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sábado, 19 de septiembre de 2009

LA NOTA DE HOY





ALGO MÁS SOBRE EL MAR AUSTRAL

Por Jorge Eduardo Lenard VIVES


En un artículo anterior se describió brevemente la importancia del mar como fuente inspiradora para la narrativa patagónica testimonial. En este nuevo trabajo se tratará de precisar la influencia que el mar patagónico ejerció sobre los escritores de ficción.

Cita obligada es referirse a las obras de Julio Verne. El escritor francés, con su visión decimonónica y romántica de países lejanos y exóticos a los que no conocía personalmente, muestra una Patagonia eminentemente marítima, en especial en dos de sus obras: “El faro del fin del mundo”, que transcurre en la Isla de los Estados; y “Los náufragos el Jonathan”, desarrollada en el archipiélago magallánico chileno. Estas obras, plenas de aventuras como todos los libros de Verne, fueron publicadas, respectivamente, en 1905 y 1910.

Pero algunos años antes ya había incursionado en esta temática un escritor argentino. José Ciríaco Álvarez, más conocido como Fray Mocho, ambienta su novela “En el Mar Austral” en Tierra del Fuego, los canales fueguinos y la región Magallánica chilena.

Cada capítulo de su obra es un fresco de la vida en aquella zona a fines del siglo XIX. Sobre ella comentó Roberto J. Payró: “Sus cuadros son completos, vivos, palpitantes de verdad y están pintados con el arte instintivo e invisible en sus “ficelles” del verdadero poeta y del escritor de raza”. Álvarez, al igual que Verne, nunca estuvo en los lugares que describe; por lo que su creación, subtitulada “Croquis fueguinos”, revela una gran imaginación y un cuidadoso estudio de la zona. Esta escena de “calma chicha” durante un atardecer en la bahía de Ushuaia lo demuestra:
“Veía a lo lejos el mar sereno y tranquilo, teñido con la luz suave de los crepúsculos australes, que es inimitable por la dulzura y variedad de sus tonos, y nuestro cutter con sus velas recogidas, que cabeceaba blandamente sobre el ancla, saludando a otros barquichuelos diseminados en la vasta rada...”.


No son muchos, sin embargo, los escritores patagónicos que optaron por la problemática marinera. El reconocido autor comodorense Hugo Covaro, con sus diez “Pequeñas historias marineras” que entremezclan realidad y ficción, es uno de ellos. Otro es Rodolfo Peña. Una de sus últimas novelas transcurre casi íntegramente en el “Explorador IV”, un buque que surca las aguas del mar austral en dirección a la Antártida. Pero en “Misterio en Bahía Paraíso”, tal el nombre de la obra, el mar no es protagonista, sino mero escenario de obscuras intrigas políticas.
No obstante, como buen patagónico, este autor reconoce la importancia del mar e intuye la deuda que tiene con él la literatura regional. Es por eso que en su obra cumbre, “Triste gaviota patagónica”, el viejo Cachimba sufre ese extrañamiento del océano al que conoce de vista; y en la soledad de su rancho incrustado en la meseta construye meticulosamente un barquito a escala con el que sueña recorrer los océanos. Desde el mismo nombre la novela, pese a transcurrir tierra adentro, menta al mar. Fermín Leuterio tiene en su puesto un ejemplar del libro de Fray Mocho y lo ojea a menudo. Súbitamente aparece en su cielo la gaviota ceniza que lo une al mar que conoció años atrás y por el que siente una suave nostalgia. El escritor describe así esta relación:
“Y allí, tal vez recónditamente agazapada, estaba la razón de aquella afinidad entre su amor por los barcos y su tenacidad a “vincularse”, de alguna manera imprecisa o no definida, con la gaviota ceniza de todos los días. Tenían algo de trágico, de bello y de poético (...) aquellas nostalgias (...): un barco que nunca sería el suyo, verdadero, conocedor de antiguas sales marineras y pletóricos vientos desbocados; una gaviota, símbolo presente pero inaccesible, celosa defensora de la libertad nunca alcanzada, y una vida, en fin, que se le escurría como arena inevitable entre los dedos impotentes”.

