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jueves, 26 de noviembre de 2009

LA NOTA DE HOY




- La comunicación -
Un papel importante en la historia


Por Kayra Wicz



Un egipcio, 3000 AC, extrae del valle del Nilo, thuf, una planta antigua de la familia de las ciperáceas. Corta el tallo, lo introduce en agua, le quita la corteza verde, hace finas tiras. Sobre una capa en sentido horizontal, agrega otra en sentido vertical, las une por presión, y las deja secar al sol. Y así, explicado de manera sintética, obtiene una hoja compacta que se aplana con un martillo, y se pule con un instrumento de marfil. Le lleva días lograr su arte La mejor calidad de este producto lo reserva para fines religiosos. Finalmente envuelve las hojas en forma de rollo. Esta antigua planta es el Cyperus papyrus, llamada “Byblos” por los griegos entre los siglos VI – V AC, debido al lugar de procedencia desde donde se lo comercializaba, y finalmente a partir del siglo IV AC papyrus o papyrum por los romanos.


El papiro ya se usaba en Creta y en ciudades fenicias en el segundo milenio AC. En Grecia hacia el VII AC el papiro hizo su aparición. Los griegos denominaban charta a la hoja de papiro no escrita, y volumen o liber al rollo del mismo. Los romanos utilizaron el papiro como soporte de la escritura, ya que era más cómodo y más fácil de manejar que la corteza de árbol, los rollos de plomo y la tela que utilizaban desde hacía tiempo.

Los mayas entre los años 500 y 1000 AC comenzaron a “fabricar papel”, lo llamaban huum . Los Aztecas también lo hacían y lo designaban con el nombre de amatl (árbol de amate). También al igual que los egipcios con el papiro, por el tipo de fibra lo utilizaban para hacer vestimenta, zapatos, tiras, cordones. Las plantas eran de la familias de las moráceas ( ficus padifolia, ficus involuta, ficus petiolaris y ficus catinifolia).


El uso del papiro como material de escritura fue un negocio floreciente en Egipto. La producción y distribución del papiro era controlada por el estado, fue exportada a lo largo de todo el antiguo mundo del Mediterráneo. El papiro sin embargo, fue el precursor del pergamino ya que debido a la competencia de dos reyes por poseer la mejor biblioteca de la época. Ptolomeo Epífanes, que vivió desde el 205 al 182 AC, decretó un embargo sobre las exportaciones del papiro producido en Egipto, lo que obligó al rey de Pérgamo (Attalo I) a buscar una fórmula alterna de materiales para la escritura. Fue así como se desarrolló la industria del pergamino, el cual era fabricado con pieles de ganado, antílopes, cabras, ovejas, especialmente recién nacidos. La conquista de Egipto por los árabes en el año 641, redujo el ritmo de exportaciones. Primero, el alto costo del transporte, segundo, la sequía del Nilo y los trabajos de irrigación comenzados por los árabes, que transformaron los pantanos en terrenos agrícolas. Pero también fueron los mismos árabes que lo introdujeron al sur de Italia, dónde hoy todavía crece.

Cerca del año 105 de la era Cristiana, T’sai Lun, un consejero privado en la corte China del Emperador Ho Ti, concibió la idea de preparar una mezcla de retazos de seda, corteza, cáñamo y espinas de pescado en agua hirviendo, la que luego maceró hasta conformar una pulpa. Esta era introducida en un tamiz vertical, y luego horizontal, permitiendo el drenaje del agua y dejando una capa húmeda de pulpa formada por fibras entrelazadas. Las fibras se dejaban secar al sol, se presionaban con piedras y así se obtenía la hoja de papel. Luego se perfeccionó con operaciones de encolado y satinado.

