Al sur del sur (*)
por Sandra Pien
por Sandra Pien
Obra de arte es poder ver
este cielo estrellado
del Hemisferio Sur.
Mientras gira
giro tratando de entender
mi lugar en esta historia
ver el cielo de un millón de años atrás
50 millones de galaxias en la imaginación
y sólo un puñado ante mis ojos.
Frente a tan generoso oficio y oficiante
irrumpen ríos de información contradictoria
altibajos de la dimensión humana.
Insisten
se empeñan en destruirnos
salina arena esclavista
en la que el espacio queda impotente al enterarse
de que el mundo está organizado así.
La buena globalización
hay una buena entre las millones de terribles
es ponerse las botas y salir a caminar el mundo
sin la protección de la ciudad.
Al sur del sur
es el rumbo necesario.
(*) Del libro "Mascarón de Proa" - Colección Enclaves - Edivérn SRL - Buenos Aires, 2002
1 comentario:
El cielo de Sandra Pien es un cielo patagónico. El mismo cielo que puede ver un viajero una noche de invierno, o de cualquier época del año, deteniendo su marcha a mitad de camino entre Trelew y Esquel – en Pampa de Agna, por ejemplo -. Si apaga las luces de su vehículo, desciende y mira hacia arriba, sin dudas verá el firmamento de un millón de años y cincuenta millones de galaxias. Y si además se toma el tiempo necesario, verá que gira; rotación de la esfera celeste cuyo sonido parece percibirse en el silencio nocturno de la meseta. Del poema resalta también ese rotundo verso final, “al sur del sur”; que trae reminiscencias de la rosa de los vientos de un navegante que busca su rumbo certero, al que se va acercando: oeste suroeste, suroeste, sursuroeste, sur, sur al sur del sur…
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