google5b980c9aeebc919d.html

martes, 17 de septiembre de 2013

EL POEMA DE HOY



La Chacra en Confluencia


 Por Marina Kohon (*)




La casa rodeada
por el camino de piedras,
piedras que chasqueaban
anunciando unas pocas
llegadas y partidas.
Un balcón estirándose
hasta tocar el Limay,
de telón barda rebelde,
un jardín,
toda la chacra era un jardín,
un pino
artífice de los rituales de navidad,
una farola- partenaire de danzas.
Una calesita y una hamaca.
Más allá
la acequia,
las ranas
besándose en la orilla,
el bajo
(sacrílegos los pasos
que osaban internarse)
los rayos de sol
filtrándose en ocres
entre las hojas caídas.
Una mesa de troncos,
un banco,
lugar de reunión de los peones.
Después, los frutales y las vides.
Por encima, el ojo de una nena
comprendiendo la abstracción de lo lejano.

........................................................





La hija observa a la madre
desde la hamaca, detrás del ciruelo
estudia sus movimientos
y los fija 
en el lugar donde se guardan los recuerdos
Con los años, volverá
una y otra vez
buscando lo que sostenía a la imagen.


......................................................................

contra las bardas
los pastos amarillos
sostenían la vibración 
del color y la luz
en sus flores diminutas,
eran pequeños
chispazos
despojándose de su geometría
en el viento
así comprendió
que también se podía vivir
en forma intermitente.

...............................................................

Una nena
recorre la casa enorme
hay muebles
que no alcanzan a llenarla
igual camina
con cuidado
para no tropezar 
con los secretos 
que la habitan
aunque sepa
en lo más profundo, sepa
que un día
dará con un cajón
que inevitablemente
abrirá la grieta de su vida.





(*) MARINA KOHON (Mar del Plata, 1965)  vivió  algunos años en Neuquén y luego en Bahía Blanca, donde reside actualmente. Es  poeta, traductora de poesía y profesora de inglés. Coordina  un Club  de Lectura de Literatura Irlandesa desde el 2010. Publicó  La Ruta del Marfil (2012), y está pronto a editarse Banshee. Tiene además tres libros inéditos. Colabora con sus traducciones de poesía en los Otra Iglesia es Imposible,  El Poeta Ocasional y La Biblioteca de Marcelo Leites. El poema publicado pertenece al volumen  "de la Chacra al Cielo" (inédito).


Bookmark and Share

viernes, 13 de septiembre de 2013

EL POEMA DE HOY




MI FRASE OSCURA

Por Daniel Montoya



Mi voz
sombra del viento
nacida en una selva colorada
hoy transita el desierto
viendo al mar como morada.

Camino
de poeta maldecido
sueños y realidades mezcladas
infancia aquella que has crecido
jugando tardes bajo la arbolada.

Río
de infinito destino
horadando recuerdos de madrugada
horizontes verdes en mi bosque albino
de remanso disfrazas tu cascada.

Golpes
y tropiezos en siesta
enderezarse y sacudirse la carne mal tratada
y la vida otra noche asesta
y de nuevo esperamos la madrugada.

Crecemos
y nos creemos dueños de nuestro destino
y ya nada son para juegos nuestras escapadas
atrévete a jugar como cuando niños
entre la luz y las sombras de hojas despeinadas.

Amar
amarte cada día
en palabras latidas en tintas oxidadas
de piel y sabores la poesía
imborrable el instante de pasiones exiliadas.

Creer
posible detener el río del tiempo
en un soplo del otoño del primer copo de la nevada
que el golpe en la puerta no sea sólo del viento
que vendaval sea tu llegada.


Bookmark and Share

martes, 10 de septiembre de 2013

EL POEMA DE HOY



LA LUNA SUREÑA


       Por Carlos Basabe Cerdá (*)



Una noche que volvía por las calles de las chacras
descubrí la luna nueva que asomaba por las bardas.
Pensé,¡qué hermoso sería! verla remontando el río
y reflejada en las aguas, del serpenteante camino.