Mayo del 2008, Museo de Arte Popular, México. “Amate y Papiro… un diálogo histórico”. Con esta exposición se celebraron los 50 años del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y Egipto. Aquí las dos culturas mostraron al mundo su historia. Haciendo un homenaje al medio de comunicación más importante de la antigüedad clásica. Tratados que han cambiado el mundo, su religión, su filosofía, su política, su poesía, las bases de toda la cultura occidental, sus dioses, sus mitos, las históricas batallas narradas, casi maravillosas, están aquí para nosotros , gracias a él. Lo llevamos en los bolsillos, lo acumulamos, lo transportamos en toneladas. Es duradero, y biodegradable, reutilizable, y reciclable. Nos da seguridad, guarda las palabras mas bellas y las mas duras. Lleva impreso datos, perfumes, recuerdos, imágenes. Es el beso que viaja. Lo sellamos, escribimos, certificamos, firmamos, es moneda y envoltorio Abrumador cuando queda en blanco, fuente de inspiración. La guerra y la paz están presentes en su historia, y la historia se hizo presente en él. Es único, es el papel.


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martes, 24 de noviembre de 2009

DOS NUEVAS OBRAS INCORPORADAS A LA BIBLIOTECA PATAGÓNICA

DOS OBRAS RECIENTES DE JULIA RITA CHAKTOURA*




GAIMAN
Conversaciones con el Valle
Julia Chaktoura
Ed. Jornada - Patagonia Contemporánea - Trelew, 2009




Esta obra contiene un rico anecdotario del valle del Chubut recolectado a través de los relatos de gente memoriosa, merced a la paciente y silenciosa tarea de la autora.
Según sus propias palabras, este libro "no pretende ser una erudita investigación antropológica, ni un trabajo de recopilación histórica. Es, sencillamente, una conversación serena y entrañable con personas del valle que tienen muchas anécdotas para contar y que, además, desearon hacerlo."
"Los entrevistados" -refiere Julia- "pertenecen a diversas colectividades. Algunos de ellos son nacidos y criados en la zona; pueden dar testimonio de la etapa fundacional de la provincia y recitar con orgullo su linaje colono. Otros, han llegado con la corriente inmigratoria de las primera décadas del siglo XX, y sus vivencias transmiten el cambio de la antigua aldea devenida en ciudad. Cada uno tiene un universo particular, pero al mismo tiempo se inserta en el de sus vecinos, formando una intrincada red de lazos parentales y amistosos que se fueron tejiendo a través del tiempo. Por eso" -afirma la autora- "este libro está dedicado a todos los habitantes de Gaiman. Es de ellos. Les pertenece".





LA OCTAVA PLAGA
Julia Chaktoura
Ediciones del Cedro - Trelew, 2009





"La octava plaga" es una novela de apasionante actualidad que transporta de la mano de un bioquímico argentino -interesado casual en una serie de informes confidenciales sobre el SIDA- hasta las entrañas mismas de la destrucción del hombre sobre la tierra.
El hallazgo que significa situar el desarrollo de la historia en la Patagonia y deslizar que esa es la "Tierra Prometida", muestra que la humanidad no necesita de ningún apocalipsis para evidenciar las miserias que la acosan.
Julia Chaktoura ha llegado hasta lo más recóndito del dolor con una aventura tumultuosa, desbordada por la carrera desigual entre la realidad y la fantasía de un modo febril y violento.
Patentiza la angustia y su visión crítica de la condición humana, nos permite reconocernos y nos invita a percibir el éxtasis que significa adivinar los trazos de "otro amanecer".



*Julia Chaktoura nació en Buenos Aires el 22 de mayo de 1948. Reside en Chubut (Patagonia) desde 1982. Narradora y poeta. Editora. Otras obras de la autora: "SIDA, desafío del futuro" (novela), Bs. As., Ed. Vinciguerra, 1991; premiada con la Faja de Honor de la Asociación de Escritores de la República Argentina; "El olor de los sentimientos" (novela), Bs. As., Ed. Vinciguerra, 1994, ambas obras incorporadas a la enseñanza en diversas escuelas secundarias; "Disparates, rimas y adivinanzas", Bs. As., Alfaguara, 1998 y Santillana, Venezuela, 2005 (poesía infantil), obra seleccionada por el diario "Clarín" entre los seis mejores libros argentinos para primeros lectores; "El baúl de los juguetes" y "El baúl de los oficios" de la colección "Los libros del baúl", Bs. As., Santillana, 2004 (ambos de poesía infantil). Coautora de "Pilchita", Chubut, Ed. del Cedro, 2005, literatura infantil para escuelas rurales patagónicas.




