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sábado, 30 de julio de 2016

EL POEMA DE HOY




LLUVIA

Por Carlos Sacamata (*)



Martilla la lluvia sobre los techos
como si quisiera clavarles la tarde,
en cada gota que cae y se diluye
su forma en la forma de los charcos.

Y danza en las paredes, de canales
y de grietas con la música del viento
y en las tos de barítonos desagües
recorre las encías del asfalto.
Turbia del sarro callejero y fluctúa 
el color-olor de rancios papeles
que yacen como las flores sin quereres
póstumos. Llueve y la tarde con su púa
en mi alma grita: Diario… diario. Llueve
infinitamente amor, pan y lluvia.




(*) Escritor santacruceño. Este poema fue tomado de la Antología de poesía y narrativa “Santa Cruz. Sus escritores de fin de siglo”. (Cultura Santa Cruz Ediciones, Río Gallegos, 2005).


lunes, 25 de julio de 2016

EL POEMA DE HOY




EL UMBRAL DE LAS MONTAÑAS

Por María Rita Drisaldi (*)




Te esperaré en el umbral de las montañas
para ver la Cordillera desde lejos
allá… donde el río se retuerce
y el Chaltén se viste con espejos.

Te esperaré en la Cuesta de los Míguez
allá, cuando el lago se dibuja
con tinta milenaria de glaciares,
al pie de un horizonte con agujas.

Te esperaré en la piedra solitaria
un mediodía cualquiera del invierno,
te esperaré con nubes y sin viento
con escarcha, coirón y mata negra.

No te olvides del umbral de las montañas,
porque allí están guardados nuestros sueños…
No te olvides de la piedra solitaria,
de la cuesta, del río y del silencio.
No renuncies, no claudiques, no te rindas
porque allá están guardados nuestros sueños.





(*) Escritora de Río Gallegos. Es autora de los libros “Verde luna de otoño” (1986), “Viento de octubre” (1990) y “Sueños Persistentes” (2001). Obtuvo numerosos premios provinciales, nacionales e internacionales. Fue reconocida con la Mención de Honor de la Asociación de Escritoras Católicas. Integra varias asociaciones literarias, entre ellas la Fundación para la Poesía Argentina; y participó de diversos foros culturales, como el Primer Congreso de Poesía Abierta de la Argentina (1993), organizado por la SADE. Este poema fue tomado de la Antología de poesía y narrativa “Santa Cruz. Sus escritores de fin de siglo”. (Cultura Santa Cruz Ediciones, Río Gallegos, 2005).
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miércoles, 20 de julio de 2016

EL POEMA DE HOY




A TU ABUELO, EL PREDICADOR

Por María Julia Alemán de Brand (*)





Quiero evocarlo, ascético y valiente
aquel predicador que fue tu abuelo;
corazón de galés, místico anhelo,
una cruz en el sur y otra en la frente.

Predicaba el sermón, o simplemente
empuñaba el arado (tierra y cielo).
Consolaba a los tristes en su duelo
su palabra y el trigo: igual simiente.

Fue la paz del trabajo su doctrina
y doblado en el surco, azada en mano
lo encontraba la estrella matutina…

… su barba patriarcal, el pelo cano
en su mundo de biblia y disciplina
fue labriego, pastor, samaritano…



(*) Poeta chubutense. Este poema fue tomado de su libro “De mi tierra paisana” (Subsecretaría de Cultura y Educación, Esquel, 2008).



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viernes, 15 de julio de 2016

EL POEMA DE HOY




Zorzales en los árboles

Por Juan Carlos Moisés (*)



Hay zorzales en los árboles.
Están menos ocupados en buscar
lombrices para alimentarse que en llamar
la atención de los que habitamos el vecindario.
Es posible que la llovizna de Santa Rosa
los haya puesto en vena para hacer
el contrapunto. Lo justo es decir que esas
voces con procedencia pero sin nombre
propio se encuentran a unos pocos metros
de distancia y que ignoramos si sólo
cantan para ellos, por placer, o el macho
para atraer a la hembra, o si también,
por algún motivo, cantan para nosotros,
o para otros que no pueden oír porque están
lejos y no saben, nunca sabrán, que alguien,
en algún lugar, canta para ellos.