Empecé a hurgar sus dibujos, para encontrar la silueta
de la Virgen y Jesús, según dice la leyenda.
Y cuando ya parecía que de repente la hallaba
unas nubes me impidieron encontrar lo que buscaba.

En esas noches australes cuando la cripta del cielo
muestra arrobado al lucero, que se adelanta radiante,
la luna parece un queso, de color plata argentado
dispuesta a bajar al patio, con su atavío brillante.

Cuántas veces en invierno, saliendo a martinetear
recorrimos los faldeos sin encontrar casi nada.
No equivocamos el sitio, ni tampoco la distancia
era aquella luna nueva que su luz nos delataba.

En las costas del Salado pasó lo mismo pescando.
La luna, farol del gaucho, encendía su luminaria,
y terminaba en tertulia la reunión en la bocana
del famoso “Desemboque”, pescadero de horas largas.

Cuando regreso a mis pagos, aunque quisiera evitarlo,
miro de noche hacia el cielo, cual si estuviera buscando
aquella luna de plata, que al lucero le hace horario,
y llevarla en mis retinas, con otros astros lejanos.

Musa del bardo coplista, que al amor le está cantando,
cuando quieras conocer a esa luna enamorada
no busques en otra parte, que esa bola centelleante
sólo se encuentra en Regina, lo demás es cosa aparte.



(*) Escritor de Villa Regina, radicado en Palma de Mallorca (España) desde 1981. Autor de los libros “Vasco, Sudaca y Mallorquín” (cien años de biografía familiar), “Calles de Tierra” (personajes e historias contemporáneas de Villa Regina), “Malvinas 2010, Operación Comando” (historia novelada. También puede obtenerse en internet), “La Argentina Autodestruida” (ensayo dedicado al año del Bicentenario), “El niño” (autobiografía), “Leyendas baleares y argentinas” (recopilación y análisis de leyendas). Tiene un volumen de cuentos y poemas en preparación.


Se agradece al señor Guillermo Pirri Argentino  el haber permitido conocer la obra de este escritor reginense; junto con otros exponentes de la cultura regional en sus blogs “Rincón Barda Sureña” (/http://www.rincobardasur.com.ar/), “Bien de Regina” (http://bien deregina.com.ar/) y “El Reginense” (http://www.soyreginense.com.ar/). “Al publicar este poema en el último blog, incluyó la siguiente introducción: Conocida es la diferencia de la bóveda austral comparada con otros sitios del mundo.  La brillantez de las estrellas y la de la luna es característica solamente en el Cono Sur.  Cualquier persona medianamente sensible, sin pagar absolutamente nada, encuentra en la contemplación nocturna, la más maravillosa recompensa”.
Bookmark and Share

viernes, 6 de septiembre de 2013

EL POEMA DE HOY



Sortilegio


Por Pablo Lautaro (*)



Solo.
Postrado ya de tiempo
en la misma tierra que lo cobija.
Informal, misterioso,
con sudor de mañanas de niebla
y tardes de invierno.
Corroído
pero no corrompido
de historias y fatigas
de faenas eternas…
nacido del mismo árbol
que le da sombra.
Una lágrima se desprende
junto a una hoja
que besa su cara superior
exigiendo perdón
caricia del tiempo
que parece no marchar.
Se ha detenido el aguacero
otra mano lo levanta, 
sale de nuevo al ruedo
dos bueyes esperan
es otro tiempo plagado de misterio.




(*) Escritor neuquino. De su poemario “Huellas”.
Bookmark and Share

lunes, 2 de septiembre de 2013

LA NOTA DE HOY




DE PECIOS Y NAUFRAGIOS

Por Jorge Eduardo Lenard Vives




   Los naufragios constituyen uno de los principales motivos de inspiración para la Literatura regional. Las naves que, hartas de pelear con el vendaval y el oleaje, encallaron buscando el engañoso refugio de la costa o se fueron a pique para descansar en el lecho marino, ejercen sobre los escritores una fascinación que las hacen objeto de muchas piezas narrativas o del género didáctico.

