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jueves, 21 de noviembre de 2013

EL POEMA DE HOY




EQUILIBRIO

Por Daniel Montoya



El equilibrio no es un punto exacto en el universo
ni una manifestación de la azarosa naturaleza.
No es la primera gota de lluvia que suena en el entretecho
ni que la primavera fuerce a una flor a que florezca.

El equilibrio es estar con esa otra alma y compartir,
esa que nos complementa y enseña el valor de amar.
El equilibrio puede ser inclinar la balanza para ser feliz,
jugarse por sentir, dejarse de lado el pensar.

El equilibrio no es mantenerse sobre la cuerda,
pensando cada paso, sin dejarse caer.
El equilibrio es disfrutar esa caída, con la satisfacción de vértigo,
extendiendo las alas, dejándose caer.

El equilibrio puede ser estar estancado en la vida,
un punto inmóvil del universo.
La felicidad son los torbellinos de cada día,
esos que a veces llegan ocultos en versos.





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lunes, 18 de noviembre de 2013

EL CUENTO DE HOY





LA FRANCISCA

Por Edmundo Daniel Jios (*)



A la final la castigué al pedo noma a la pobre Francisca me parece carajo. Y bueno, que joder, la culpa también la tiene ella, porque no porque el chico tuesa un poco en la noche no me va a tener veinte o castorce dia aguantando sin dejarse quichutiar. Si no pa que soy su concubino, ¿ah?
Pero igual no se merecía semejante garrotiada la pobre paisana. Conmigo jue siempre cariñosa. Cuando se componga le via a hacer un regalo, el perjume que vide en el boliche del Turco Elias le via comprar, y si me alcanza la plata lo zoquete colorao que le gustan tanto también.
Pueda ser que no le haiga quebrao el brazo carajo, se me jue la mano con el rebenque, y no se si no le rompí una costiya también. Puta que indio bruto me pongo cuando ando alzao ¡pior que perro rabioso me pongo! Que lo parió… ¡Seguro salí al agüelo Secundino, viejo bruto que degoyó al padre porque le pegó un chirlo cuando tenía 16 año. Y cuando ya tenia treinta y pico yegó en pedo a las casas, se acordó y ahí noma lo paso pal cuadro e las mochas. Por eso salí asi seguro.
Que lo parió carajo, ta haciendo frio y ya empezó a nevar juerte, y yo que le prometí al Primitivo que le iba a campiar su tordillo pa que lo muente cuando se componga de la tos, si no es tos con bulsa lo que le dentro, como dijo la curandera, aunque esa vieja no sabe nada, lo único que hace es sacarle plata o vicios a la pobre gente inorante. A mi me va a sacar un cordero si lo cura al chico, pero no me importa mucho, total le carneo uno a lo Beneton mañana y listo, pa eso son rico esos turco de mierda que joder.
Pa la pucha que se largó fiera la nevada, ya no lo via poder seguir campiando al tordiyo, mejor pego la guelta, ya anduve como tre legua fácil. Valgale que alce el poncho Castilla. Y meno mal que junte bastante leña en las casas y que el viejo Cheuqueta me pasó esa chivada a media. Ya con eso y algún tejido que haga la Francisca, si se le compone el brazo, podemo aguantar bien el invierno, y más si nos dan los vicios que nos prometió el Intendente de Maitén cuando le echamo el voto, aunque saben ser bastante fayuto esos políticos dicen.
Que viento frío se largó ¡y de yapa me está dentrando a doler el triperio!, debe ser la grasa del peludo sancochao que comí fiambre añoche, si ya esta mañana tenia retorcijone fiero. Y la pobre Francisca todavía despue de la garrotiada me preparo un te de ñancolaguen pa que me conponga. No si es buena la pobre paisana.
Me via tener que bajar un rato, me toy calambrando la panza y tengo gana de gomitar.
Que lo parió, nunca tuve tan jodido, no se si no via clavar la guampa noma. Mejor desensillo y me hecho un rato en el recao.

