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lunes, 2 de mayo de 2011

EL CUENTO DE HOY




MUJER
(*)



de Juan Bautista Vallés

Homenaje al pintor Sívori, por el “Despertar de la criada”





Toda ella transpiraba sensualidad.
Era una sensación atropellada, que te llevaba por delante. De la que no podías huir. Tenía la fuerza de la juventud y la virtud recién perdida.
No había algo especial que te llamara la atención, era todo a la vez. Su olor a piel suave, sus ojos que llamaban y tocaban con un poder enérgico, su boca de risas fáciles y de escasas palabras.
Estaba por pedirle que me dejara entrar en sus sueños, pero comprendí que debía penetrarlos. Eran sueños de joven, poco contaminados por las debilidades humanas. Pero lleno de pasiones que, como en un inmenso mar, lo habitaban deseos. Confusos, urgentes, deseosos.

Las sábanas exudan olor a amor; mezcla de semen y flujos uterinos.
La mujer exhibe naturalmente el cuerpo incitante.
El amante no está, ¿se habrá ido?
¿O es el pintor, que retrata esa femenina figura?
¿Cuál es real? ¿El cuadro al óleo, o la cama y el cuarto del que toma su inspiración el pintor?
La mujer no parece cansada, la vida que la agobia se ha calmado por espasmos coronados en un suspiro final.
La mujer está por comenzar a cambiarse, o mejor a vestirse. Sepultará el ropaje del amor, que está hecho de piel suave y caliente, bajo las telas blancas y negras del vivir en sociedad. Una cofia, una blusa, una pollera, la harán parecer una mujer más.
Sus pies desnudos, algo más largo que los comunes, calzarán en unos zapatos ajustados, como un símbolo de la opresión social.
La mujer no tiene nombre. ¿O tiene tantos?
No habla, solo muestra su cuerpo en clave de ofrecerlo por amor.
Sus senos generosos sentirán la succión desesperada de un niño oculto en un adulto excitado. Sus pezones rojinegro han estado firmes pero ahora descansan.
Las piernas, firmes y fuertes, guardan la postura de estar separadas y oferentes.
Una vela junto al jergón repartirá, repartió, luces y sombras difuminadas por las vacías paredes, por el piso de cemento alisado, por un techo renegrido por el humo de pabilos incendiados.
Su rostro de mentón fino muestra decisión. Sus cabellos negros están revueltos por las caricias del amor. Y son un marco apropiado a esa cara que exhibe una sonrisa de satisfacción.
En la habitación hay un silencio total, roto a veces por los ruidos del elástico de la cama que, como una barca, flota al compás de los movimientos del cuerpo.




(*) De “El tercer libro”, Biblioteca Popular Agustín Álvarez, Trelew (Chubut) - 2008






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viernes, 29 de abril de 2011

EL POEMA DE HOY




INSOMNIO OTOÑAL
(*)




por Griselda Jones de Redondo




Nuevamente es otoño y atardece mi alma.

¡Cómo acallar este loco borboteo de cigarras

que se ha instalado en la repisa azul de los recuerdos!


Quisiera fundirme en la llovizna que besa los cristales,

resbalar por las sábanas del tiempo, detenerme

una y otra vez... ¡Sí! Detenerme en el silencio y

ahogarme en su tibio murmullo de jazmines.


Es otoño y atardece mi alma y se deshojan las horas

sobre la piel anochecida. Nada es igual.

Es inútil dibujar el canto de los grillos cuando

las rayuelas han perdido sus contornos... o atrapar

con la mirada
las voces que se fueron más allá del horizonte.


¡Cómo acallar ese loco borboteo de palabras

que se anuda al fuego de este río interior que me

abreva y me profana!


Los espejos del insomnio multiplican las imágenes.

Las paredes huyen despavoridas por el hueco de la noche.

La llovizna se detiene en la curva de mi voz.

Bebo otro sorbo de soledad

y me consumo y me río y me desintegro en un redondel

de cigarras y jazmines.

Nuevamente es otoño y amanece mi alma.




(*) Este poema obtuvo mención especial en el Eisteddfod del Chubut - año 1998.


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martes, 26 de abril de 2011

EL POEMA DE HOY





HERMANO ÁLAMO



de Gonzalo Delfino (*)



Mi corazón ya no alienta otro gozo:
ser como este álamo, osado arquero,
que en la oscura gleba sus raíces hunde
y en su savia dardea celeste fuego!

Ser del inasible azul fiel mensajero;
sentirse hermano de un mismo sueño:
¡brote dichoso del seno de la tierra
que nutre callada vocación de cielo!

