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domingo, 12 de mayo de 2013

EL POEMA DE HOY




PAÍS DE LA SAL


Por Ramón Minieri (*)



Este
es el país de la Sal
el país de la sed

la sed
es un árbol sin párpados
de cornamenta blanca

y del árbol de la sed
crecen
las varas de los rabdomantes

varas enhiestas
que despiertan manantiales
cuando piafan

este
es el país de la Sal

el comienzo
del comienzo de todas las aguas.


(*) Cordobés de nacimiento, rionegrino por elección, radicado en Río Colorado. Es bibliotecario y docente universitario; con formación y vocación de escritor. Desde hace más de 30 años escribe poesía, a la que considera la palabra misma y su forma de vida. En ese género publicó “Libro del Otro Reino y Fábulas de Mutación”, “Libro de los últimos días” (1995). La reina loca (poesía, 2012), País de la sal (poesía, 2010) “Las piedras, el agua” (poesía, 2002 - 2011), “Libro de ciudades” (poesía, 2009). Además publicó el ensayo “Ese ajeno sur”. Otra de sus obras es “Historia de Olvidos”.

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EL POEMA DE HOY




PAÍS DE LA SAL


Por Ramón Minieri (*)



Este
es el país de la Sal
el país de la sed

la sed
es un árbol sin párpados
de cornamenta blanca

y del árbol de la sed
crecen
las varas de los rabdomantes

varas enhiestas
que despiertan manantiales
cuando piafan

este
es el país de la Sal

el comienzo
del comienzo de todas las aguas.


(*) Cordobés de nacimiento, rionegrino por elección, radicado en Río Colorado. Es bibliotecario y docente universitario; con formación y vocación de escritor. Desde hace más de 30 años escribe poesía, a la que considera la palabra misma y su forma de vida. En ese género publicó “Libro del Otro Reino y Fábulas de Mutación”, “Libro de los últimos días” (1995). La reina loca (poesía, 2012), País de la sal (poesía, 2010) “Las piedras, el agua” (poesía, 2002 - 2011), “Libro de ciudades” (poesía, 2009). Además publicó el ensayo “Ese ajeno sur”. Otra de sus obras es “Historia de Olvidos”.

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miércoles, 8 de mayo de 2013

EL POEMA DE HOY





De olor a naranjos y olivos

Por Alicia Cristina



En latidos de viento llevo
la tierra algarvía de mis mayores
desde que aventurados a lomo del Atlántico
desembarcaran con ocres y azules
en mis australes anchuras su morriña.

(De olor a naranjos y olivos
-contaba mi padre-
se inundan en junio las calles angostas
y  saudades en  fados al son de acordeones
repiquetean cantares a sus santos …)

Para restar lejanía alzo mi copa
en nombre de los rostros
que habitan y  pincelan mi piel sin saberlo…
un abrazo lusitano
 se consume
en chimeneas de paredes blancas
y el asombrado naranjo
que plantara en el patio mi abuelo
 alarga sus raíces en rumorosa espera …         

        

 1  Referente a Algarve, provincia al sur de Portugal
 2  Canto popular portugués



(*) Escritora chubutense. Este poema fue presentado en el Concurso del Centro de Estudios Poéticos de Madrid, España, y quedó seleccionado para integrar la Antología "Un puñal al costado" que se editará en julio. Es un homenaje al padre de la autora y a su tierra portuguesa.

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sábado, 4 de mayo de 2013

EL RELATO DE HOY






ENCUENTRO 



Por Ada Ortiz Ochoa (*)




Quiero pensar y no puedo. 

Me siento suspendida como si el suelo se alejara raudamente, poniendo distancia entre mis plantas. Estiletes de hielo destruyen mi pensamiento, dejándome indefensa como espiral de humo a merced de corrientes imprevistas. 

Quiero llegar hasta el final y no sé cómo hacerlo. Se alertan mis sentidos y percibo voces lejanas. 

Alguien emite sonidos melodiosos que alborotan con suavidad la quietud de esta tarde. 

Gorriones anidan en los techos y embarullan sin cesar. 

Abro la puerta que da al jardín, mis dedos palpan todos los ásperos rebordes. Oscuridad y silencio. Me sorprende el ruido de pequeños guijarros que crujen bajo mi paso, que ahora menos temeroso tiene decisión. 

