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lunes, 28 de noviembre de 2011

LA NOTA DE HOY









UNIVERSO AZUL




  Cuando asoma el iris de la aurora, despierta con ansias de vuelo la Creación, los cauces se abren generosos y los ríos serpentean derramando el delicioso néctar de su alimento.

  Como en el principio la tierra, madre paridora de los reinos que la habitan, comprometida con la humanidad exhibía el caudal de su producción, y por designio divino,  el grito del origen dio sustento al verbo que construye.

  El hombre, tras una larga serie de adversidades, levantó puentes, unió océanos, conforme a un plan movilizó dones creativos y trazó el perfil del universo azul. Luego la ambición superó todas las previsiones y la descomunal afluencia rebasó la capacidad de los pueblos. Ese fue el motivo de un cambio profundo en la sociedad.

  Y comenzó la fiebre de invadir regiones, especialmente en las poblaciones indígenas, se apropiaron de los bienes, su cultura, del “Ser” hasta llegar al exterminio.

  Así fue ganando espacio, sabiduría, mientras tanto la tierra se debilitaba seriamente, acumulando estrías empezó a temblar, causando heridas profundas, aflicción…
 Y el clima oscila entre nubes de contaminación.

  Con los soles del siglo XXI aún podemos admirar el salto de los delfines, la verde fronda, las nieves del invierno, las flores de la primavera, las mil y una noches, la música de Mozart, el Quijote, el incendio que provoca la poesía, ¡entre tantas maravillas!.

  Entonces…basta de bombardeos sobre poblados indefensos y niños inocentes.

  Debemos percibir los sones de un nuevo Génesis, y resguardar el planeta que nos ha sido dado para vivir acariciando el preámbulo del entendimiento,  con el brillo de la Paz en el cuenco de las manos…

   Y volar sin fronteras, con la naturaleza del Ser, hasta alcanzar la plenitud de un mundo más fresco.

                     ¡Ese es el sueño universal...!



                                                                    Alicia Cabral Colman
                                                                              


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1 comentario:

Nara dijo...

CUANTA SENSIBILIDAD ADORMECIDA! brazos anudados al encuentro del ser , miradas vacias a la historia , recuerdos golpeados con sangre inocente, somos nudos , callosos de dolor callado .