EN CUARTO PLANO
A Paul Gauguin.
Por Carlos Dante Ferrari
En una isla cálida,
distante,
la morena mujer lava
un pescado
de carnes
blanquecinas
y azulados destellos.
Sobre la orilla,
varios hombres
aprestan sus barcazas
para hacerse a la
mar.
Entre los juncos,
un joven y una niña
se dan el primer beso
mientras despierta en
ellos
un fuego
cosquilleante
que ha de anidar por
siempre
en sus entrañas,
tizón de sus
recuerdos.
La tarde huele
a esas flores
tempranas, a ventiscas del Sur
(presagios de
tormenta).
Unos flamencos
dibujan su rosado
vuelo hacia el estero
como si patinaran
suavemente
con las alas
sobre el arco celeste
de la tarde.
Desde un cercano
promontorio,
tranquilo y a la
sombra del sombrero pajizo,
el hombre aspira el
hálito dulzón
de su tabaco.
Entre el humo
incitante, voluptuoso
y las vagas memorias
que palpitan
bajo el nublado ceño
su corazón cansado
aún acompasa
sístoles de callado
regocijo
y diástoles de
muerte.
Casi podemos percibir
a nuestro lado
la fuerza creadora
que 1o inspira,
su concentrado gesto.
Pero é1 no está en la
escena.
Por lo demás,
inocentes de todo,
tanto unos como el
otro ignoran
los ojos que profanan
desde este
insospechado sitio
los tranquilos
quehaceres
de la siesta.
¡Estamos tan lejanos
en espacios y en épocas!..
Y sin embargo
hénos aquí:
instalados a espaldas
del pintor
sin que él lo sepa...
Asomados al puente
que nos tienden
la mano magistral
y el policromo
microuniverso
potencial
de su paleta.
Transportados por
gracia del asombro,
somos mudos testigos
de un óleo atemporal,
frente a los trazos
que acaban de atrapar
la magia
del instante
en el color gastado
de su tela.
Paul
Gauguin
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muchachas
escena
fuerza
creadora
tiempo
distancia
3 comentarios:
Bellísimo, impecable! Tal como el pintor expresa sus sentimientos a través de los colores de su paleta y el músico lo hace acariciando los acordes del instrumento, Carlos Ferrari recurre a las palabras. Con ellas ejecuta su obra y, con este poema, desnuda una vez toda su sensibilidad...
precioso poema, me ha transportado...un beso de arcoiris.
Olga, Mery, muchas gracias por sus palabras. De eso se trata con la poesía: de compartir emociones.
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