1816 - 9 de Julio - 2011
El futuro se construye de pasados. Basándonos en ellos, comprendemos, aprendemos, corregimos. Conocer nuestro pasado nos permite conocernos pues el mismo constituye nuestras raíces, nuestro origen y el de muchas de nuestra actuales actitudes, las buenas y las malas. Nuestra historia patria tiene también sus hitos y el mayor y más significativo fue sin lugar a dudas la Declaración de nuestra Independencia. Ya que, desde allí, comenzamos a perfilar nuestra propia identidad, consolidando nuestras costumbres, ordenando las leyes que nos regirían desde entonces y construyendo nuestros derechos, para sentirnos realmente libres y soberanos.
Los hombres que participaron de ella no vacilaron en arriesgar sus cómodas posiciones personales, económicas y sociales. Abandonaron sus heredades para volcarse de lleno a esa quimérica empresa a la que habían sido convocados por sus utopías de construir una nación americana, que soltara las amarras coloniales que la sujetaban, como había acontecido pocos años antes con las colonias inglesas del norte del continente, o con la emancipación del pueblo francés a la opresión monárquica que imperaba sobre ellos.
Ser independientes, es ser libres, no solo físicamente sino de pensamiento. Poder desarrollar la propia historia día a día es hoy nuestro desafío y cada uno de nosotros, responsablemente, debe asumir el compromiso para que esa vieja gesta histórica que hoy rememoramos haya tenido un justificado sentido, más allá de sus prohombres, más allá de las anécdotas, y como soñara Alberdi, podamos construir nuestras verdaderas bases nacionales partiendo del trabajo, la solidaridad y el respeto.
Solo así tendrá sentido festejar la historia, conociéndola, comprendiéndola y aprendiendo de ella para que juntos podamos escribir un nuevo capítulo.
Ése, será nuestro desafío.
Los hombres que participaron de ella no vacilaron en arriesgar sus cómodas posiciones personales, económicas y sociales. Abandonaron sus heredades para volcarse de lleno a esa quimérica empresa a la que habían sido convocados por sus utopías de construir una nación americana, que soltara las amarras coloniales que la sujetaban, como había acontecido pocos años antes con las colonias inglesas del norte del continente, o con la emancipación del pueblo francés a la opresión monárquica que imperaba sobre ellos.
Ser independientes, es ser libres, no solo físicamente sino de pensamiento. Poder desarrollar la propia historia día a día es hoy nuestro desafío y cada uno de nosotros, responsablemente, debe asumir el compromiso para que esa vieja gesta histórica que hoy rememoramos haya tenido un justificado sentido, más allá de sus prohombres, más allá de las anécdotas, y como soñara Alberdi, podamos construir nuestras verdaderas bases nacionales partiendo del trabajo, la solidaridad y el respeto.
Solo así tendrá sentido festejar la historia, conociéndola, comprendiéndola y aprendiendo de ella para que juntos podamos escribir un nuevo capítulo.
Ése, será nuestro desafío.
Jorge Alberto Baudés
9 de julio
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