EL MAR Y NO LA TIERRA
Por Ana María Junyent
(Homenaje a los Tripulantes que no volvieron)
Sobre el salado espejo azul verde
surcaba dejando huella
de blanca espuma,
escoltaba su trajinar, bandada
de alegres gaviotas;
Se acunaba el “barco amarillo”
(no importa su nombre, fueron
muchos los que no retornaron)
Sus tripulantes esperaban
divisar el puerto,
el reencuentro con su familia,
el beso de sus pequeños hijos.
De pronto la mar, se hizo
dueña de sus cuerpos.
Si entre oleajes dejaron
el sudor de su trabajo,
quiso el océano mecer
sus sueños eternos .
Entendió acaso
que él y no la tierra
debía atesorar sus cuerpos
de los que surcan sus aguas.
Nutrieron su alma y su mirada
con el color penetrante de ese mar
embravecidos o calmos,
y quedaron sumergidos
en algún jardín especial
crecido en el fondo del abismo.
Hasta allí llegarán como único
y apenado consuelo, las flores que
desde la orilla arrojan
los quebrantados familiares,
llevando en sus pétalos los besos…
…que ya no podrán ser…
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3 comentarios:
Espectacular este poema
BELLISIMO,MUY TRISTE PARA LOS QUE HABITAMOS ESTA TIERRA Y ESTE MAR,GRACIAS POR ESTE HERMOSO HOMENAJE A TRAVES DE ESTE POEMA,UN BESO.
Me encantó el poema .
Felicitaciones , Ana María !!!!!
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