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martes, 4 de agosto de 2020

IN MEMORIAM: ELÍAS CHUCAIR




ELIAS CHUCAIR

(1926 – 2020)

LA PARTIDA DE UN ESCRITOR



Es imposible hablar de Literatura Patagónica sin mencionar a Elías Chucair. Los más de cuarenta volúmenes que comprenden su obra, son un sólido basamento para convertirlo en uno de los principales autores sobre los que se asienta el corpus literario regional. Se pueden citar, entre muchos otros, sus libros “Bajo cielo sur”, “Sur adentro”, “Desde Hullimapú”, “Con viento patagónico”, “Con grillos y silencios”, “Tiempo y distancia”, “El Maruchito hacedor de milagros”, “Cuentos y relatos”, “Hombre y paisaje”, “De umbral adentro” y “Acercando ayeres”. 


Chucair nació en Ingeniero Jacobacci el 25 de mayo de 1926. Al tiempo de empezar sus estudios en la localidad, su padre lo envió a continuarlos en el Colegio Salesiano de Viedma, donde conoció al padre Raúl Entraigas. Las poesías que el sacerdote escribía, difundidas a través de un periódico institucional y exhibidas en la cartelera escolar, despertaron en el joven una temprana afición por las letras. También hacia esta época, en el mismo establecimiento educativo, comenzó a incursionar en el teatro; una afición que mantendría con el correr del tiempo.

A lo largo de toda su rica y multifacética vida intervino activamente en diversas tareas en bien de la comunidad, incluso desde la función pública; a la par que desarrollaba su prolífica creación literaria. Sus obras muestran un estilo claro y atractivo; con una fuerte connotación regional que pone de manifiesto su profundo conocimiento de los personajes, las costumbres y los paisajes, naturales y humanos, de la Patagonia. El acervo cultural de la región fue una permanente fuente de inspiración de los textos salidos de sus manos; mostrando que la riqueza temática que esta tierra ofrece es valioso pábulo para la creación literaria.


A los títulos mencionados más arriba, y a fin de señalar aún más la importancia de su aporte a las letras sureñas, pueden agregarse “Dejaron impronta”, “Rastreando bandoleros”, “Anécdotas de un rincón patagónico”, “Cuentos y relatos patagónicos”, “Historiando mi pueblo Huahuel Niyeo / Ingeniero Jacobacci”, “Testimonios de antaño”, “Breves historias de mi pago”, “Quetrequile… el pueblo que fue”, “Teatro Vocacional en la Línea Sur Rionegrina”, “Antología poética”, “Desde la Patagonia de todo un poco”, “Del archivo de la memoria”, “Estampas y recuerdos”, “Rescatando ayeres”, “Hacia mis raíces… el Líbano”, “La Inglesa Bandolera y otros relatos”, “Partidas sin regreso de árabes en la Patagona” y “El collar del Chenque”. A ellos debe agregarse los más de treinta cuadernillos “Aquí y Ahora”, que narran episodios de la historia de su patria chica.


El pasado 30 de julio, en su ciudad natal, falleció el ilustre jacobacino. Recordando uno de sus títulos, se podría decir que ese día ocurrió su partida sin regreso. Sin embargo, como sucede con los artistas que se perpetúan a través de sus obras, Elías Chucair va a volver cada vez que un lector tome uno de sus libros, lo abra, comience a recorrer las páginas y, disfrutando de los textos escritos por la hábil y amena pluma del autor, reviva una vez más en su imaginación el legado del genial rionegrino.




J.E.L.V.


viernes, 1 de marzo de 2019

UNA TRISTE NOTICIA








MARÍA JULIA ALEMAN DE BRAND – Q.E.P.D.



Recibimos la noticia con una mezcla de estupor y de tristeza. María Julia Aleman de Brand ha fallecido en Esquel a los 94 años de edad. Estupor, por aquello de que “los poetas nunca mueren”. Tristeza, porque nos recuerda que, más allá de esa metáfora esperanzadora, hay un día fatal e ineludible señalado en el calendario para todos los mortales.
Ha partido una de las grandes figuras líricas de nuestra región. Seguramente habrá de reunirse en aquellos prados celestes con otros grandes cultores de la poesía que compartieron el mismo escenario territorial y el mismo proscenio de los vates: Irma, Amílcar, Lidia, Griselda y tantos nombres inolvidables de nuestros juegos florales.
María Julia tenía muy en claro la finitud de la existencia y el sentido que cada uno puede darle a su tránsito terrenal. Y sabía muy bien que, en su caso particular, se trataba de cantarle a las cosas de esa tierra tan amada. Quizás por esa misma conciencia, muy tempranamente, supo dejarlo por escrito con estos versos que hoy nos permiten recordar su magnífica calidad poética.



