VOCES PERDIDAS
Por Gladis Naranjo (*)
El verano se arrastra detrás de la ventana
y es mi patio una isla verde y enceguecida
donde quedan prendidos retazos de mi vida
en un áspero y tibio cansancio de retamas.
¡Cómo quisiera a veces ignorar la mañana!
Con los párpados quietos dejarme estar dormida…
y acunar en mi adentro esas voces perdidas
que afirman mis raíces y comparten mis ramas…
Con las primeras luces mi verso se silencia
porque no encuentra espacio que abrigue la ternura
y muere… simplemente… sin ninguna estridencia.
Cuando llega la noche, ya libre de ataduras,
retorna, lentamente, sin querer, la cadencia,
en el límite exacto de placer… y amargura.
(*) Escritora neuquina, radicada en la provincia de Buenos Aires. Este poema tuvo una mención en el concurso de SADE Zona Norte, en el año 2017.
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