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jueves, 14 de agosto de 2008

LA NOTA DE HOY


TRAGICA NOVELA PATAGONICA

Por Jorge E. Vives*

Héctor Rodolfo Peña es quizás uno de los escritores más versátiles que ha dado la literatura patagónica. Incursionó tanto en la poesía como en el cuento corto y la novela. Su amplia temática abarca la narración costumbrista, el cuento de ciencia ficción, algunos relatos casi policiales, el género histórico, el intimista e incluso el de “aventuras”. Y siempre con la misma excelente calidad literaria, lo que llevó a Bernardo Ezequiel Koremblit a decir que el autor tiene un “señalado lugar en la literatura americana” (ésta, como las siguientes citas de Koremblit, Bosco y Gudiño Kieffer, está tomada de las obras de Peña publicadas por Editorial Galerna).



Según nos informa en su página web la Biblioteca Pública Provincial “Juan Hilarión Lenzi”, cuya sala principal de lectura lleva desde el año 2002 su nombre, nació en Río Gallegos en 1938 y falleció en El Calafate en el 2003. Descendía de familias pioneras de Santa Cruz, lo que lo entroncaba profundamente con este sur al que pintó vividamente; reflejando con nitidez y lirismo sus personajes y sus paisajes. Periodista y hombre de letras, siempre interesado por la cultura, se desempeñó como Subsecretario de esa cartera en el gobierno de su provincia natal. Su afición a la aviación quedó reflejada en su cuento “Vuelo”, incluido en el volumen “Carta del Pueblo”.



Su obra, como se dijo al inicio de estas líneas, es abundante. Incluye los poemarios “Poemas bajo cero” (1974), “Fuego del sur” (1977) y “La flecha cautiva” (1981); los volúmenes de cuentos “El último invierno” (1972), “Hombres del viento” (1981) y “Carta del pueblo” (1984); y las novelas “El ventisquero y la furia” (1984), “Los pájaros del lago” (por la que obtuvo el segundo premio de la Fundación Fortabat en 1985), “Pueblo pionero” (1987), “Misterio en Bahía Paraíso” (1990), “Onos, El Patagón” (1992), “Astillas de luz y frío” y “El basural del frío” (ambas del 2001. Ese mismo año escribió su última obra, “Imágenes y desaforismos”).



Pero si bien toda su creación lo revela como un acabado escritor, en ella se destaca “Trágica gaviota patagónica”; novela merced a la cual obtuvo el primer premio del certamen de la Editorial Troquel 1981/82. Publicada por primera vez en 1983 por Galerna, tuvo varias reediciones que muestran claramente su aceptación entre los lectores. María Angélica Bosco, jurado del concurso que le otorgó el premio, la llama “excelente novela” en la que “la Patagonia es la protagonista”. Eduardo Gudiño Kieffer dice de ella que es “un testimonio terrible” a través del cual “la Patagonia duele”. Koremblit opina que se trata de “un testimonio de verdadera trascendencia para la literatura nacional”. Para el lector regional la novela tiene otra connotación más: ella es, en sí misma, la Patagonia.



Si bien transcurre en el ambiente rural de Santa Cruz, muestra características comunes a toda la realidad patagónica, desde el río Colorado hasta el mar fueguino. En su soledad memoriosa, Fermín Leuterio, basándose en recuerdos fragmentarios, reconstruye historia y costumbres; recrea escenarios naturales y culturales; pero también incursiona en la psicología de los seres humanos que habitan la región. La generosidad, la codicia, el amor, los celos, el deseo de saber, la apatía intelectual y el ansia de libertad, son algunos de los sentimientos que revividos por el viejo Cachimba en su aislado puesto de la meseta sureña muestran su carácter de universalidad.



¿Es “Trágica gaviota patagónica” la novela por antonomasia de la literatura regional? Tal vez en el momento de elaborar un canon surjan otros autores y otros títulos que disputen esa posición. Pero esta trágica novela patagónica ya se ganó, sin dudas, un lugar de privilegio en la bibliografía del sur.





*Escritor chubutense.

1 comentario:

dam dijo...

Leí este artículo y el que refiere a Patagones.
Además disfruto de "Atardeceres Patagónicos", su edición de cuentos.
Jorge dice más de lo que habla,
siempre.
Anuncia,
y el relato lo acompaña.