Cuando el hijo del vecino Calfiqueo apareció al galope y con cara de asustao, la Francisca lo miró por la ventanita del rancho y se sonrió, después fue a la pieza, le dio un beso en la frente a su hijito que ya no tenía fiebre ni tos y le abrió la puerta al Secundino con cara de susto ella también, pero no se le movió un pelo cuando el chico le contó que lo habían encontrado al Paulino “tirao entre los moyes”, y que se ve que sufrió mucho decían los que lo encontraron, porque se había revolcado bastante entre la nieve. Ni una palabra, ni una lágrima soltó la Francisca, le sirvió una taza de mate cocido al chico y mientras él lo tomaba, ella se fue hasta el escusado, detrás de la casa, tiró el frasco de veneno para las ratas vacío y riéndose lo revolvió con un palo.
Después sí, cuando el Abelardo Calfunao llegó con el cuerpo del Paulino enhorquetado en su caballo, y le dijeron los vecinos que lo acompañaban que estaba muerto, entonces sí soltó un llanto desgarrador y cayó en los brazos de las vecinas que iban llegando. No era tan dura la Francisca después de todo.




(*) Escritor de El Maitén, nacido en 1938 en Río Chico (Río Negro). Descendiente de griegos y autodidacta; es autor del libro “El Baúl de los Recuerdos”, un emotivo volumen que reúne sus recuerdos familiares y desarrolla en forma amena y detallada la historia de El Maitén.
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jueves, 14 de noviembre de 2013

EL POEMA DE HOY



Con sueños de poeta

Por Ester Faride Matar




Cansada de buscar soluciones generales
me adormecí en el profundo escenario de los hechos.
                     Sin escrúpulos 
                          Sin miedos.
Por simple curiosidad o confusión me vestí de peregrina
desatando nudos en las gotas ambiciosas de la lluvia.
                      Promoviendo pareceres.
                           Sentires...
Esta vez, le gané silencios a la noche, 
me sentí dueña del pergamino de la vida.
                      Me decreté diva.
                            Me decreté reina.
Con aire de poeta llegué justo a tiempo con presencia
de un encuentro inesperado.
                       Dejó de sufrir la última hija en blanco.
                             Escribí la historia pendiente del ayer.
Caminé.
Después de tanto tiempo comprendí que las palabras
se fraguaron con los besos,
                             sobre el polvo gris de mis zapatos. 




(*) Del volumen “Aquel horizonte... Aquí... “ - Ester Faride Matar - Cen Ediciones - Centro escritoras/es nacionales - Córdoba - Segunda edición, 2009



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lunes, 11 de noviembre de 2013

