VIVIR EN LA PATAGONIA
Por Ana María Manceda (*)
Ayer he comido cerezas y soleadas frutillas
con Vientos del bosque
Hoy he bebido nieve granizada
con Cenizas del Puyehue.
Mañana las lágrimas no empañarán mi mirada
y sé
que podré observar el turquesa del Lago
cuando éste se acople
en una entrega sensual e infinita
más allá de la Cordillera,
con el rojizo horizonte.
(*) Escritora de San Martín de los Andes
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