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jueves, 9 de octubre de 2008

EL POEMA DE HOY



EN UN LUGAR DE MI PUEBLO*

“Trataré de estar siempre
en un “lugar de mi pueblo”.

Donde pueda escuchar
toda su danza.

Los arrullos del
pájaro en su nido.

El bramar de su viento
allá en la pampa.

Sus arpegios andantes
nota a nota

Al compás de su gente
Pueblo y Chacras

Y escribirle mis versos
con cariño.

Hasta el día
que no sienta más sus besos
ni sus cantos.

Y me quede sin palabras.”


Del libro “Desde un lugar de mi pueblo”, del poeta sarmientino Andrés Gómez. Homenajeado como “Poeta del pueblo” por la municipalidad de Sarmiento en 1997, es autor de varios libros de poemas. Rodolfo Montenegro, escritor de Río Mayo, lo llamó con justicia “Maestro de poetas del sur chubutense”.

sábado, 4 de octubre de 2008

LA NOTA DE HOY

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“Cien años de Soledad” de Gabriel García Márquez

Por Olga Starzak*



No hace tanto que leí Cien años de soledad. Debo decirlo, a mi criterio la novela de Gabriel García Márquez remite a la esencia y al objetivo mismo de la Literatura: la lengua al servicio de quien hace de ella una obra de arte, la estética al servicio de la creación, y el escritor experto al servicio del lector exigente. La pregunta que surge después de haber disfrutado de esta novela es si tendremos que resignarnos a la muerte de los Buendía como una forma de conformarnos con la desaparición de los “García Márquez”.
Hago esfuerzos por recordar contemporáneos que hayan escrito una obra de la magnitud de Cien años de soledad y no viene a mi mente ningún nombre. Hablo de obras escritas en nuestra lengua, claro. ¿O es que el arte sólo se aprecia en el ocaso del autor (en la mejor de las circunstancias), o después de su muerte? Esta variable que quizás sea válida en muchos casos no lo ha sido para Gabriel García Márquez porque, ya sabemos, antes de escribirla, sólo con unas cuantas páginas, algunos visionarios de las letras pudieron predecir su futuro.
Ahora bien ¿qué estado mental, de lucidez, intelectualidad, objetividad, imaginación y destreza técnica tiene que tener una persona para escribir una novela de casi cuatrocientas páginas sin dejar librado al azar un sólo párrafo? Cien años de soledad es un ir y venir de sucesos concatenados, de historias paralelas, de conexiones exactas… Y todo eso ocurre en un tiempo que el autor inaugura como tiempo real de los protagonistas, y los hace volver al pasado con la misma espontaneidad que en algún momento dice refiriéndose a Pilar Ternera: “Años antes, cuando cumplió los ciento cuarenta y cinco años…” . ¿Qué estado de desvinculación con sus personajes tuvo que lograr el autor para convertir a Úrsula (personaje que sobrepasa todas las fronteras de la saga), al final de su vida, en un juguete destinado al entretenimiento de los más chiquitos de la casa (¡un juguete propiamente dicho!); y a la hora de su muerte transmutarla en un ser que ocupaba “una cajita apenas más grande que la canastilla donde trajeron a Aureliano”?
Todo está permitido en Cien años…: lo inexistente, lo místico, lo imposible; la magia, lo esotérico, la leyenda; la ternura y la crudeza. Hasta el incesto. Esto último es un eje que va a estar presente, atravesándola, durante todo el desarrollo de la obra, desde las primeras páginas hasta las últimas: Úrsula y José Arcadio, Aureliano y Pilar Ternera (aunque esta última por ser su madre, lo evite), Aureliano José y Amaranta, Rebeca y José Arcadio (hermanos de crianza, aunque no de sangre), y muchos años después otro Aureliano Buendía y Amaranta Úrsula.
En tiempos de guerra García Márquez se permite narrar los hechos desde la pasión de los fanáticos, de la violencia sin límites y la muerte como tema central de toda la novela, tanto que prolonga, desafiándola, la vida de los personajes que elige y la inaugura en Macondo. No se cansa de imaginar y no le teme a lo inverosímil porque toda su obra es un conjunto de circunstancia que, hiladas, demuestran la profunda coherencia interna del relato. Desde José Arcadio, tendido al pie del castaño víctima de la locura, hasta Aureliano Babilonia, último de la estirpe, en su destino de descifrar los mensajes de la alquimia... Remedios elevándose en cuerpo y alma al cielo, Fernanda entregada a una operación quirúrgica espiritual, José Arcadio enajenado a su regreso de la vida con los gitanos, Melquíades y su resurrección y continuas apariciones, Petra Comes con su poder para fertilizar a los animales, Meme y su condición de boba, Aureliano y su mentira episcopal, Rebeca y su encierro eterno.
Podría seguir enumerando porque cada uno de los personajes es “el personaje”.
Y la novela, una obra maestra.
A quienes todavía no la leyeron, ¡los invito a disfrutarla!