QUE TODO MI CANTAR ME JUSTIFIQUE


Por María Julia Aleman de Brand (*)




Mi canto estuvo siempre enamorado
de esta tierra paisana y fronteriza,
fue un puñado de sal y de ceniza

por el viento del Sur desparramado.

Y a veces, ni fue canto, sino un grito
libertado, por fin, de su envoltura;
una flecha en el aire a la ventura,
una estrella lanzada al infinito.


Pero flecha o estrella, su elemento,
su materia vital y primitiva
fue la tierra. Que en ella sobreviva
más allá de la vida y su momento...


Más allá de mi cuerpo y de su escoria
mi canto vivirá, fiel testimonio
de todo lo que fue mi patrimonio

y ha de ser una parte de su historia.

Y yo he de estar ahí: detrás del canto
de todo lo que amé y volví poesía,
de todo lo que fue lírica mía,
la razón de mi risa o de mi llanto.


La razón de mi búsqueda en la vida
sin saber, al final, lo que buscaba.
Sabiendo, nada más, que se me daba

el canto como punto de partida.

Y a ese canto fui fiel, cada jornada,
en espíritu y alma fui tu amante.
Oh Sur de mi recuerdo más distante!

Oh Sur de mi voz última y callada!

Yo te amé, tierra Sur, amé tu viento,
la arisca desnudez de tu montaña,

el bosque, con el árbol en su entraña
y el lago con azul de firmamento.

Amé el cielo de estrellas constelado,
la libre infinitud del campo abierto,
y en toda la aridez de su desierto
los matojos de pasto calcinado.

Dame un poco de tí, tierra sureña,
para cuando cumplido esté mi plazo:
abre el pardo frescor de tu regazo
y recibe mi cuerpo en su estameña.
  

... y el lugar de mi tumba identifique
un silvestre manojo de mosqueta.
Tierra mía del Sur, si he sido poeta
que este canto de amor me justifique...






(*) Este poema obtuvo el Primer Premio en el MiniEisteddfod 1981 - Del volumen "Soy Poesía,búscame en el Sur" - Ed. Asoc. de Escritores del Oeste del Chubut - Esquel, 1993.

sábado, 1 de septiembre de 2018

UN NUEVO CUMPLEAÑOS




LITERASUR: ONCE AÑOS EN LA RED



Hoy Literasur cumple once (11) años de permanencia continua en internet. Nació primero en formato de blog, aún subsistente (literasur.blogspot.com) y más tarde agregó su sitio web, que también continúa en la actualidad: literasur.com.ar 
Han sido once años empeñados en dar cumplimiento al propósito inicial, siempre vigente: difundir la literatura y los autores patagónicos. 
A lo largo de este período hemos recibido casi 350.000 visitas de 22 países en ambos sitios, en conjunto, y se han publicado textos de más de 150 autores.
También contamos con espacios de difusión en Facebook (https://facebook.com/literasur) y en Twitter (https://twitter.com/Literasur)

Ojalá nuestra tarea de difusión sea de vuestro agrado. Por nuestra parte, todo lo que podemos decir es: ¡MUCHAS GRACIAS A TODOS POR VUESTRO ACOMPAÑAMIENTO A LO LARGO DE ESTOS ONCE AÑOS DE EXISTENCIA!

lunes, 22 de enero de 2018

UNA TRISTE NOTICIA





CUANDO UN AMIGO SE VA…



Las estrofas de Cortez hoy cobran cuerpo en toda su dimensión emotiva. Es que Jorge Gabriel Robert –el querido “Rico”–, además de ocupar un espacio enorme en nuestro corazón, había llegado a formar parte de los interlocutores que tenían permanente uso de la palabra en este portal dedicado a las letras patagónicas.

