UNA ESPIGA EN EL RASTROJO
Por Jorge Castañeda (*)
No te inquietes tanto amiga
si me pongo a divagar,
a veces me ando buscando
y no me puedo encontrar.
Soy como un niño perdido,
una hoja en el vendaval.
Son para mí salobres
las aguas del manantial.
Siento que me faltan cosas
que no puedo precisar.
Voy como un pájaro herido
al que le cuesta volar.
A fuerza de andar y vivir
nunca dejé de buscar.
Si yo me hubiera encontrado
otro sería mi cantar.
Llevo un dejo de tristeza
y mucho de soledad.
Yo busqué los absolutos
y no los pude encontrar.
Si me encuentras preocupado
no te debes extrañar:
una espiga en el rastrojo
no me canso de buscar.
(*) Escritor de Valcheta (Provincia de Río Negro)
niño
perdido
busqueda
tristeza
soledad
espiga
rastrojo
No hay comentarios:
Publicar un comentario