   Una de las obras de ficción más conocidas al respecto es el libro “Los náufragos del Jonathan”, de Julio Verne; en el cual el buque zozobrado da lugar a las aventuras de los obligados pobladores del islote Hoste. Por su lado, las “Pequeñas Historias Marineras” de Hugo Covaro incluyen algunos cuentos de naufragios; como “El astillero de Bahía de las Nutrias”, “El ancla del Villarino” y “El ciego de las carabelas”. Y el argumento de la novela “El secreto sumergido”, del autor deseadense Cristian Norberto Perfumo, se desarrolla en torno a la silueta de un buque siniestrado frente a esas costas: la corbeta Swift.

   Pero es entre los ensayos donde se encuentra la mayor cantidad de páginas dedicadas al asunto. Uno de ellos es “El naufragio de la HMS Swift. 1770. Arqueología marítima en la Patagonia”, escrito por Dolores Elkin y Cristian Murria. Allí se narra las reales circunstancias de la recuperación de los restos de la nave que Perfumo utilizó en su novela. Fue también un texto, el diario del tripulante Erasmus Gower, el que permitió a uno de sus descendientes arribar a Puerto Deseado dos siglos después y reflotar la leyenda que culminó con el raque de los restos.

   Otras obras que se pueden mencionar son “Naufragios en el Cabo de Hornos, Isla de los Estados, Magallanes, Península Mitre, Malvinas y Georgias del Sur” de Carlos Pedro Vairo (complementada con la “Carta histórica”, un mapa que ubica los faros, naufragios y otros puntos citados en el libro), “Monte Cervantes y el Capitán Dreyer”, de Adriana S. C. Posan, “La tempestad y después. Naufragios en el Cabo de Hornos” de Hernán Álvarez Forn; y “Naufragios y algo más”, de Pancho Sanabria. Ricardo Rojas, en “Archipiélago”, dedica dos capítulos al tema; uno de los cuales, “Nómina siniestra”, es la enumeración de los accidentes ocurridos en las aguas que rodean al Onaisín. Toma muchos de ellos de la crónica “Magallanes”, del “publicista” chileno Manuel Zorrilla C. En “Naufragio del Virgen del Rosario”, el escritor comodorense Alfredo Ismael Lama describe vívidamente un naufragio, pero ocurrido lejos de las costas de la región: en el litoral bonaerense.

   Contraparte los naufragios, son los faros; construidos para guiar a los navegantes y evitar su perdición. Se instalaron muchos años después de que los primeros navegantes surcaran esta agua; siendo su falta uno de los factores que, unido a las extremas condiciones climáticas del mar sureño, sembraron de pecios las costas. Por supuesto, fueron objeto de ensayos. Por ejemplo, el libro “Cabo Blanco. Historia de un pueblo desaparecido”, de Carlos Roberto Santos; o “La Isla de los Estados y el Faro del Fin del Mundo”, del ya citado Carlos Pedro Vairo. Y de obras de ficción, como “El faro del fin del mundo”, de Julio Verne; y el cuento “El hombre del faro”, de las historias marineras de Hugo Covaro.

   Analizado como mero tópico literario, un hundimiento pierde mucho de su dramático significado. Pero basta un poco de imaginación para suponer lo terrible de esos naufragios, que ocasionaron la muerte en las frías aguas australes de cientos de marinos. Según dice la leyenda, sus almas se reencarnan en los albatros que sobrevuelan las olas. Qué mejor entonces, para cerrar esta nota, que transcribir los versos de la poeta trasandina Sara Vial, grabados en el mármol del monumento que Chile alzó en el Cabo de Hornos para recordar a los valientes que dejaron su vida en esas latitudes: 



Soy el albatros que te espera

En el final del mundo.

Soy el alma olvidada de los marinos muertos

que cruzaron el Cabo de Hornos

desde todos los mares de la Tierra.

Pero ellos no murieron

en las furiosas olas

Hoy vuelan en mis alas

hacia la eternidad

en la última grieta

de los vientos antárticos,





Bookmark and Share