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domingo, 22 de noviembre de 2009

EL POEMA DE HOY

Poema ganador de la Medalla de Plata -Asoc. San David
Eisteddfod del Chubut 2009





CHUBUT



"quiero la eternidad como

una paloma en mis manos"

Vicente Huidobro




Yo soy la fiel amante de tu hechizo,
la peregrina voz de tus paisajes.
La que intenta viajar sin equipaje
por tus cielos de paz. Sólo preciso

los potros indomables de tu viento,
beberme las caricias de tus lunas
y exaltada de soles, una a una,
asirme a las palomas de tu lento

despertar de clarines. Será entonces
cuando mi cuerpo ahondado en tus entrañas
se abrace a tus raíces redimidas...

Y estaremos así, como en el bronce,
con la eterna delicia de una hazaña,
cantándole al soneto y a la Vida.


Griselda Jones Redondo

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sábado, 21 de noviembre de 2009

EL CUENTO DE HOY





CASIMIRO SZLAPELIS
(Colonia Sarmiento- Chubut- 1903-1983)

por Mónica SOAVE*



...hoy me quedan algunos minerales y algo más que una milenaria astilla petrificada del cargamento que me mandó Don Casimiro con las identificaciones manuscritas de lo que es cada piedra. En el grabador escucho su voz firme contando su historia increíble...
Francisco N. Juárez