Esta visión es tal vez la que más claramente muestra la conexión que existe entre el habitante de la Patagonia y el mar próximo. El mar está allí, concita la atención del poblador sureño; aunque semeja más a un espejismo entrevisto en la distancia que a la realidad palpable y cotidiana con la que convive. La región se une a su mar a través de símbolos, como el barco de juguete del viejo Cachimba, como la triste gaviota ceniza; pero son nostalgias sólo presumidas, no son las añoranzas producto de una relación tangible. Si el vínculo entre el mar y la meseta se estrecha; si las dos llanuras, la azul y la ocre, se amalgaman definitivamente en el espíritu de quienes habitan la Patagonia, seguramente esta comunión se verá reflejada en la literatura; tanto en la testimonial como en la de ficción.



Nota: el autor agradece a la locutora comodorense Adriana Ortigoza su dedicación por integrar la cultura marítima a las manifestaciones artísticas regionales, del cual este trabajo se hace eco.






martes, 15 de septiembre de 2009

EL CUENTO DE HOY


VOLVER A ESA PLAYA


Carlos Dante Ferrari


Recuerdo que me sorprendió su llamado. No nos veíamos desde aquella tarde infausta, hace varios años. Llegué a la costanera en pocos minutos. Caminé hasta el monumento, como ella me había indicado y miré hacia la playa casi vacía. Allí estaba, junto al agua, con el cuello de la campera subido tapándole la boca. Corría un viento helado. Me acerqué casi a la carrera. Me impresionó su rostro pálido, los ojos húmedos, brillantes.

"¿Vos querías una explicación?", me preguntó. "Está bien; ahora voy a contarte todo".

No sé si fue por la emoción o el miedo, pero en aquel mismo instante desperté. Ya había amanecido.

Ahora hace tres noches que estoy intentando volver a soñar la misma escena para saber la respuesta. No conozco otro modo posible de dialogar con una persona muerta.


Tampoco imaginé que, interponiéndose entre la duda y la verdad, el insomnio podía convertirse en el guardián más fiel de un secreto llevado a la tumba.






lunes, 14 de septiembre de 2009

LOS POEMAS DE HOY


Hoy: dos poemas de Olga E. Cuenca



Un nuevo día



Se desgarró la noche. Oscuridad empetrolada,

Negación agazapada, escurriéndose

En las huellas de la arenosa playa.

Con viseras de opalina el día ya se proclama…

En los charquitos hay fuego,

Por sobre la mar escapan

Chispas del oro líquido que el sol lejano regala.






Nostálgico



Entre pausas de nubes el sol avanza.

Se queman en los hogares las últimas brasas.

Se incendia el pino, y la nostalgia

Se mira en la memoria profunda

-que sin llamarla- algunos días

inunda el alma.

sábado, 12 de septiembre de 2009

ENCUENTRO EN MAGDALENA










CONTINUA EN MAGDALENA EL PROYECTO EDUCATIVO BASADO EN LA GESTA GALESA EN EL CHUBUT





El pasado martes 26 de agosto se realizó en el Teatro Español de la ciudad de Magdalena, en la Provincia de Buenos Aires, el segundo ciclo de conferencias del proyecto educativo“Nación e inmigración: Hacia el conocimiento de la colonia galesa del Chubut y su presencia hasta nuestros días”. Esta actividad, programada por la profesora Rosanna D´Ippolito, es desarrollado por la Escuela de Educación Media Nro. 1 de dicha localidad.