                                                                      (A Leopoldo “Teuco” Castilla)





(*) Juan Carlos Moisés (Sarmiento, Chubut, 1954), publicó Poemas encontrados en un huevo (1977), Ese otro buen poema (1983), Querido mundo (1988), Animal Teórico (2004), Palabras en juego (2006), Museo de varias artes (2006) y Esta boca es nuestra (2009). En narrativa: La velocidad de la infancia (2010) y Baile del artista rengo (2012). En dramaturgia: Desesperando (2008) y Pintura viva, El tragaluz, La oscuridad (2013). De 1990 a 1998 dirigió el grupo de teatro Los comedidosmediante. El presente poema está incluido en su volumen más reciente, El jugador de fútbol (2015).
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martes, 12 de julio de 2016

LA NOTA DE HOY




EL HISTORIADOR CHUBUTENSE ORESTES L. TRESPAILHIÉ


Por Jorge Eduardo Lenard Vives



     Recordar sólo por su condición de historiador al multifacético literato chubutense Orestes L. Trespailhié, no es deslucir su variada inspiración como escritor, de la que dará buena cuenta este artículo; sino resaltar la importancia de su tarea pionera en el rescate del pasado regional. En 1930, mientras se desempeñaba como catedrático de Historia del Colegio Nacional de Trelew, publicó la obra “Historia del Chubut”. En ella se percibe el interés por indagar sobre la antigüedad y un estilo literario que da vigor, poesía y amenidad a sus textos. Dice en su introducción:

     “…esta es una síntesis histórica del Chubut: territorio argentino que en cada palmo encierra un poema a la labor cruenta y tesonera de muchos… estas modestas líneas que no tienen otras pretensiones que mostrar a las actuales generaciones cuánto costó el solar que usufructúan”.

     El libro presenta verdaderas perlas. Por ejemplo, al hablar de la Colonia Galesa del Chubut y bajo el título de “Existencia de un anterior intento”, afirma: “El Padre Lino Carabajal, en su obra “La Patagonia”, dice que en 1855 se llevó a cabo, de parte de los galeses, el primer intento colonizador en la desembocadura del río Chubut. Esta expedición que venía al mando del capitán Elsegood, se desalentó por las penurias pasadas y el rigor climatérico, y abandonó la empresa en 1858”. ¡He aquí la fuente original de la noticia sobre la colonia perdida de Elsegood, respecto a la cual se dedicó una nota anterior en este blog!

     No fue esa la primera muestra de la vocación por las letras de Trespailhié. Cuando aún no estaba en el Chubut y antes de abocarse a la Historia, mostró interés por la Física y la Pedagogía. Entre 1909 y 1919 difundió varios tratados sobre esas disciplinas; tales como “La Odóstica. Teoría física de los olores”, una teoría propia que atribuye los aromas a la vibración atómica de la materia; y “La educación social”, ensayo sobre la necesidad de crear en el individuo “la capacidad para una vida social para sí y para los otros”.

     Reafirma su interés en la enseñanza editando “De la educación del Pueblo”, en 1925; que propone un modelo educativo basado en tres ejes: moral, físico e intelectual. El volumen mantenido en la Biblioteca Nacional está dedicado por el autor al doctor Francisco Albarracín, a quien llama “el más grande de los hijos de la Patagonia”. Ello sugiere que ya entonces Trespailhié estaba en el sur. Esto se confirma en 1928, al imprimirse su “Colonización Española del Chubut”; donde se indica que es profesor de Historia en Trelew.



     Para 1932 ya había dado a conocer varios estudios sobre historia, como “La tragedia de San José”, “La colonización boer en el Chubut”, “Oreille 1ro, rey de la Patagonia”, “Los tehuelcunis, tehuelches o patagones”, “La batalla de Languineo, “La acción de Apeleg”, “Los gobernadores del Chubut”, “La colonización galesa en el Chubut”, “Biografía del Coronel Luis Jorge Fontana”, “El espíritu de la Historia”, “El presidente Roca y la Patagonia”, “Doctrinas de la Historia”, “Una pipa araucana”, “Cronología histórica del territorio de Santa Cruz” y “Las cuevas habitaciones”. Además, el libro escolar “Síntesis de la historia de Roma” y “Por la paz de América”, folleto que propugna transformar a América en un imperio de la paz. Con fecha desconocida, difundió un breve ensayo de carácter moral llamado “Detente caminante y escucha”.

     Hacia 1933 aparece su novela “Los tchenques”. Narra, con un estilo expeditivo y acerbo, un episodio que reúne los elementos habituales de la Patagonia “amarga”; ambiente de personajes duros entre quienes impera la ley del más fuerte. Ese mismo año salen los ensayos “La revolución francesa” y “Las leyes de la Historia”; en el cual enuncia algunas tendencias en la evolución de los pueblos.