Cada tanto engalanaba nuestro sitio con sus crónicas y relatos. Títulos como “Un galés-argentino, el Sargento Weston Harris”, “En el puesto de barro, el último arreo”, “Un gaucho patagónico en los tiempos el Ford T”, “Una bruja en la montaña”, “Taperas y su magia”, “El último guardahilos” –por citar algunos– recreaban estampas de un pasado emparentado con nuestras raíces más profundas. La pluma sencilla, fresca, evocativa, nos conectaba con bellas vivencias campesinas, con episodios rurales, con anécdotas cargadas de espiritualidad. Por si fuera poco, lejos de limitarse a esas colaboraciones espontáneas, su voz se hacía oír de manera constante a través de comentarios siempre oportunos, observaciones agudas, puntos de vista creativos, salidas inesperadas, humoradas que invitaban al intercambio y al retruque. Quizás como un reflejo del sobrenombre, sus intervenciones eran siempre enriquecedoras.

Es probable que ni él mismo tuviera conciencia de su capacidad poética, de la profundidad de su mirada sobre los simples hechos cotidianos. Los párrafos que reproducimos aquí son una muestra de esos dones, que ejercitaba sin ostentación ni grandilocuencia:

(...) La noche, plácida, serena, en el campo presagia algunos misterios;  en los hombres crea supersticiones como el chistido de una lechuza, que nadie ve entre los montes, o la cercanía de la luz mala que trae reminiscencias de viejas leyendas. El facón, inmutable en la cintura. El caronero es siempre el revólver. Observemos la luna que intenta filtrarse entre las nubes como ayudando a despejar cualquier duda temerosa en la oscuridad. 
La hacienda no ha sentido el estrés del camino, bien alimentada, satisfecha en su sed, comienza a moverse. Un sol rojizo, como desperezándose ante el rol que le toca ejercer, apaga los últimos vestigios de servidumbre que la luna ha prestado y proyecta tomar el mando del día. El último arreo patagónico con destino a Mancha Blanca, parte desde el puesto de barro.(...)

Jorge Gabriel Robert: criollo de ley, amigo, poeta, un alma sensible y elocuente. Amó a su Camarones, amó el campo, amó a su esposa, a sus hijos y a sus nietos. Amó la vida. Y sin ninguna treta, simplemente siendo como era, se fue ganando nuestro corazón para siempre. ¡Cuánto te vamos a extrañar, Rico, querido amigo!





domingo, 12 de abril de 2015

PRIMER FESTIVAL LITERARIO ARGENTINO GALÉS


PRIMER FESTIVAL LITERARIO ARGENTINO-GALÉS

GAIMAN, 17 y 18 de ABRIL DE 2015




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viernes, 24 de octubre de 2014

NOS QUEDA TU RECUERDO...

Carmen Larraburu






Y tu sonrisa franca. Y tus colores. Y tus sueños...

¡Hasta la Eternidad, querida Carmencita!
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jueves, 24 de abril de 2014

EL ADIÓS A UNA MUJER INOLVIDABLE




                      TEGAI ROBERTS
                                   (Q.E.P.D.)



     Con la partida de Tegai se va -literalmente- un riquísimo segmento de la colectividad galesa chubutense. Y no solo por su conocida y añosa tarea de rescate cultural, de la que da cuenta el Museo Regional de Gaiman. Esa labor tenaz y silenciosa es, desde ya, un mérito inigualable. Nos ha legado un tesoro que nunca terminaremos de agradecer. Ojalá sepamos cuidarlo y enriquecerlo.

     Pero además, Tegai era en sí misma una encarnación arquetípica, una síntesis representativa de los valores más destacables de la gesta galesa en la Patagonia.  En ella se reflejaban el espíritu y la esencia de los pioneros: la humildad, la fe religiosa, la perseverancia, la vocación comunitaria. Comulgaban en su personalidad los mejores atributos de las dos culturas, que en su caso lograban expresarse en un perfecto galés y en castellano, a través del conocimiento histórico, de la memoria heredada, de la música y el canto.

      Esa versatilidad le permitía desenvolverse en todos los ámbitos, desde el histórico, el académico, el literario, hasta la participación, como una integrante más, en las actividades corales y en los Eisteddfod.

    Aquilató méritos desde muy joven, con ese inquieto afán -conservado  hasta sus últimos días- por rescatar y difundir las tradiciones heredadas. La Asociación San David quiso expresarle su  gratitud hace 35 años, en 1979, a través de un reconocimiento público, ya por entonces largamente merecido. También recibió reconocimientos a nivel nacional e internacional.

