LA FRANCISCA
Por Edmundo Daniel Jios (*)
A la final la castigué al pedo noma a la pobre
Francisca me parece carajo. Y bueno, que joder, la culpa también la tiene ella,
porque no porque el chico tuesa un poco en la noche no me va a tener veinte o
castorce dia aguantando sin dejarse quichutiar. Si no pa que soy su concubino,
¿ah?
Pero igual no se merecía semejante garrotiada la
pobre paisana. Conmigo jue siempre cariñosa. Cuando se componga le via a hacer
un regalo, el perjume que vide en el boliche del Turco Elias le via comprar, y
si me alcanza la plata lo zoquete colorao que le gustan tanto también.
Pueda ser que no le haiga quebrao el brazo carajo,
se me jue la mano con el rebenque, y no se si no le rompí una costiya también.
Puta que indio bruto me pongo cuando ando alzao ¡pior que perro rabioso me
pongo! Que lo parió… ¡Seguro salí al agüelo Secundino, viejo bruto que degoyó
al padre porque le pegó un chirlo cuando tenía 16 año. Y cuando ya tenia
treinta y pico yegó en pedo a las casas, se acordó y ahí noma lo paso pal
cuadro e las mochas. Por eso salí asi seguro.
Que lo parió carajo, ta haciendo frio y ya empezó
a nevar juerte, y yo que le prometí al Primitivo que le iba a campiar su
tordillo pa que lo muente cuando se componga de la tos, si no es tos con bulsa
lo que le dentro, como dijo la curandera, aunque esa vieja no sabe nada, lo
único que hace es sacarle plata o vicios a la pobre gente inorante. A mi me va
a sacar un cordero si lo cura al chico, pero no me importa mucho, total le
carneo uno a lo Beneton mañana y listo, pa eso son rico esos turco de mierda
que joder.
Pa la pucha que se largó fiera la nevada, ya no lo
via poder seguir campiando al tordiyo, mejor pego la guelta, ya anduve como tre
legua fácil. Valgale que alce el poncho Castilla. Y meno mal que junte bastante
leña en las casas y que el viejo Cheuqueta me pasó esa chivada a media. Ya con
eso y algún tejido que haga la Francisca, si se le compone el brazo, podemo
aguantar bien el invierno, y más si nos dan los vicios que nos prometió el Intendente
de Maitén cuando le echamo el voto, aunque saben ser bastante fayuto esos
políticos dicen.
Que viento frío se largó ¡y de yapa me está
dentrando a doler el triperio!, debe ser la grasa del peludo sancochao que comí
fiambre añoche, si ya esta mañana tenia retorcijone fiero. Y la pobre Francisca
todavía despue de la garrotiada me preparo un te de ñancolaguen pa que me
conponga. No si es buena la pobre paisana.
Me via tener que bajar un rato, me toy calambrando
la panza y tengo gana de gomitar.
Que lo parió, nunca tuve tan jodido, no se si no
via clavar la guampa noma. Mejor desensillo y me hecho un rato en el recao.
Cuando el hijo
del vecino Calfiqueo apareció al galope y con cara de asustao, la Francisca lo
miró por la ventanita del rancho y se sonrió, después fue a la pieza, le dio un
beso en la frente a su hijito que ya no tenía fiebre ni tos y le abrió la
puerta al Secundino con cara de susto ella también, pero no se le movió un pelo
cuando el chico le contó que lo habían encontrado al Paulino “tirao entre los
moyes”, y que se ve que sufrió mucho decían los que lo encontraron, porque se
había revolcado bastante entre la nieve. Ni una palabra, ni una lágrima soltó
la Francisca, le sirvió una taza de mate cocido al chico y mientras él lo
tomaba, ella se fue hasta el escusado, detrás de la casa, tiró el frasco de
veneno para las ratas vacío y riéndose lo revolvió con un palo.
Después sí,
cuando el Abelardo Calfunao llegó con el cuerpo del Paulino enhorquetado en su
caballo, y le dijeron los vecinos que lo acompañaban que estaba muerto,
entonces sí soltó un llanto desgarrador y cayó en los brazos de las vecinas que
iban llegando. No era tan dura la Francisca después de todo.
(*) Escritor de El Maitén, nacido
en 1938 en Río Chico (Río Negro). Descendiente de griegos y autodidacta; es
autor del libro “El Baúl de los Recuerdos”, un emotivo volumen que reúne sus
recuerdos familiares y desarrolla en forma amena y detallada la historia de El
Maitén.
mujer
castigo
caballo
tormenta
nieve
arrepentimiento
venganza
El Maiten
Chubut