LA NOTA DE HOY




La ortografía, un dilema en la educación lingüística

Por Olga Starzak



Soy testigo, con cierta impotencia, del suicidio de la lengua escrita. Los jóvenes de hoy, por muchas y complejas causas, no pueden escribir textos conforme a la estructura gramatical ni sintáctica;  y con frecuencia me pregunto a quién responsabilizar, dónde se produjo el quiebre o qué sucedió en estos últimos veinte años para que nuestros jóvenes no sólo observen con indiferencia el valor de las formas de la escritura sino que desvaloricen su incidencia, tanto en el ámbito de lo meramente comunicativo como de los aspectos de crecimiento personal y social.
Me voy a referir en particular a la ortografía. La ortografía es hoy, y mis años ejerciendo la docencia me permiten afirmarlo, el problema más grave por los que atraviesan los jóvenes a la hora de expresarse a través de la palabra escrita. Situación que atenta contra la comprensión de sus textos cuando suman  fallas caligráficas, la omisión de  los signos de puntuación y la falta de  acentuación.
Me detengo a hacer algo de historia. Las ciencias nos enseñaron que los niños no son sujetos pasivos de su aprendizaje y así pasamos de aquel método tradicional, conductista por excelencia,  a pensar en un sujeto que no debe responder con una respuesta a un estímulo, ni adquirir conocimientos lineales, ni sucesivos, impuestos por otros y casi siempre alejados de sus intereses. En las últimas décadas comenzamos a entender al sujeto como portador de posibilidades que le permiten ser partícipe de su propio aprendizaje. Las propuestas de grandes pedagogos señalan claramente todos los aspectos intervinientes a la hora de construir nuevos conocimientos. Ningún formador es ajeno, o debería serlo, a que la construcción del lenguaje escrito responde a la capacidad de construir y deconstruir,  y especialmente a qué lugar ocupe en su vida la incorporación de esos saberes.
Lo cierto es que son bajísimos los niveles ortográficos de los jóvenes de nuestra sociedad, inclusive los  post universitarios. Sus sistemas ortográficos nos llevan, invariablemente,  a reflexionar sobre las actitudes y destrezas de los egresados de los distintos niveles de educación, las prácticas de enseñanzas vigentes y  la  calidad del aprendizaje formal.   
Si bien no hay demasiados datos que indiquen cómo se procesan las convenciones ortográficas de la escritura, nadie pondría en duda que se inicia con la construcción del sistema alfabético. Y que cobran fuerza o se debilitan con el uso de las normas y la ejercitación.
A partir del advenimiento de la psicogénesis de la lengua oral y escrita, Emilia Ferreira nos permitió,  sin duda,  romper con esquemas inadecuados que condicionaban al sujeto cómo objeto de aprendizaje y nos ubicó, en nuestro rol de docentes -respondiendo a la teoría de Bruner- como "andamios que posibilitamos el aprendizaje". Es oportuno preguntarse, entonces, cuáles son las características del proceso de enseñanza aprendizaje generados hoy en las aulas y por qué nuestros jóvenes carecen de los elementos mínimos que le permitan escribir correctamente.
La figura del docente cobra aquí especial significado. Se reconoce como facilitador de experiencias pero… ¿qué pasa con él y con sus recursos a la hora de analizar los escritos de sus alumnos? No es justo tampoco identificar en ellos todo el problema. Es necesario ir más allá, remitirnos a su propia formación, a los planes de estudio y las respectivas estrategias metodológicas; en todo caso al sistema educativo.
La construcción de la ortografía requiere procedimientos didácticos y también prácticas evaluadoras.  Pareciera que cada vez con menos frecuencia se ofrece en las escuelas actividades en donde se deba escribir y poner en acción, una y otra vez, los mecanismos que conllevan a una correcta escritura. Inclusive en diversos estados de los Estados Unidos ya no se incluye la enseñanza de la letra cursiva en sus programas de estudio, considerando que la digitalización, producto de los recursos tecnológicos, darían fin a la palabra manuscrita. Esta decisión se basa  en la teoría de que no vale la pena someter a los niños  a la ardua tarea de pasar del aprendizaje de las letras en imprenta a la cursiva, si esta no va a ser usada en ninguno de los ámbitos de la vida social y de comunicación.
Mi pregunta como docente, pero también como escritora es: si los jóvenes cada vez escriben menos, con más fallas ortográficas (inclusive con temor o vergüenza a equivocarse), desmotivados  y valorizando muy poco la riquísima lengua que les ha sido heredada, ¿cuánto más lejos están de formarse como lectores? ¿Estaremos acaso propiciando el divorcio con la lectura,  herramienta y recurso indispensable para acceder al mundo de los hombres, a la cultura de sus pueblos, al conocimiento y la sabiduría?
No he obtenido una respuesta que me satisfaga.





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viernes, 8 de noviembre de 2013

EL POEMA DE HOY

CORONA DEL EISTEDDFOD DEL CHUBUT 2013






GORSEDD

Por Julia Chaktoura




Como bandada de pájaros azules
la caravana aletea ponchos
en la mañana celta. 
Desfilan los bardos
hasta el Maen Llog
que aguarda su breve-eterno
momento.
Tajea el aire la palabra
¡Eddug! 
y la espada
se abriga en soledad.
Del vestry de la capilla vieja
llegan sonidos de caldero
y tazas amigas.
Los pasos van y vienen
huellas sobre huellas sobre huellas
originarias y colonas
y las de hoy 
en esta mañana de bardos
que celebran
el honor
de estar sentados.
Los pájaros azules vuelven a sus nidos
pero regresarán 
puntualmente
cuando la piedra cante.

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