        Con el temperamento siempre afable que tanto la caracterizaba, Tegai era hasta hoy la gran fuente de todas las consultas. Acudían a verla desde jóvenes estudiantes y vecinos del valle hasta los más importantes investigadores y especialistas locales y extranjeros. Además de un ser excepcional, también hemos perdido a una de las principales fuentes de sabiduría. 

      Tegai acaba de emprender el viaje hacia la Eternidad, la partida hacia el encuentro con el Señor, que cantó y alabó con profunda fe en sus largos años de vida; en los domingos de culto, en los himnos añejos y en las despedidas a tantos seres queridos que la precedieron.

       Desde esa perspectiva, deberíamos sentir una serena resignación. Sin embargo, por más que lo intentemos, hoy estamos verdaderamente tristes.

       Solo queda expresarle nuestra inmensa gratitud por siempre.

Diolch yn fawr iawn, Tegai annwyl.



ASOCIACIÓN SAN DAVID DE TRELEW
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viernes, 25 de octubre de 2013

PRESENTACIÓN DE UNA NUEVA OBRA LITERARIA

"TIEMPO DE ESPERA"(*)

   (Novela)

Olga Starzak




     Conocida hasta hoy por su destreza literaria en el ámbito del cuento –lleva ya publicados tres volúmenes: “En el umbral de los encuentros”, “Estigmas” y “El lenguaje del silencio”–, con la llegada de “Tiempo de espera” Olga Starzak ha iniciado una promisoria incursión en la novelística, género que, como bien sabemos, presenta nuevos desafíos.

     Ya Cortázar  solía decir, haciendo una suerte de metáfora boxística, que mientras la novela podía ganar por puntos, el cuento siempre debe ganar por nocaut. Podríamos agregar que el cuento es algo así como arrojarse a nadar en un río profundo pero angosto, donde tenemos  muy cerca la otra orilla (es decir, el desenlace); acometer la escritura de una novela, en cambio, es como lanzarse al cruce del Canal de la Mancha en aguas agitadas, sin divisar siquiera la costa opuesta; y además, nunca sabemos muy bien qué puede suceder a mitad del cruce.

      Quizás algo así  pudo haberle sucedido a Olga cuando afrontó la decisión de escribir esta historia. Porque no es una trama simple, ni breve, ni lineal. Contiene varias vidas entrecruzadas, y nos narra lo que sucede en la mente y en el corazón de cada uno de los personajes involucrados. Personajes casi siempre ligados por el afecto, a veces también por una misma vocación profesional, y en ciertos casos, tan solo por lazos familiares. Pero lo cierto es que todos ellos tienen una fuerte incidencia en los hechos que se van sucediendo a lo largo de su desarrollo.



     Solemos hablar del “argumento” de una novela en alusión a lo que es su eje central. Si nos atuviéramos a ese esquema tal vez, simplificando, diríamos que “Tiempo de espera” es la historia de una investigación médica. Sin embargo es mucho más que eso. Para comenzar, el título nos revela una circunstancia que signará toda la trama: nos menciona una “espera”. Seguramente todos hemos experimentado muchas esperas en nuestra vida, y por tanto sabemos bien cuáles son las sensaciones que las signan: incertidumbre, impaciencia, ansiedad. No en vano suele decirse: “el que espera, desespera”…

     De manera que ya contamos con dos datos; hay una investigación médica y una espera, que además imaginamos prolongada, porque el título también menciona un “tiempo”. Con esto en claro, podemos deducir sin equivocarnos que lo que se nos va a contar es todo lo que sucederá en ese lapso temporal.

     Y lo que sucede, en rigor, son las peripecias que protagonizan dos investigadores médicos, padre e hija, ambos empeñados en buscar una solución para una nueva enfermedad que provoca graves daños neurológicos en los pacientes.

     Claro está que la historia de esta lucha profesional, con todos sus altibajos, está fuertemente conectada con sus propias historias personales. Las miradas que tienen los protagonistas acerca del mundo y de la vida están teñidas por las marcas que ellos mismos sobrellevan; por lo que les ha sucedido como hijos, como padres, por las frustraciones de pareja, por los miedos y las inseguridades que provocan ciertas situaciones traumáticas. Aquí es donde la autora pone en juego todo su oficio, sus recursos de titiritera, para relatarnos, entre otras cosas, todo el proceso que debe atravesar un joven patagónico para convertirse en un científico de prestigio mundial.

