(Poema
sin título)
Por
Nice Lotus (Luis Gorosito Heredia) (*)
Asomada
al balcón de la Bahía
ríe
la única calle de Ushuaia,
y
son Tierra del Fuego y el mar indio
los
carceleros de esta perla rara.
Ahora
es el sol de oro que azulea
el
mar sereno y la feraz montaña,
y
resplandece en pastizales verdes
sobre
una dulce beatitud aldeana:
en
el azul del cielo, las redondas
nubes
pasean por las nieves blancas,
aparece
el picacho del Olivia
embanderado
con la enseña patria,
y
un acorde tenaz de Himnos lejanos
suena
en las trompas de la Catarata.
Y
ahora los gigantes se enfurruñan,
se
esconde el sol y se derrumba el agua,
e
impelidas del viento de las cumbres,
la
nieve vuela y la neblina avanza.
Y
la vida se muere,
y
el espejo se empaña,
y
la luz de los barcos tremeluce
en
girones de sombras enredada.
¡Asomada
al balcón de la bahía
sufre
en silencio y soledad Ushuaia!
¡Pero
otra vez el sol! Triunfal asoma
como
un canto a la fe y a la esperanza.
Acaricia
la calle, las casitas,
la
alfombra de la nieve y de las aguas,
y
penetra en la cárcel, en la pústula
del
corazón de la progenie humana…
¡Pobres
penados, que tan lejos vienen
a
saber de belleza! La campana
de
la Iglesia en medio del paisaje,
con
su monótona voz, a todos habla,
y
se van transformando, y lentamente
les
va saliendo del sepulcro el alma…
¡Dulce
Argentina Austral! ¡Tierra que pudo
ser
suelo negro, pero es cumbre blanca!
Tiene
armonía en el boscaje inmenso,
amapolas
de sangre, y lontananza,
de
toldos indios y rebaños claros,
y
una bahía que es una almohada
con
estrellas de mar y los diamantes
de
la gran Cruz del Sur. La amó la Escuadra
con
sus marinos y con sus cañones
que
aquí se turnan para cortejarla.
¡Y
nadie más! Los otros argentinos
olvidada
la tienen en el mapa,
y
hundida en las auroras boreales,
en
el confín de la leyenda patria,
asomada
al balcón de la Bahía,
sueña
en un triunfo de belleza, Ushuaia.
(*) Sacerdote salesiano, autor del libro “Penínsulas
del Cielo” (Editorial Centauro, 1947). Falleció hacia el año 1975. Este poema
fue transcripto por Ricardo Horacio Caletti en su libro “La Literatura de
Tierra del Fuego” (Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires, 1975). Según
cuenta el escritor, por consejo del padre Juan Esteban Belza consultó el libro
de visitas de la Biblioteca Popular Sarmiento, de Ushuaia; y entre sus páginas
halló la obra aquí reproducida, fechada el 18 de enero de 1936. Posteriormente
profundizó en la historia de su autor, obteniendo la información que también se
copia en esta breve reseña bio–bibliográfica.