*Escritora chubutense.


*Escritora chubutense.

domingo, 28 de septiembre de 2008

LA NOTA DE HOY






MITOS


Por Jorge E. VIVES*




La mitología de la Patagonia es exuberante. Desde Pigafetta en adelante los exploradores y viajeros que visitaron la región registraron las imaginativas leyendas aborígenes, mantenidas vivas por la tradición oral. A los mitos originales se fueron agregando otros, producto de la fusión de las creencias de los colonizadores con el acervo folklórico local. Con el tiempo la tarea de registro se fue haciendo más sistemática y científica, hasta finalmente quedar en manos de los especialistas: arqueólogos, etnólogos, antropólogos.

Una labor muy importante fue la realizada por el investigador neuquino Gregorio Álvarez quien en su libro “El tronco de oro”, al igual que hizo George Frazer en el texto de nombre parecido, registra en detalle aspectos del folklore de su provincia. En este documento de gran valor cultural cita, entre muchos mitos, una extensa lista de “duendes” y monstruos tales como la “encimera”, el “chilludo” y el “pilucho”. Otro de los seres fantásticos mencionados es el “cuero”, y su variante más aterradora, el “cuero uñudo”; una leyenda presente en toda cordillera patagónica.

Por su parte el escritor y estudioso santacruceño Mario Echeverría Baleta realizó una tarea similar con la mitología tsoneka; reuniendo el fruto de su trabajo en varios libros: “Joiuen Tsoneka (Leyendas tehuelches)” y “Cuentan los chonkes” son algunos de sus títulos. En la cosmogonía de este pueblo se destacan las figuras de Kóoch, creador del universo y la vida y Elal, el héroe civilizador. También aparece el “Gualicho”, espíritu dañino similar a los mencionados por Álvarez en su obra.

Esta mitología, constituida en base a los mitos cosmogónicos, supersticiones, creencias populares y leyendas producto de la simbiosis de elementos locales con el agregado de tradiciones culturales de diversos lugares del mundo (como la referida a la Ciudad de los Césares o a los monstruos “tipo plesiosaurio”), no solamente se reflejó en las recopilaciones de los especialistas, sino también en la narrativa de ficción.

Tiempo atrás se señaló en esta página que la figura del dios patagón Settebos, a través de la pluma de Pigafetta, fue tomada para sus obras literarias primero por Shakespeare y luego por Browning. Desde ese primer antecedente muchas otras menciones a monstruos y mitos patagónicos han quedado registradas en la narrativa. Un ejemplo reciente de la presencia de la mitología como fuente inspiradora es la novela “El Lago” de la escritora rionegrina Paola Kaufmann, que obtuvo el premio Planeta 2005.

El tema de la obra ronda en torno a la criatura misteriosa que Martín Sheffield dijo haber visto en una laguna próxima a Epuyén; aunque a partir de ese punto inicial se desarrolla una novela de trama compleja e intimista. El argumento del plesiosaurio es tomado también por Jorge Honik, escritor de El Bolsón, en “Gondwana”; una historia mencionada con anterioridad en este blog.