     Es que esta obra, como las cajas chinas, contiene en su interior muchas otras historias donde se ven reflejados aspectos que a nosotros, como argentinos y patagónicos, como descendientes de inmigrantes, nos resultarán muy familiares. Así veremos reflejadas en estas páginas, por ejemplo, las vicisitudes propias de la migración y el desarraigo.

     También encontraremos en ella las oportunas pinceladas que condimentan las vidas de los protagonistas. Porque un médico puede ser, además y al propio tiempo, un padre, un hijo, un forastero desarraigado, un esposo, un amante; con todas las emociones, alegrías y complicaciones que estos roles implican. Empleando su particular manera de narrar, la autora consigue que el lector conozca,  disfrute y, en ciertos momentos, también los “com-padezca” –es decir, padezca a la par de los personajes todas las incidencias de estas vidas tan intensas.

     Otro de los visibles méritos de esta obra es la variedad de escenarios donde transcurren las vidas de los protagonistas en distintos momentos de la historia. Desde la etapa juvenil en territorio patagónico, con episodios ambientados en la costa de Madryn, en el interior profundo de la meseta o a orillas de los lagos cordilleranos, hasta los que se desarrollan en la complejidad de los claustros académicos y científicos estadounidenses, donde Octavio Linares, por sus propios méritos, ha llegado para capacitarse en la especialidad médica elegida: la neurología.

     Dijimos ya que “Tiempo de espera” es la historia de una investigación médica compleja. Tras recorrer sus páginas, el lector seguramente habrá de preguntarse además cuánto trabajo de investigación previa hubo en la trastienda de esta obra. Es que la autora logra un efecto sorprendente al exponer, a través de las voces de los profesionales médicos, los aspectos científicos, técnicos y prácticos que deben afrontar los protagonistas.

     Esta reseña no puede sino concluir con lo que  es el punto crucial de la novela, el nudo que nos tendrá en vilo hasta el final. Se trata de un gran dilema ético. ¿Qué sucede cuando un profesional médico encuentra una grave oposición entre las reglas de la ciencia y los mandatos de su corazón? ¿Qué puede ocurrir cuando los sentimientos irrumpen y tratan de imponerse, frente a las exigencias protocolares del acto médico? Este es el verdadero plato fuerte de la historia que Olga ha decidido servirle al lector sobre las últimas páginas, con notable maestría.


     Ya se ha contado lo suficiente. El resto sería revelar detalles apasionantes de una novela que, a no dudarlo, muchos estarán deseando disfrutar en forma personal y completa, en la intimidad de ese acto tan placentero que nos prodiga la lectura.

C.D.F.



(*) Editorial Dunken, Bs. As., 2013 - Esta obra fue presentada el 18 de octubre de 2013 en el auditorio del Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF) - Trelew, Chubut, ante un nutrido público.
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jueves, 27 de septiembre de 2012

PRESENTACIÓN DE UNA NUEVA NOVELA





   Ritual de siesta (*)

Carlos Dante Ferrari


   En la quietud de un pueblo anclado en el Valle del Río Chubut, en la Patagonia Argentina, la familia Bermúdez despliega sus fantasmas.  

   La muerte de Aurora deja desamparados a Álvaro y sus cuatro hijos. A partir de la ausencia sus vidas pugnan, entre el dolor y la soledad, por mantener intacto el sentido familiar; y no sucumbir en el vacío que la pérdida les impuso.

   Así, transitan sus días en Gaiman, paraje donde la naturaleza se despliega esbelta en todas sus estaciones y, como dijera John Steinbeck en "La perla", las noticias se escurren en 'un misterio nada fácil de resolver... Parecen tardar menos de lo que tardan los niños en correr a contarlas, menos de lo que tardan las mujeres en comunicárselas por encima de las cercas'.

   Sin embargo el mundo de los Bermúdez está atravesado por un pacto de silencio, y aunque mucho se murmure, poco se sabe. 
 
   El autor nos lleva de la mano, con armónico ritmo y una narrativa impecable, a descubrir las miserias y debilidades de unos personajes, a confiar en el amor desmedido de otros. 

   Convertido en testigo de las emociones que produce la inocencia, la sorpresa ante el estupor, la vergüenza del descubrimiento,  el dolor que provoca la violencia, el lector luchará por no sentirse reflejado en alguna de las actitudes de sus personajes.

   Ese es el talento de Ferrari: lograr que nos olvidemos que estamos frente a una novela.