     En 1934 vuelve a la narrativa de ficción con la nouvelle “Ofelia”, ambientada en la estancia “Curuzú Guazú”, cercana a Trelew. Allí transcurre la trágica historia de amor entre Ofelia, hija del patrón, y Omar, primogénito del capataz. El romance tiene el beneplácito general; sin embargo discurre entre muerte y muerte, en el marco de la vida rural. El párrafo inicial describe el severo entorno: “Las casuarinas, que rodeaban al caserón de la estancia “Curuzú Guazú”, doblegaban su cerviz, por impulso de un vendaval del oeste, entre tanto su follaje musitaba la canción de la vida triste. Todo el día había dominado el viento del sur, trayendo nube tras nube nevosas, que, al descargarse, cubrieron el campo con un blanco sudario”.

     “Por sus frutos los conoceréis”, reza el adagio bíblico. Ése parece haber sido el lema que orientó la vida de Trespailhie, pues en su vasta bibliografía no figuran sus antecedentes personales; salvo alguna referencia a su desempeño profesional. Se sabe que nació en 1891 y que estudió en el Colegio Nacional Mariano Moreno de Buenos Aires. Allí se recibió de Bachiller en el año 1908; y, más tarde, de Profesor de Enseñanza Secundaria en el Instituto Nacional del Profesorado Secundario de Buenos Aires.

     Fue celador en el Colegio Mariano Moreno en 1909, ayudante de Gabinete de Física en tal instituto de 1909 a 1915 y director de la Revista de Centro de Estudiantes del Profesorado entre 1916 y 1917. En esa época se desempeñó como profesor del Colegio Nacional del Paraguay y en la Escuela Normal de Villarrica, del mismo país. En 1918 fue docente de Física de la Universidad Libre de Buenos Aires; y de Filosofía en la Extensión Universitaria. Hacia 1925 ocupó la cátedra de historia en el Colegio Nacional de Trelew, que retuvo por lo menos hasta 1934. En 1937 dio clases de Historia en la Escuela Normal de Bahía Blanca.

     Además se sabe que pasó sus últimos años en Puerto Madryn, donde una calle lleva su nombre. Allí, su hijo Enrique, entre 1964 y 2015, administró el tradicional bazar “El Indio”. Ningún otro dato íntimo se conoce, por ahora, de este erudito que el Valle del Chubut tuvo el honor de contar entre sus educadores.

     En el ejemplar de la “Historia del Chubut” guardado en la Biblioteca Nacional, llama la atención el emblema que, bajo el nombre de “Escudo del Chubut”, adorna la tapa. Se trata de un “escudo inglés” coronado por un gorro frigio con la escarapela argentina. El campo superior simboliza el cielo y la pureza del porvenir; y el inferior representa el mar y la apacible y dinámica vida. Por la línea que divide los campos asoma un sol, símbolo del Chubut. Sobrevolándolo, un biplano es imagen del progreso; a siniestra un buque de dos velas y dos chimeneas, es la civilización en marcha; y a diestra un peñasco con un faro, señala los peligros a sortear. En la parte inferior se interna en el agua una punta de tierra, sobre la que se observa un arado, metáfora del trabajo.



     Es un distintivo creado por Trespailhié. Esta visión esperanzada del territorio chubutense, muestra el cariño que sentía el autor por la región a la cual dedicó su vida y su esfuerzo. Un suelo que, al igual que a veces hace con otros protagonistas de su historia y su cultura, no lo recuerda tanto como debería.



Nota: el autor de la nota agradece al personal del área de investigadores del 6to. piso de la Biblioteca Nacional “Mariano Moreno” el apoyo brindado para consultar la bibliografía pertinente. La obra del padre Lino CARBAJAL que menciona Trespailhié, es “Missioni Salesiane - La Patagonia” (Torino, SEI, 1925). Pero la obra principal del salesiano, de cuatro volúmenes, es “La Patagonia. Studi Generali — (Prima Serie: Note Storiche - Tipografia - Etnografia. Seconda Serie: Climatologia e Storia Naturale. Terza Serie: Economia. Quarta Serie: Politica - Istruzione)” (S. Benigno Canavese, Scuola Tipografica Salesiana 1899-1900).



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miércoles, 6 de julio de 2016

EL POEMA DE HOY



EN LO MÁS OSCURO


Por Clara Vouillat (*)






                                   En lo más oscuro
escribo
                                   en lo más hondo
escribo
                                   en lo más sórdido de mí
escribo
para exorcizar las voces
la tierra desterrada
el cielo sin horizonte
el silencio perdido
los árboles talados
                                   el camino que ya no lleva
a la tranquila vista
de los ríos
al remanso claro del mar
a la apartada montaña
a la noche luminosa
                       En lo más oscuro permanezco.




(*) Escritora de General Roca.
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