CIELOS AUSTRALES
Por Aurelio Salesky Ulibarri (*)
En cada
amanecer, sobre el naciente,
desgarrones del
alba,
cerrajes de
arrebol.
El lucero es
diamante sobre una túnica roja,
las aguas del
Atlántico se ondulan
de ambición.
Levante,
bermejizo, glorificando galas,
flamígeras
muselinas, policromo cendal,
estampas
vagarosas prendidas en oriente,
un lienzo
eternizado
en cada
despertar.
Mi cielo,
Inmensa bóveda
de láminas azulinas
Mil fondos
insinúan en su diafanidad.
Los cúmulos
auroleados
que vagan
blandamente,
se esfuman en
los céfiros del firmamento austral.
¿Qué albura
entre sus visos?
Por la tarde lo
miro.
Miro las
sutilezas del majestuoso tul,
cuando hienden
las nubes su plenitud etérea,
y alegre las
palomas
se bañan en su
azul.
¡Divinas pinceladas!
¡Techumbre de
mis lares,
confín de los
anhelos que vagan sin cesar!
Se ensanchan los
repliegues
en vísperas
nocturnales,
un sueño se
entreteje con luz crepuscular.
Y en las noches
calladas,
cuando argéntea
la luna,
parpadeos
cautivos platinado fulgor.
Reverberan las
ondas en las playas lejanas.
¡Se agiganta en
las almas la presencia de Dios!
(*) Escritor chubutense.
El poema es de su libro “Patagonia Poética” (Editorial Áncora, Buenos Aires,
1965)
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