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viernes, 4 de abril de 2008

EL POEMA DE HOY

VIENTO PATAGÓNICO






Por Mario Cabezas*



Ay Patagonia venteada

dura borrasca del Sur

la tempestad descreída

llena las pampas de sal;

Ay ventolera...

Ay ventarrones, mi arraigo

tiembla con el temporal

brisas con sueños de furia

cierzos que son huracán;

Ay ventolera...

Ay la tormenta silbante

vuela mis flores al mar

la primavera me ayude

a parar el vendaval

Ay ventolera...

Si la ventisca no amaina,

nadie me viene a ayudar,

la anegaré de petróleo

y un contraviento de gas;

Ay ventolera...

Ay vendaval...

*Escritor comodorense, incursionó tanto en la poesía como en la narrativa. Ha obtenido diversos premios por sus obras. Es un colaborador habitual de las páginas literarias de la prensa local. “Viento Patagónico” pertenece al conjunto de poemas “Patagonia Universal”, incluido en su libro “Remolinos”.

miércoles, 26 de marzo de 2008

NOS ESCRIBEN

DESDE CHILE nos escribe el poeta Rodrigo Verdugo (orfico_77@hotmail.com) para enviarnos la siguiente información:

ESTIMADOS AMANTES DE LA POESÍA:
Se publicará una revista antológica "LABIOS MENORES" por ediciones Derrame.
La revista propone reunir poemas de poetas chilenos y extranjeros bajo una mirada creativa para el deleite del lector.

Este número reúne los siguentes poetas:

Federico Schopf,
Leonor Dinamarca,
Andrés Morales,
Claudia Provoste,
Andres Morales,
Rodrigo Verdugo,
Gabriela Trujillo,
Rodrigo Hernandez,
Elvira Hernandez,
Hector Hernandez,
Eduardo Yañez,
Roberto Yañez,
Marcela Saldaño,
Tomas Harris,
Renato Irrarazaval,
Julio Carrasco,
Javier Bello,
Simon Fierro,
Carlos Sedille,
Juan Calzadilla,
Juan Negro,
Stella Diaz Varin,
Marcelo Bordese,
Christian Schmidt,
Fernando Palenzuela,
Maria Magdalena
Katalina Gonzalez
Alejandro Puga
Ana Montrosis
Daniel Carvallo
Aldo Alcota



La revista se verá ilustrada por los pintores Daniela Gallardo, Enrique de Santiago, Aldo Alcota, Miguel Angel Huerta y Roberto Yañez.
Sus editores son Roberto Yañez y Rodrigo Verdugo.
La revista será en blanco y negro y se editarán 150 ejemplares.
Cada ejemplar costará 3000 pesos chilenos.
Si Ud. desea suscribirse antes para colaborar con la realización de la revista podrá adquirirla a través de la persona que lo contacte ya que esta persona tendrá un talonario para la venta anticipada. Durante el lanzamiento podrá retirar su ejemplar con su comprobante o si no puede asistir le será entregada en su domicilio.
Si desea colaborar con mas dinero pondremos un aviso en la revista con los datos de su negocio o similares.
Muchas gracias por su atención. Ud puede contactar al editor Roberto Yañez en el 2732542 o a Rodrigo Verdugo en Chile al 7104274.
A Aldo Alcota desde Europa lo pueden contactar al aldosurrealista@yahoo.com.

domingo, 23 de marzo de 2008

LA NOTA DE HOY


EL CUENTO POLICIAL EN LA LITERATURA PATAGONICA


Por Jorge E. Vives*


El cuento policial pertenece a un género que tiene un lugar ganado por derecho propio en la literatura. Muchos reconocidos escritores lo prestigiaron. En nuestro país Jorge Luis Borges fue uno de sus principales cultores. Además de la serie de relatos de “H. Bustos Domecq” y su criollo detective Isidro Parodi, escrita en compañía de Bioy Casares, Borges creó sus propios relatos policiales. De hecho, algunos de sus mejores cuentos, como “El jardín de los senderos que se bifurcan”, “El hombre de la esquina rosada”, “La brújula y la muerte”, e inclusive, en cierto modo, “La intrusa”, pertenecen a este género muchas veces, e injustamente, calificado de “menor”.

¿Qué se entiende por “cuento policial”? A fuer de sintetizar, se agrupa en esta clasificación los relatos que algunos críticos más puristas dividen en distintos subgéneros; desde la narración esencialmente “detectivesca” hasta el cuento emparentado con la “novela negra”. A pesar de su aparente disparidad, todos estos relatos tiene en común dos elementos, que se combinan en distinta proporción: el misterio y la investigación que lo resuelve. El misterio puede o no ser un crimen; aunque generalmente lo es. La investigación puede correr por cuenta de la policía, de un investigador privado, de un simple aficionado. O de nadie, y ser un arbitrio del autor para desarrollar la narración. Y si bien el esquema clásico implica inicialmente la presencia del misterio, seguida de la investigación y del hallazgo de la solución, el orden puede variar, dando lugar a un sinnúmero de posibilidades que siempre actúan como incentivo para que los escritores intenten el género.