Olga Starzak
Setiembre de 2012



La primera presentación de la obra se llevará a cabo en el Mini Auditorio de la Ferifiesta del Libro y la Lectura – Sociedad Rural del Este del Chubut, Trelew –el día sábado 29 de septiembre de 2012 a las 20 horas, con la conducción de la escritora Olga Starzak.



(*) Novela – 188 páginas – Tela de Rayón (Grupo Jornada), Buenos Aires, 2012



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sábado, 18 de agosto de 2012

martes, 1 de noviembre de 2011

PRESENTACIÓN DE UN NUEVO LIBRO





"RUMBO A CÁLIDA REGIÓN"


de RICARDO CLARK



Conocí a Ricardo Clark a través de una amiga en común, Carmen Larraburu. Enseguida después tomé contacto con su obra. Una narrativa dinámica, audaz, que invita a ser leída.
Clark, por su vasta trayectoria en el campo de la literatura, también en el periodismo desarrollado en diferentes medios de comunicación, sabe qué, cómo y cuándo abordar los temas que –de una u otra manera- concentran la atención y el interés de un público ávido de  emociones.
Rumbo a Cálida Región es, especialmente, una novela de certezas, pero también de interrogantes; de proyectos y destinos; de alegrías y angustias. Una novela de intensos ideales, de vocaciones sentidas y sufridas; de esperas y esperanzas,  miedos, dolor y deseos.
El talento literario de Ricardo Clark nos permite, a través del contacto con sus personajes, bucear en uno mismo. Es aquí donde creo que el lector se inmiscuye entre las líneas de su prosa, y se pierde entre ellos, para encontrarse –sin duda- en alguno, si no en varios.
Son muchos esos personajes, disímiles, arriesgados y de riesgo. Se entrelazan en circunstancias muy variadas; aparece de pronto un capitán de barco, enseguida un peluquero, próximo a éste un tapicero  sordomudo; el Doctor, una ex bailarina devenida en encargada de una pensión, un ex convicto, gremialistas, políticos, policías, exiliados, un ex presidente, un ingeniero… y atrapan al lector sumergiéndolo en un mundo distinto, cruel a veces, tierno otras, siempre con valentía.
Un punto clave en el relato de Rumbo… son los escenarios. Estos intervienen en la realidad, la atraviesan de manera casi protagónica. La vida en un barco, en una pensión, en la cárcel. Se pueden imaginar las acciones inmersas en el clima propio del trópico.
La ilusión del cambio es quizás, el punto más elevado de la historia que se relata. Es como un deseo que se instala en el lector desde las primeras páginas, como una necesidad imperativa, un asunto que no puede tardar en resolverse…
La primera novela de Ricardo Clark… “es una novela de época. Así pensaban y querían cambiar las nuevas generaciones la realidad política y social en América Latina, al menos una parte de ella, en ese incendio ideológico que sacudió en los años sesenta y setenta del siglo pasado”.
Los invito a leerla.

Olga Starzak





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PRESENTACIÓN DE UN NUEVO LIBRO





"RUMBO A CÁLIDA REGIÓN"


de RICARDO CLARK



Conocí a Ricardo Clark a través de una amiga en común, Carmen Larraburu. Enseguida después tomé contacto con su obra. Una narrativa dinámica, audaz, que invita a ser leída.
Clark, por su vasta trayectoria en el campo de la literatura, también en el periodismo desarrollado en diferentes medios de comunicación, sabe qué, cómo y cuándo abordar los temas que –de una u otra manera- concentran la atención y el interés de un público ávido de  emociones.
Rumbo a Cálida Región es, especialmente, una novela de certezas, pero también de interrogantes; de proyectos y destinos; de alegrías y angustias. Una novela de intensos ideales, de vocaciones sentidas y sufridas; de esperas y esperanzas,  miedos, dolor y deseos.
El talento literario de Ricardo Clark nos permite, a través del contacto con sus personajes, bucear en uno mismo. Es aquí donde creo que el lector se inmiscuye entre las líneas de su prosa, y se pierde entre ellos, para encontrarse –sin duda- en alguno, si no en varios.
Son muchos esos personajes, disímiles, arriesgados y de riesgo. Se entrelazan en circunstancias muy variadas; aparece de pronto un capitán de barco, enseguida un peluquero, próximo a éste un tapicero  sordomudo; el Doctor, una ex bailarina devenida en encargada de una pensión, un ex convicto, gremialistas, políticos, policías, exiliados, un ex presidente, un ingeniero… y atrapan al lector sumergiéndolo en un mundo distinto, cruel a veces, tierno otras, siempre con valentía.
Un punto clave en el relato de Rumbo… son los escenarios. Estos intervienen en la realidad, la atraviesan de manera casi protagónica. La vida en un barco, en una pensión, en la cárcel. Se pueden imaginar las acciones inmersas en el clima propio del trópico.
La ilusión del cambio es quizás, el punto más elevado de la historia que se relata. Es como un deseo que se instala en el lector desde las primeras páginas, como una necesidad imperativa, un asunto que no puede tardar en resolverse…
La primera novela de Ricardo Clark… “es una novela de época. Así pensaban y querían cambiar las nuevas generaciones la realidad política y social en América Latina, al menos una parte de ella, en ese incendio ideológico que sacudió en los años sesenta y setenta del siglo pasado”.
Los invito a leerla.