Nace el 1º de octubre de 1895 en el pueblo de Kupiskis, a orillas del río Levuo, en Lituania. Su padre Justino, ha tenido cuatro hijos con su primera mujer pero, después, se ha enamorado de nuevo y se ha casado con Sofía Yankaukas, por eso ya no le extraña ver ahora la cara de esta criatura recién nacida, tan arrugada, tan azulosa, tan parecida a todas las otras.
El padre de Justino se llama Isidoro y vive sin su familia y muy lejos de su Lituania natal, en Gualeguaychú, Argentina. En 1897 Isidoro se cansa del litoral, del río y de los mosquitos y decide partir hacia la zona de Colonia Sarmiento. Descubrirá que hay allí también un río, pero más angosto, con cisnes de cuello negro y sin mosquitos. Hay también viento. Hay dos lagos que, de a ratos, se embravecen. Hay caminos polvorientos, un bosque petrificado y una soledad más árida y más temible que la de Gualeguaychú, por eso se vuelve y le escribe una carta desgarradora a su hijo Justino pidiéndole que se encuentre con él en este final de mundo.
Justino y toda su familia llegan a la Argentina. El pequeño Casimiro inaugura su segundo año de vida cerca del río caluroso y marrón, mientras su padre y su abuelo trabajan la chacra y su madre ha comenzado a dictar clases en la escuela de artes y oficios y va teniendo más hijos.
En el verano de 1903 una manga de langostas les devora los campos y todos deciden radicarse definitivamente en Sarmiento, aun con la soledad.
Las aguas del Lago Musters están grises, heladas y con olas. Más lejos se ven los sauces bordeando el río Senguer. Casimiro y algunos de sus hermanos comienzan a ir a la escuela allí pero, luego, él sigue estudiando pupilo en Comodoro Rivadavia. Todos saben que, en el colegio de los salesianos los huérfanos abandonados, los indígenas y los pobres de solemnidad, se admiten gratuitamente.
Después, con los años, Casimiro será esquilador, peón, carrero, mecánico. También será el primer automovilista del lugar conduciendo un Buick de cuatro cilindros con palanca afuera. Para 1918 sigue soltero, compra su primer coche propio y se independiza.
En el pueblo también vive Amalia Ramig, una joven rusa llegada con su familia de una colonia alemana en el Volga, protestante luterana.
Estimada Amalia - le escribirá ardido de vergüenza y desesperación - no sé si usted habrá reparado alguna vez en una presencia temblequeante, casi desapercibida, que la ve pasar todas las tardes por la esquina del almacén. Esa presencia, mi querida, no es otra que la mía, tan temblequeante como esta mano - también mía - que en este justo instante se atreve a escribirle y a rogarle que me permita, alguna de estas tardes, mirarla a usted a los ojos para decirle, en presencia no desapercibida sino concreta, cuánto la amo.
Casimiro se preguntará por muchos años qué fuerza había sido la que le permitió deslizar esa carta debajo de la puerta cancel de la casa de Amalia pero lo cierto es que ella accede a esperarlo y a escuchar su encendida declaración de amor de sus propios labios, un día particularmente ventoso a fines de octubre de 1918.
Pero los padres de Amalia se oponen a semejante compromiso por asuntos religiosos y, sobre todo, porque la chica es todavía menor de edad. Casimiro delira con el rapto de la niña: se imagina llevándosela lejos, despeinando sus trenzas, persiguiéndola a las escondidas entre los álamos, incluso viajando a Lituania juntos en algún barco carguero; pero al fin resuelve con cordura esperar a que ella se haga mayor. El día de su cumpleaños la va a buscar con su sombrero de paja echado para atrás y su chaqueta de domingo. Amalia sale de su casa sólo con un atado con sus ropas, una carterita de cuero negro y la negativa de sus padres, que la miran partir detrás de la ventana entrecerrada. Se casarán, pero bastantes años después porque en Sarmiento no hay iglesia.
Casimiro trabaja como contratista pero también construye caminos y escuelas y, en 1922, compra una radio. Es muy difícil sintonizar una emisora desde esas latitudes pero, cuando consigue encontrar "Radio Cultura" que llega de Buenos Aires, pone el artefacto a todo volumen y la gente del pueblo se arremolina a las puertas de su casa siempre abierta, para poder escuchar y compartir.
Con Amalia tienen seis hijos: Elena, Tula, Antena, Rosa, Alba y Febo. Todos conformarán más tarde un conjunto coral que cantará en todo acontecimiento importante de la zona. Es que Casimiro mismo es un personaje importante de la zona.
En 1929 se le ocurre explotar una mina de hierro y cobre que ha descubierto en el Lago Fontana. La llaman "El solcito" y, en su inauguración, toca la banda municipal de Sarmiento.
Casimiro también buscará uranio en las mesetas patagónicas, será operador de cine, dirigirá las obras de otras escuelas en Río Mayo, Aldea Beleiro, Apeleg; pero lo que él realmente quiere es volar. Volar como las águilas y los cóndores. Acortar distancias, difuminar fronteras, desvanecerse en el aire.
En 1933 da sus primeros pasos en un planeador. Vuela por los cielos del sur como ha hecho todo siempre: sin permiso y sin licencia.
En 1951 recién consigue su brevet y entonces se compra un avión de segunda mano y funda un aeroclub. Tendrá tres aviones Casimiro en su vida. Al tercero lo llama Chimango. Es un pequeño Luscombe de 1947 y él usa la ruta 3 como guía para seguir el rumbo.
Con ese avión traslada enfermos, acarrea materiales y hombres para seguir abriendo caminos en la Patagonia, lleva a algunos chicos, también sin permiso, a volar sobre las casas y les arroja a otros, para que se repartan, bolsas de caramelos que estallan como bombas sobre los patios de las escuelas.
Todo sigue igual - le escribirá a Amalia alguna tarde melancólica de marzo - todo sigue como era entonces, como cuando fui a buscarte con mi sombrero de paja y te vi esperarme con tus zapatitos de taco a la puerta de la casa de ladrillo de tus padres. Siempre estaremos juntos y, alguna vez, volaremos entre los pasillos de la eternidad y cruzaremos todos los obstáculos.
Tiempo después, y también con ese último avión, Casimiro tirará flores todos los domingos sobre el cementerio, tratando de hacer puntería para que las margaritas y los malvones y las rosas silvestres, caigan sobre la tumba de Amalia que ya hace algunos años no está con él. Entonces, nada es igual. Las visitas al cementerio se volverán casi cotidianas en el otoño y en el invierno de 1982, aun con frío y nieve. Solo, tantas veces sin la compañía de sus hijos o de sus innumerables nietos, continuará con la obsesiva limpieza del sepulcro matrimonial, del respaldo de yeso que lo espera como alargando los brazos en esa tierra firme tan diferente a los cielos patagónicos y abiertos.
Casimiro se apaga la tarde del 10 de mayo de 1983, después de almorzar en el aeroclub mientras se adormece escuchando por la radio una melodía de Brahms con el diario en la mano.


