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martes, 22 de junio de 2010

LA NOTA DE HOY





La lectura: una elección personal



Por Olga Starzak


A menudo me pregunto cuántos medios de comunicación, sean estos televisivos, radiales o gráficos, recomiendan –a la hora de sugerir títulos literarios- a autores de la talla de los argentinos María Esther de Miguel, Sergio Bizzio, Héctor Tizón o Sara Gallardo, o de los chilenos José Donoso o Roberto Bolaño, los mexicanos Humberto Villafuerte y Mónica Lavin o el ecuatoriano Adalberto Ortiz… La literatura oriental es también un capítulo a descubrir y a la que tenemos poco acceso, tal vez de otra manera podríamos disfrutar de la obras del japónes Yukio Mishima o del turco Nedim Gürsel.
El objetivo de esta nota -y sólo a modo de reflexión- es comprender y valorar que más allá de aquellos autores de indiscutible imaginación como Dan Brown, Wilbur Smith, Patrick Ericson, J.K. Rowling o John Grisham, existen otros que, no tan dedicados a temáticas que cautivan en general a un gran público lector (ya sea porque escriban obras de perfil histórico, político, religioso, o de ciencia ficción) se constituyen en sí mismos referentes literarios -más por sus técnicas que por sus tramas- por su modo de narrar, de descubrir una época en la historia literaria de la humanidad.
Unos ofrecen (especialmente a los editores y también al autor) alternativas comerciales y por ende un atractivo económico; otros -autores de obras literarias con un legado estético, técnicas y estilo- la posibilidad de un crecimiento personal. La literatura de ambos es pasible de análisis y críticas…
Sin embargo y lo digo con preocupación, sólo los libros que reúnen las condiciones de “vendibles” llegan a todos los estamentos sociales; son los denominados best sellers. Muchas veces simplemente como consecuencia del oportunismo de un autor que –por alguna razón- buscó para su obra un tema de permanente dolor y conflicto como lo es la última dictadura militar, las crisis políticas, el interés común por los temas de auto-ayuda, o la catarsis colectiva de la que se aprovechan psicólogos o psicoterapeutas para publicar sus temáticas de diván, logrando que lectores asiduos de encontrar lugares comunes, devoren sus textos.
El lector tiene derecho a elegir. Para ello es necesario poner a su alcance, en las vidrieras de las librerías, en los titulares de los suplementos literarios o en el índice de cualquier medio gráfico, a todos aquellos autores que atravesados por la fuerza intrínseca del talento y la creatividad, recurren a la palabra escrita con el recurso mágico e irresistible de hacernos sentir parte de sus historias: la cautivante realidad del texto literario.



3 comentarios:

jorge robert dijo...

Cuando nuestra selección de futbol jugaba contra Corea del Sur, el zaguero argentino Demichelis, se entretuvo con la pelota sin observar que raudamente se acercaba un adversario, quien aprovechando el descuido, convirtió un gol. Al día siguiente, en rueda de prensa el jugador burlado, dijo: Estoy seguro que recibí el insulto de 40 millones de argentinos. Es que somos así los argentinos?... El muchacho sabía que un país entero con fervoroso espiritu patriótico, había contemplado su ingenuidad momentánea en un partido de futbol.--------------------------
El 5 de junio ppdo. leo en Liteasur una muy linda entrada de mi tocayo Vives, sobre Librerías del Chubut, el ingenio de los gráficos donde los libros son personas diminutas que pugnan por atraer al lector. Que podía comentar yo, entre aquellos 40 millones que atendemos el futbol, observé un total desinteres de los lectores por las librerías y también lo pasé de largo.
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Hoy, Olguita Starzak insiste con un espléndido artículo sobre libros, autores etc, muestra gran decepción por el cariz comercial privilegiado que ostentan; dejo el campeonato mundial de futbol por un momento,hago dar un viraje a mis asombradas neuronas y vuelvo a los "libros" que tanto quieres Olguita, estoy contigo.-
Rico.

Olga Starzak dijo...

Gracias Rico! Pero no dejes de disfrutar el futbol, al menos en el Mundial... Este lo tenemos cada cuatro años (por suerte) y los libros (con mucha más suerte) cada día de nuestras vidas.
Mis cariños

Jorge Vives dijo...

Es un tema complejo, y sin dudas interesante, el de tu nota, Olga; en el que intervienen muchas variables, especialmente sicológicas (como las motivaciones del lector y el autor) y también sociológicas (como la educación sistemática y asistemática que da marco a la lectura). Desde ya que comparto tus preocupaciones y la forma en que las expresás. Es como para seguir conversándolo, con aportes como los del amigo Jorge Robert; a quien además le agradezco el amable recordatorio sobre mi nota.