Olga Starzak





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lunes, 25 de abril de 2011

LA MARCA DE HOY




CIEN MIL VISITAS



Hay cifras que impresionan con solo pronunciarlas.

Las que aluden a un centenar, por ejemplo, suelen ser emblemáticas, porque parece connotar un "todo", la idea de abarcar una unidad completa.


Eso sucede cuando decimos "el cien por ciento" o cuando se acuñan frases procurando un sentido de integralidad, como las "cien cualidades" de Moliere o los "cien años de soledad" de García Márquez.

Y en el afán de enfatizar, a veces al ciento se le añade el millar, como aquella frase de amor tan citada: "Podré escribir cien mil estrofas, podré rimar millones de versos, podré partirme el alma en ese intento, y jamás podré expresar todo lo que te quiero."


Literasur acaba de superar las 100.000 visitas.


Para nosotros significa haber atravesado una barrera importante, porque es representativa de la permanencia, de la continuidad, de un propósito firme, sostenido a lo largo de tres años y tres meses de presencia en la red.


El objetivo ha sido y es simple, modesto y bien conocido por todos los amigos lectores: difundir las letras y la cultura regional patagónica.

Cien mil visitas son significativas, además, porque nuestro conteo nos muestra que la cifra se compone de lectores de 25 países, de los cuales el 57,4% corresponden a Argentina, 35,6% a países latinoamericanos, 4,8% a España y el resto a países a los que nunca imaginamos que podríamos llegar, como EE.UU., Rusia, Israel, China o Rumania.


Estas lecturas superan en promedio -otra vez el número talismán- las cien visitas diarias. Para Literasur es un número auspicioso, una señal altamente alentadora.

Y queríamos celebrarlo hoy con todos ustedes, queridos lectores frecuentes, por ser quienes le dan contenido real y palpable a nuestra razón de ser.

Muchas gracias por vuestra constante presencia.


EL EQUIPO DE LITERASUR

martes, 26 de octubre de 2010

PRESENTACIÓN DE UN NUEVO LIBRO









NO TE ATREVAS A CONTARLO


Cuentos cortos

Luis Alberto Jones




El día 1° de octubre, en los Altos del San David de la Ciudad de Trelew, el escritor Luis Alberto Jones presentó su nueva obra literaria; una selección de cuentos cortos que narran, de manera dinámica, la cotidianeidad de sus protagonistas. Relatos que se suceden en escenarios comunes, en un espacio real… En el prólogo del libro el licenciado y doctor en Letras, Marco Antonio Ramos Velásquez, dice: “No te atrevas a contarlo nos conmueve, a veces por su crudeza literaria en el que la cinta narrativa nos conduce por laberintos que son propios de nuestra vida doméstica. La pluma de Luis Alberto Jones se muestra con evocaciones muy queridas de un hombre vivido, de alguien que en el registro de su existencia de los años más añorados, rememora con sencillez y una intuitiva agilidad narrativa, los pasajes más relevantes de la vida, de tu vida, de su vida, de mi vida… Jones es un escritor de la vida que escribe para contar la vida, sin desmedrar su universalidad, ya que tras de cada párrafo lo ampara una sutileza e inteligencia, un amor profundo y sincero por cada trozo de vida, por cada temblor humano”. Tuve en gusto de acompañar a Luis aquella tarde del 1° de Octubre, en un salón colmado de público y con la presencia del Trío Cantasur que nos deleitó con algunos temas de su repertorio. Compartimos con los presentes el diálogo que a continuación se transcribe:



1 - Luis, yo podría comenzar diciendo, para quienes no te conocen tanto, o para los muy jóvenes, que tus actividades han girado siempre alrededor del arte, la comunicación, la locución, la oratoria, la expresión corporal. ¿Querés compartir con nosotros cuándo comienzan estas actividades a conjugarse y en todo caso qué sentís que te ha llevado a ellas?

