muchos de esos héroes viejos

la vida no alcanzó a darles las gracias.

Tal vez no queda ni tan solo quien recuerde

el nombre que le dieron a una aguada.

O a la tapera bajo el tamarisco,

que alguna vez soñó con ser Estancia.

Seguramente la cosa no fue fácil.

Muchas veces, tuvieron que apretar fuerte los dientes

para morder con rabia esa cosa de quejarse.

Y fue por el coraje de esa hombrada

que muchos hombros, se fueron encorvando,

de tanto ponérselos sin asco a la epopeya

de afirmar con trabajo nuestra patria.

No importan ya los nombres. Fueron muchos.

Pero mientras el aura mesetaria nos traiga

el ladrido de algún perro entreverándose al balar de la majada,

seguramente ellos, los primeros pobladores,

No estarán entre las cosas olvidadas.

G.Robert/1995.


(*) Hasta que se crearan las provincias al sur del Río Colorado, era corriente llamar “la provincia” a Buenos Aires (N. del A.).

*Escritor y poeta chubutense.

5 comentarios:

EBER GIRADO dijo...

Estimado amigo, casi todos los que llevan en la piel las improntas del paisaje patagónico pueden conocer y apreciar de manera cabal lo que describen estos versos; pero sólo pueden expresarlo de un modo tan magnífico quienes, como vos, han recibido el don privilegiado de la expresión poética.

Olga Starzak dijo...

Coincido con Eber, Gerardo! Tu poema es bellísimo, con imágenes exquisitamente logradas, con impecable estética. Y especialmente... con el sentimiento propio del hombre que sabe -porque lo ha vivido o porque lo ha heredado- del sacrificio que significó en aquellos pobladores, las vicisitudes de la meseta patagónica.

dam dijo...

Gerardo es un tipo sabedor de las cosas, de la vida. Escribe como habla, relata como escribe. Destila nobleza y corazón en su mirada, en cada palabra.

Anonymous dijo...

(Escribió Jorge Vives)Sr Robert, en principio le agradezco el comentario que hizo a mi artículo sobre la ciduad de los maragatos; y me alegro que el mismo haya coincidido con la publicación de su poesía. Por lo que Ud comenta, ambos textos están unidos de alguna manera; y complementándose sintetizan el sentir de esta Patagonia que se enlaza al resto del país a través de Carmen de Patagones y se extiende hacia el sur por esos extensos campos de meseta, costa y cordillera, como son los de Camarones.

Permítame ahora referirme a su poesía. Como en el caso de su magnífico cuento, se refleja en su poema el conocimiento de nuestro campo y nuestras costumbres sueñas; se nota ese orgullo de conocerlo de primera mano y no porque “se lo haya contado alguien”. Y también encuentro aquí ese lenguaje preciso, realista, de darle a cada cosa su nombre; pero a la vez decirlo con la calidad literaria que hace que se lea con agrado, disfrutando la combinación de palabras y frases.
No tenga ninguna duda que “Poblador Patagónico” me gustó mucho. Versos como “vamos a levantar juntos la alambrada,/ no para separar este destino, / sino apenas para desentrañar nuestras majadas”, o “Y en este campo agreste, casi torvo, / supieron del invierno peliagudo / y le ganaron al viento en la topada” son impecables. Pero además de la “forma” que adopta su creación, es el “fondo” de su poema el que reconforta el espíritu: ese canto a los pioneros y a los colonos, a la iniciativa y a la voluntad de los seres humanos que persiguieron sus sueños en estas tierras, al coraje y al tesón de quienes se le animaron a la Patagonia. Como dice un gran amigo, escritor comodorense él, su en su creación poética está la lógica del intelecto.
Espero poder leer pronto más de sus obras, ya sean cuentos o poesías. Seguramente todas serán tan valiosas como estas dos que Literasur ha presentado.

Lucy in the Sky dijo...

Me ha emocionado este texto. Describe de manera acertada y bella esa comunión maravillosa del hombre con la tierra. Ese sentimiento de amor a la naturaleza y de respeto por lo que es capaz de darnos es lo que hace falta para salvar a este planeta.