La literatura patagónica no ha escapado a ese influjo. En su “Ensayo de historia literaria patagónica”, Leonor María Piñero nos recuerda que uno de los primeros logros del escritor rionegrino Rodolfo Walsh fue ganar un concurso de cuentos policiales. Estos relatos eran “policiales” en el sentido preciso del término. Pero al escudriñar en los cuentos de otros autores patagónicos tratando de identificar aquellos que respondan a las características “policiales”, se debe adoptar un concepto ampliado del género.

Por ejemplo, en el cuento “Diario de un perro” de su libro “Patagonia Sur”, Echeverría Baletta desarrolla una trama policial vista desde un singular punto de vista, en el cual el criminal resulta impune por una curiosa circunstancia. Rodolfo Peña, en su volumen “Cartas del pueblo”, incluye el cuento “La Juanita”, donde el autor del crimen recibe un inesperado y terrible castigo. En “El visitante”, de Oscar Camilo Vives, el misterio y la explicación –que corre por cuenta del lector– se superponen. “La última entrega”, de Fernando Nelson, incluida en el tomo “El Retorno”, tiene un toque de narración “negra” en su insospechado final. Tanto Elías Chucair en “Cobrando cuentas” (incluido en sus “Cuentos y relatos”), como Leonardo Tuso en “Las botas amarillas” (de “Fue por donde el diablo perdió el poncho”), desarrollan sendas historias en las que el misterio constituye el sorpresivo cierre, precedido de una explicación que aclara motivos y circunstancias Y así podríamos seguir citando ejemplos.

Tal vez los mencionados no sean cuentos estrictamente “policiales”, tal vez en ellos no haya detectives sagaces ni deducciones geniales; pero esos relatos reúnen básicamente las condiciones que aseguran la intriga y el suspenso alrededor de un misterio que debe ser aclarado. De todas maneras, el presente estudio pretende en su brevedad citar sólo unos pocos autores y unas escasas obras. Una investigación más profunda revelará sin duda otras creaciones literarias patagónicas que incursionan marcadamente en el género. Siendo este un artículo corto su finalidad no es proporcionar una información completa sobre el tema, sino apenas servir como un “llamado de atención”.

A lo mejor alguna vez un editor, atendiendo o no a este “llamado de atención” pero conciente del valor de la literatura patagónica, se decida a encarar la aventura de editar una antología del cuento policial patagónico. Tendrá entonces abundante material para seleccionar el que finalmente va a publicar; una selección seguramente difícil por la buena calidad de las obras existentes.

*Escritor chubutense.

viernes, 21 de marzo de 2008

EL POEMA DE HOY




Kakel y el Cóndor

de Iris Lloyd*


Tirado de espalda
Sobre el duro suelo
Kakel observa al ave volar.
Indiferente, soberbio,
Emperador del cielo.
El cóndor planea
En total libertad
Kakel es tehuelche,
Antiguas leyendas
de ancestros valientes,
de cóndores y águilas
lo hacen soñar.
El también
querría ser cóndor
Y poder volar.
De pronto, se pone de pie.
Abre los brazos como si fueran alas
Y envuelto en sueños de gloria futura
Echa a correr.
La tribu afligida
que buscaba al niño
lo encontró caído,
allá en el barranco.
.
Su cuerpo sin vida.
Pero plasmada
en su rostro la felicidad,
pues dejó de ser un niño
para volverse cóndor
Y poder volar.


*Escritora chubutense.

jueves, 13 de marzo de 2008

EL POEMA DE HOY


ALBA

de Federico García Lorca*



Mi corazón oprimido
siente junto a la alborada
el dolor de sus amores
y el sueño de las distancias.
La luz de la aurora lleva
semillero de nostalgias
y la tristeza sin ojos
de la médula del alma.
La gran tumba de la noche
su negro velo levanta
para ocultar con el día
la inmensa cumbre estrellada.

¡Qué haré yo sobre estos campos
cogiendo nidos y ramas,
rodeado de la aurora
y llena de noche el alma!
¡Qué haré si tienes tus ojos
muertos a las luces claras
y no ha de sentir mi carne
el calor de tus miradas!

¿Por qué te perdí por siempre
en aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
como una estrella apagada.


* Poeta español (Granada - 1898-1936)