Desde que cursaba el secundario con diversas actividades culturales y artísticas. Expresiones que se fueron conjugando con el tiempo. Siento que he sido impulsado por la necesidad de compartir lo que sentía.

2- Ya me ha pasado otras veces al leer tus cuentos, y es sentir que podés tomar espacio del narrador, es decir alejarte de Luis Jones, y convertir a aquél en un personaje más de la historia. ¿Sos consciente de eso? O en todo caso ¿buscás ese resultado?

Yo lo tomo como algo natural o espontáneo y pienso que surge desde mi ejercicio del periodismo, es decir ver y contar, tomando algo de distancia para ser más objetivo.

3- En este volumen en particular se narran historias cotidianas, pasibles de credibilidad… La duda que tengo es, y seguramente a tus lectores se les va a presentar también, ¿cuánto de real hay en los relatos de “No te atrevas a contarlo”, cuánto de tu imaginación, o de invención…?

Son historias que surgen de vivencias cotidianas observadas, ya contadas. Nada ajeno a la realidad que se nos acerca a todos. Están salpicadas, claro, de nombres, lugares y personajes cercanos o que han cruzado mi vida. Naturalmente interviene la imaginación para darles cuerpo y hacerlas más atractivas.

4- Hay un escenario que se repite y es el ambiente de los cafés, de los bares, de esos sitios propicios para encontrarse con uno mismo, solo frente al papel, inmersos en nuestro mundo mientras la vida sigue andando… Quienes te conocemos sabemos de algunos de tus gustos, y ese hábito es precisamente uno de ello. ¿Cuáles son los lugares donde te gusta escribir?

En el cuento “Un lugar para pensar” se describe al hombre que busca un lugar público, las condiciones para pintar con letras al semejante y sus circunstancias. De hecho el bar o una cafetería es el sitio por excelencia donde se encuentran la mayor diversidad de personas portadoras de infinitas historias de tal forma que es el ámbito que nutre los relatos.

5- Seguramente sos muy buen lector. ¿Qué te gusta leer?

Leo como escribo. Corto. Me cuesta embarcarme en las lecturas maratónicas. Me asocio al escritor español Baltazar García cuando dijo “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”. Si una obra literaria es demasiado larga para ser leída de una vez, preciso es resignarme a perder el importantísimo efecto que se deriva de la unidad de impresión, ya que si la lectura se hace en dos veces, las actividades mundana interfieren destruyendo al punto la totalidad. Mis cuentos son acordes a la premura que vivimos en estos tiempos, para leer en la sala de espera, el colectivo o la cola del banco. De todas formas el cuento corto no es un género menor: Edgar Allan Poe fue pionero en el estilo y luego lo siguieron Chejov, Quiroga, Borges, Cortazar, etc.

6– Refiriéndonos a esta obra en particular que hoy nos reúne… ¿cómo surge?, ¿qué te gustaría compartir con nosotros? ¿Cuál es el relato más querido, o de tu preferencia… y en todo caso –si podés contarnos- por qué?

Creo que surge cuando tenés un mínimo de trabajos que van creciendo con el tiempo, cuando te fijas una meta de agruparlos para publicar. Luego viene el proceso más difícil, el espíritu selectivo. En el uno busca ubicarse como lector para que las historias le atraigan y puedan sentirse identificados por sí mismo o conocidos en tal sentido siempre me he esmerado en que el final sea inesperado y en algunos contrapuesto al comienzo. Como vos bien señalaste en el prólogo de mi anterior libro, “Informales”: desatar los nudos que he ido construyendo. Respecto de mi favorito podría ser “En espera” porque siento que me ha surgido con fluidez una situación que se da habitualmente con un final de desencanto irreversible…



Al concluir el evento, el contacto del público con el autor y su obra propiciaron una grata reunión de amigos, una cita con los amantes de la literatura.


Olga Starzak





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