Reverdecida llama, vertical anhelo;
árbol encendido en empinado vuelo,
de alado corazón alborozado
y sonoro follaje suelto al viento!

Mi corazón ya no alienta otro gozo:
ser como este álamo, tirso quimérico,
mansión del canto, atalaya de auroras;
¡trémulo salmo camino del cielo!




(*) Del volumen "Voces de la Tierra" - 2da. edición - abril de 1980 - Editorial El Regional - Gaiman (Chubut).



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lunes, 25 de abril de 2011

LA MARCA DE HOY




CIEN MIL VISITAS



Hay cifras que impresionan con solo pronunciarlas.

Las que aluden a un centenar, por ejemplo, suelen ser emblemáticas, porque parece connotar un "todo", la idea de abarcar una unidad completa.


Eso sucede cuando decimos "el cien por ciento" o cuando se acuñan frases procurando un sentido de integralidad, como las "cien cualidades" de Moliere o los "cien años de soledad" de García Márquez.

Y en el afán de enfatizar, a veces al ciento se le añade el millar, como aquella frase de amor tan citada: "Podré escribir cien mil estrofas, podré rimar millones de versos, podré partirme el alma en ese intento, y jamás podré expresar todo lo que te quiero."


Literasur acaba de superar las 100.000 visitas.


Para nosotros significa haber atravesado una barrera importante, porque es representativa de la permanencia, de la continuidad, de un propósito firme, sostenido a lo largo de tres años y tres meses de presencia en la red.


El objetivo ha sido y es simple, modesto y bien conocido por todos los amigos lectores: difundir las letras y la cultura regional patagónica.

Cien mil visitas son significativas, además, porque nuestro conteo nos muestra que la cifra se compone de lectores de 25 países, de los cuales el 57,4% corresponden a Argentina, 35,6% a países latinoamericanos, 4,8% a España y el resto a países a los que nunca imaginamos que podríamos llegar, como EE.UU., Rusia, Israel, China o Rumania.


Estas lecturas superan en promedio -otra vez el número talismán- las cien visitas diarias. Para Literasur es un número auspicioso, una señal altamente alentadora.

Y queríamos celebrarlo hoy con todos ustedes, queridos lectores frecuentes, por ser quienes le dan contenido real y palpable a nuestra razón de ser.

Muchas gracias por vuestra constante presencia.


EL EQUIPO DE LITERASUR

jueves, 21 de abril de 2011

EL POEMA DE HOY

Ilustración: Ramón De La Fuente





QUE TODO MI CANTAR ME JUSTIFIQUE


Por María Julia Aleman de Brand (*)




Mi canto estuvo siempre enamorado
de esta tierra paisana y fronteriza,
fue un puñado de sal y de ceniza
por el viento del Sur desparramado.

Y a veces, ni fue canto, sino un grito
libertado, por fin, de su envoltura;
una flecha en el aire a la ventura,
una estrella lanzada al infinito.


Pero flecha o estrella, su elemento,
su materia vital y primitiva
fue la tierra. Que en ella sobreviva
más allá de la vida y su momento...

Más allá de mi cuerpo y de su escoria
mi canto vivirá, fiel testimonio
de todo lo que fue mi patrimonio
y ha de ser una parte de su historia.

Y yo he de estar ahí: detrás del canto
de todo lo que amé y volví poesía,
de todo lo que fue lírica mía,
la razón de mi risa o de mi llanto.

La razón de mi búsqueda en la vida
sin saber, al final, lo que buscaba.
Sabiendo, nada más, que se me daba
el canto como punto de partida.

Y a ese canto fui fiel, cada jornada,
en espíritu y alma fui tu amante.
Oh Sur de mi recuerdo más distante!
Oh Sur de mi voz última y callada!

Yo te amé, tierra Sur, amé tu viento,
la arisca desnudez de tu montaña,
el bosque, con el árbol en su entraña
y el lago con azul de firmamento.

Amé el cielo de estrellas constelado,
la libre infinitud del campo abierto,
y en toda la aridez de su desierto
los matojos de pasto calcinado.

Dame un poco de tí, tierra sureña,
para cuando cumplido esté mi plazo:
abre el pardo frescor de tu regazo
y recibe mi cuerpo en su estameña.

... y el lugar de mi tumba identifique
un silvestre manojo de mosqueta.
Tierra mía del Sur, si he sido poeta
que este canto de amor me justifique...




(*) Este poema obtuvo el Primer Premio en el Minieistedvod 1981 - Del volumen "Soy Poesía,búscame en el Sur" - Ed. Asoc. de Escritores del Oeste del Chubut - Esquel, 1993.






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