N. de la A. Esta historia está basada en hechos reales, entretejidos dentro de la trama de la ficción. La chacra "El labrador" que Casimiro construyó puede hoy todavía visitarse a aproximadamente 10 kilómetros de Sarmiento.


*Mónica Soave, nacida en Buenos Aires, es socióloga y vivió durante varios años en Puerto Madryn (Chubut). Escribió, entre otras obras, dos volúmenes de cuentos, uno titulado "Por Amanda y los demás" (Ed. Torres Agüero) y recientemente "El botón de nácar" (Ed. Simurg), un libro de investigación histórica sobre los primeros colonizadores galeses en el Chubut de la que -según sus propias palabras- se desprenden "ficciones" basadas en esa realidad.


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viernes, 20 de noviembre de 2009

NOTICIAS CULTURALES

DESDE SAN MARTÍN DE LOS ANDES

(Por gentileza de Ana María Maceda)



Se conocieron los nombres de quienes publicarán sus cuentos en una antología que editará Cultura.


Los sobres del concurso convocado por el Centro Editor Municipal fueron abiertos el martes y permitieron develar los nombres de los seleccionados.


En la noche del martes se conocieron los nombres de quienes fueron seleccionados por el Centro Editor Municipal, para formar parte con sus cuentos de una antología que será editada en el año 2010.


Con la presencia del jurado que estaba constituido por los integrantes del CEM: Delia Boucau, Ana María Manceda, Marcelo Gobbo, Daniel Tórtora y Jorge del Río, todos representantes de las bibliotecas populares de la ciudad, se llevó a cabo el acto de apertura de sobres.


Se encontraba como autoridad del Municipio el Subsecretario de Cultura, Gustavo Santos, quien destacó la tarea de los integrantes del CEM que desde octubre del año pasado se puso a disposición ad-honorem, de esta propuesta cultural que está reglamenta por ordenanza.


En el salón municipal siguieron esta instancia definitoria muchos de los que participaron enviando trabajos que se enmarcaban en las bases que fueron informadas oportunamente por el área de Cultura y que se centró en el género de narrativa breve.


El jurado expresó que se produjo una importante coincidencia en la elección a pesar del total hermetismo con que definieron sus decisiones.


Se otorgaron siete menciones especiales y un primer, segundo y tercer premio.


En el acto existió en primera instancia una impugnación por no contar una de las participantes con la residencia de tres años en la localidad plasmada en su documento de identidad, una de las condiciones que señalaban las bases, fue Marina Secondini quien recibió la segunda mención, y que debido a que registró su domicilio en el 2007, no podía acreditar esta residencia, pero explicó que hace más años que vive en la ciudad y que puede constatarlo con recibos de sueldo y otros documentos.


En este sentido el jurado y los presentes solicitaron que se presente el caso en el Concejo Deliberante, ya que este requisito está expresado por ordenanza y ni el subsecretario Santos ni los integrantes del CEM, pueden decidir sobre el particular.


El jurado señaló que se priorizó el nivel literario para la selección y se informó que de los 22 trabajos recibidos, 20 pertenecían a adultos y 2 a jóvenes, esta última categoría fue declarada desierta debido a que se presentaron solo dos cuentos y el nivel no alcanzó los objetivos fijados.


Los trabajos seleccionados formarán parte de una antología que será editada por la Subsecretaría de Cultura en el año 2010.


Los seleccionados: siete menciones.


1. Nicolás Coleto "Hierro forjado", 2. Marina Secondini (impugnado será presentado al Concejo Deliberante) " Que no se de cuenta", 3. Luisina Campos ""Mi abuelo cronopio", 4. Ignacio Ferrería "Voy por puchos", 5. Natacha Donadío "La Espera", . 6. Graciela Castro "Por una mosca", 7. Fernando Astuni "Original".


Primer Premio: Moira Russo - "Canción de cuna para un ángel"
Segundo Premio: Rafael Urretabizcaya - "Blanca en la montaña"
Tercer Premio:
Carlos Abadie - "Un día muy especial"



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