Me aproximo a la siguiente puerta que parece fileteada de luz. Sus contornos irregulares parecen imanes a los que mis ojos se pegan. El picaporte gira dócil a mi movimiento. 

Todo lo vivido con anterioridad parece agolparse en mis recuerdos. 

¡Qué poquita cosa somos los humanos!.., menos que un granito de arena, que un insecto, una pisada, una huella. Gotas de agua y tal vez solo la millonésima fracción de un segundo en la historia del tiempo... pero que a la vez, vivimos sacudidos bravíamente por la fuerza poderosa de nuestros sentimientos. 

¡Aquí está la fuerza! ¡En nosotros mismos! Depende de cada uno el sentir, o el quedar sin sentimientos... 

Ahí está la puerta que da a la calle y mis interrogantes tendrán respuesta. 

Me decido y abro. Ya todo está bien y con alegría digo... 

-¡Estás aquí! ¡De nuevo estás aquí! 





(*) Escritora de Sierra Grande.


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martes, 30 de abril de 2013

EL POEMA DE HOY

DOS POEMAS DE RAÚL ENTRAIGAS




KEROSENE...”

    Por Raúl Entraigas (*)



Era un día de bochorno
de mil novecientos siete.
Los boers pedían agua
y Dios les dio algo más fuerte...

El misionero Dabrowski
detuvo su sulki endeble
en la fonda “Trasvaal”
oculta detrás del Chenque.
Estaban Beghín y Fuchs
taladrando ansiosamente
la roca que era de acero
para aquel trépano enclenque.
- Bendíganos, Padre Cura,
a ver si tenemos suerte...-
dijo Beghín. Y el polaco
roció el pozo incontinente,
trazó la cruz sacrosanta
y rezó un oremus breve.

Tornó a bramar el taladro
y el Dios que tan fácilmente
trocara el agua en buen vino
en el célebre banquete,
cambió al agua suspirada
por un líquido candente,
negro como el azabache
y humeante de puro alegre.

Y llegó a la Capital
Aquel trece de diciembre
El más ingenuo mensaje
Que llegara al Presidente:
“Buscando agua en Rada Tilly,
encontramos kerosene...”





PETRÓLEO


          Por Raúl Entraigas (*)



Era un trece de diciembre. El misionero
sofrenó sus mulitas junto al mar.
- ¡No sale agua!... – dijo, hastiado, un buen obrero -
Rece, Padre, pa que Dios la haga brotar.

Y arrojó el agua bendita el peregrino
y el Señor que hizo el milagro del Caná
vuelve ahora, pero ya no el agua en vino,
sino el agua en oro negro cambiará.

Desde entonces han cimbrado las correas
al compás del huracán del golfo avieso
y han danzado su alegría mil poleas
en el vértigo triunfante del progreso.

Desde entonces se ha elevado Comodoro
bajo el signo del trabajo y del tesón:
es el hijo más ilustre de aquel oro
negro ungido con la humilde emoción.

Ayer era el Cerro Chenque desolado,
hoy en día es el hervor de la ciudad,
hoy, las luces, el murmullo, el gozo izado
en el tope de una excelsa realidad.

El petróleo ha dado vida a las ciudades
y a los pobres su pacífico yantar;
ha poblado las hurañas soledades
y por él mil y un obrero tiene hogar.

Todo cambia, cuando brota burbujeante,
con sus humos de magnífico señor;
el petróleo hace de un páramo un pujante
pueblo henchido de inquietudes y vigor.

Alzó torres en la cima de la sierra
Y en el llano y en el valle y hontanar
y, cansado de correr sobre la tierra,
se ha adentrado con sus torres en el mar.

¡La dinámica! Mil émbolos voraces
van sorbiendo a los abismos su licor;
noche y día cabecean, pertinaces,
las excéntricas, hambrientas de labor.

No te olvides, urbe inquieta, alucinante,
de cuando eras Rada Tilly nada más:
que la choza de Belén es más radiante
que el palacio de Pilato o de Caifás...

¡Plegue al cielo que el petróleo de mi tierra
sea siempre nuestro dulce bienhechor:
que no encienda los fantasmas de la guerra,
sino lámparas votivas de amor...!



(*) Sacerdote salesiano y escritor patagónico. De su poemario “Patagonia, región de la Aurora” (Editorial Don Bosco, Bs As, 1959).


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