Por su parte Elías Chucair, referente obligado de todo escritor patagónico, dedica un cuento a otro mito. “El trauco chico”, así se llama el relato, trata sobre el “trauco”, un duende de la mitología del sur de Chile emparentado con los estudiados por Gregorio Álvarez. Esta temática no es ajena a don Elías, que en muchas de sus obras hacer referencia a las creencias y supersticiones del sur.

Una cita un tanto curiosa es motivada por la introducción de una leyenda patagónica en la novela “Magia Blanca”, de Eduardo Gudiño Kieffer. Si bien fuera de la región, ya que el argumento se desarrolla en Las Leñas, Mendoza; uno de los ejes de la obra es la búsqueda por parte de uno de sus personajes de la mítica Ciudad de los Césares, también llamada Trapalanda; a la que en 1936 el escritor chileno Manuel Rojas dedicara una novela.

Los ejemplos citados en este artículo son pocos a fin de evitar extenderlo demasiado; pero la presencia de contenidos mitológicos en las letras patagónicas es abundante. Sin embargo, a pesar su profuso empleo, estos mitos pueden seguir siendo una fuente de inspiración para los escritores regionales. En la literatura universal existen muchas obras maestras que se apoyan en las creencias y leyendas tradicionales. La riqueza de nuestra mitología sureña la hace, sin duda, terreno feraz para la creación literaria.

*Escritor y poeta chubutense.

viernes, 26 de septiembre de 2008

NUESTRO MÁS SINCERO AGRADECIMIENTO




El equipo de Literasur desea expresar su agradecimiento a Raúl Horacio Comes, un hombre sencillamente fuera de lo común, que de manera totalmente desinteresada, con su reconocida pasión por todas las expresiones culturales de la Patagonia, puso al servicio de nuestro proyecto -y por ende, de nuestros lectores- no tan sólo sus conocimientos técnicos, sino también su sentido de la estética, su capacidad intelectual y su criterio práctico para el rediseño de nuestra página web Literasur.

Con reconocida vocación y un esfuerzo meritorio y constante, Raúl Comes viene brindándole al país y al mundo entero un sitio web – Vistas del Valle - que realza y difunde las bellezas naturales de nuestra región, matizando su enorme panoplia de imágenes con la más variada información acerca del quehacer cultural de nuestro medio.

No conforme con eso, nuestro querido amigo restó horas a su propio quehacer para ayudarnos a mejorar la calidad estética de la página que estamos edificando, en nuestro intento de brindar desde la red una muestra actualizada de la literatura patagónica y de sus hacedores.

Nuestro más sincero agradecimiento a Raúl, en la seguridad de que juntos seguiremos transitando el camino del arte en sus múltiples manifestaciones, desde este lugar austral que acorta sus distancias con el mundo a través del excitante entramado de Internet.

El equipo de Literasur

*Raúl Comes es autor de Vistas del valle

jueves, 25 de septiembre de 2008

NOTICIAS CULTURALES


LA ASOCIACION SAN DAVID de TRELEW nos anuncia:

Ciclo de Conciertos

Prosiguiendo con el CICLO DE CONCIERTOS organizados por nuestra Institución informamos que el próximo Viernes 26 de Septiembre a las 19,30hs. podremos disfrutar de la CAMERATA PATAGONIA.

Interpretarán obras clásicas y del barroco de A. Vivaldi, G. P. Telemann , E. Grieg y Fischer. La presentación se llevará a cabo en nuestras instalaciones de San Martín y Belgrano-1er.Piso- de TRELEW.

La CAMERATA PATAGONIA, integrada por Ana Pomar y Susana Quilaqueo (violín), Javier Murillo (viola y violín), Darío Del Falco (violonchelo) y Paula Caviglia (flauta traversa) iniciaron sus actuaciones a principios del año 2006, en un concierto llevado a cabo en nuestra Asociación. Con posterioridad efectuaron diversas presentaciones en la zona con singular éxito. Es de destacar que sus integrantes son profesores de las Orquestas Infanto Junveniles de Trelew y Puerto Madryn.

Invitamos cordialmente a esta nueva presentación de la CAMERATA PATAGONIA.