Participaron de la reunión la Sra Iris Lloyd (ganadora del 1º premio en el Eisteddfod Mimosa 2008 de Pto Madryn), el escritor Carlos Ferrari, la Sra Norma Hughes y la Sra Verónica Halliday, Secretaria de la Comisión del Eisteddfod del Chubut y tesorera de la Asociación San David de Trelew. Iris Lloyd, quien se encontraba acompañada por su marido, inició la conferencia con la lectura de su poema “Patagonia”, del libro “Patagonia Gringa”, continuando con una breve reseña de su abuelo Llwyd ap Iwan y del sentimiento que le produce ser descendiente galés.



Siguió luego la disertación de Carlos Ferrari, quien se abocó en principio a señalar las diferencias entre un “documento histórico” y una “novela histórica”; y luego se explayó sobre su novela “El Riflero de Ffos Halen”. Los alumnos hicieron preguntas espontáneas, más allá de las que habían preparado en el marco del proyecto, clara muestra del interés despertado por los expositores. Norma Hughes entonó un himno en galés y finalmente, Verónica Halliday acompañó con su relato una serie de imágenes que fueron presentadas en el acto de la Asociación San David este último 28 de julio.

El público estaba conformado por alumnos de 2º año de los turnos matutino y vespertino de la escuela, docentes de esos cursos, los jefes de los departamentos de materias afines, el personal directivo (directora, profesora Vilma Sanz; vicedirector, profesor Leandro Alvarez; y secretaria, profesora Alejandra Richero) y el de apoyo técnico pedagógico. También se encontraban presentes el director de Cultura, Sr Cesar Fulgione y el presidente del Concejo Deliberante, contador Horacio Lapeyre). Los alumnos y docentes se manifestaron muy complacidos con las diferentes presentaciones.
Al finalizar la actividad, los expositores recibieron diplomas y obsequios por parte de la escuela y de la municipalidad. Iris Lloyd y Carlos Ferrari fueron entrevistados por dos medios locales (la Revista Urbano y un programa radial); en tanto todo el acontecimiento fue grabado por el canal de cable de la ciudad (este medio ya transmitió en dos ocasiones la grabación). La Asociación “San David” y el Sr Ferrari recibieron, además, DVDs con las charlas anteriores y todas las fotos del primer ciclo de conferencias; como así también imágenes de la ciudad, sus alrededores y de la escuela. Para cerrar la actividad se realizó un almuerzo buffet en el hall del mismo teatro, que fue compartido por los expositores y parte del público.



Nota: Literasur quiere agradecer a la profesora Rosanna D´Ippolito la amable atención que tuvo al suministrar a nuestro pedido la información que permitió redactar este artículo.

J.E.L.V.







martes, 8 de septiembre de 2009

EL POEMA DE HOY


barro de país que me entra

de Sergio Pravaz*


todo de un envión nos larga

masajea conecta llena los ojos

el hambre la página vacía/

enrosca cables circula

busca para dar y te larga

el paisaje te atropella

rasca las fibras más ocultas

te pega con ganas

sabe cuando encarar

te tira para que seas ecuménico/

completo

intacto hasta que duela

te llena hasta que del borde te salta

esa sonrisa/

vértigo que raya

los nombres nuevos

un ahora que ignoro y está siendo/

es un alma este paisaje

un gesto con huellas

un logaritmo para soñar

clavar raíz y que sea

aunque tiren con martillos

| esta lejanía me pertenece

barro de país que me entra

destartala

me define cuando dudo es mío

ojos finitos buscando

cambia sus máscaras sus vinos

su aventura

traza su intemperie sus palabras

te abre en canal para que asomes

multiplica para ver nuevo

obliga al hueso rompe brilla/

nunca fue una lejanía este útero

dobla su sombra para ser otro

hunde su ciencia desteje filoso/

para cambiarte lo hace

para cambiarnos lo hace




*Sergio Pravaz vive en Playa Unión; a su decir, “el barrio más hermoso de Rawson”. Este poema inédito pertenece a su último libro (de próxima edición) titulado "Una caja con cien libros".