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miércoles, 16 de junio de 2010

LOS MICRORRELATOS DE HOY

Tres microrrelatos de Carlos Dante Ferrari








UNA FORTALEZA INEXPUGNABLE

-¿Qué dijiste?, gritó el padre, furibundo.
-Nada, contestó el chico.
-Te oí. Dijiste una palabrota. ¿De dónde la sacaste?
-Mmm… De… la escuela…
-¿Ah, sí? No vuelvas a decirla, ¿entendiste?
El chico calló tan solo un instante. Luego se atrevió a preguntar:
-¿Entonces no puedo decirla?
-¡No, por supuesto que no!
-¿Y pensarla?
Desconcertado, el padre replicó:
-Si no la te la oigo decir…
El hijo lo miró, desafiante, dio media vuelta y se retiró diciendo:
-Ahora mismo la estoy pensando…








VIDA EXTRAGALÁCTICA

El hombre resopló. Hacía muchísimo calor. Dejó a un lado sus notas y levantó la vista para atender al visitante. Otra vez el secretario de informaciones volvía a la carga.
-Sí, ¿qué sucede ahora?
-Se confirmó la noticia, señor. Están analizando cómo la difundiremos. La idea es no alarmar a la población.
-¿Pero realmente hay vida inteligente o es sólo una conjetura?
-Depende de lo que entendamos por “inteligencia”, señor. Si se refiere a la capacidad de elaborar abstracciones para emplearlas en el diseño y fabricación de objetos, eso ya está comprobado. La sonda captada proviene de allí. Por lo demás, los habitantes se trenzan en guerras con frecuencia; en la faz social diría que se comportan como verdaderos idiotas.
-¿Y ya han decidido algún nombre para el planeta?
-Sí, señor: el mismo que ellos utilizaban desde tiempos primitivos.
-¿Ah sí? ¡Qué interesante! ¿Cuál era ese nombre?
- Gaia, señor: lo llamaban Gaia.









IDENTIDAD

La miró como la primera vez. Fue una sensación rara, casi impropia de dos seres que se conocen y se aman durante más de veinte años.
Con los ojos cerrados y una recobrada serenidad en el rostro durmiente, Ana se parecía mucho más a la adolescente del primer amor que a esa mujer adulta, agobiada por los sobresaltos de una profesión de riesgo.
“Es ella”, le dijo por lo bajo al empleado de la morgue. Y volvió a cubrirle el rostro con la sábana.




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5 comentarios:

jorge robert dijo...

El primer microrrelato, me sugiere:
"habil el purrete para la rebeldía"

El segundo micro, me ataca la sensibilidad y sin querer, me pongo triste.

El tercero no entendí el final.

Jorge Gabriel

jorge robert dijo...

El segundo micro relato, corresponde al tercero y viceversa en mi apreciación anterior, equivoque la posición. Perdón.

Jorge Gabriel

Jorge Vives dijo...

Estaba por hacer un comentario en los microrrelatos de Carlos, cuando leí el que escribió Jorge. Creo que mi tocayo acertó al emplear el verbo “sugerir”. Porque eso es lo que provocan estas narraciones brevísimas, a mitad de camino entre el aforismo y el cuento corto: con pocas palabras, sugieren una historia compleja; cuyo desarrollo completo queda librado a la imaginación del lector. Carlos logra muy bien este propósito: sus pinceladas trazan un bosquejo; a partir del cual la historia es recreada por quien lo lee (el niño que toma conciencia de su inexpugnable libertad interior; los alienígenas que enfrentan la paradoja intrínseca de los seres que pueblan la Tierra, una trágica historia de amor). Son muchos los autores renombrados que han ensayado este género hiper-sintético; que implica todo un desafío para quien lo intenta. En él debe medirse cada palabra que se escribe, porque cada término cobra un valor superlativo.

Carlos dijo...

Rico, iba a darle una pista para la comprensión del microcuento (en el nombre del planeta -la Tierra, tal como la llamaban los griegos antiguos- estaba la clave) pero se anticipó de manera magistral nuestro común amigo Jorge Vives, que hasta haciendo comentarios demuestra una capacidad literaria fuera de serie.

Carlos dijo...

Jorge, mi querido amigo, me remito a lo dicho anteriormente. ¿No me prestás un poco de tu claridad y tu capacidad de síntesis? En diez líneas has reseñado la esencia de este género. ¡Muchas gracias por tus conceptos! Un fuerte abrazo.