MADRIGAL DE LA NIEVE OSCURA
Por Aníbal Albornoz Ávila (*)
En la
casa del minero muerto
su ropa
huérfana tiene un silencio de maderas.
En los
pliegues de una camisa,
la luz,
en su porfía, desabriga
para
siempre una llaga
de alma
rota;
y desde
su bufanda, de gris viejo,
cuelga
una melancolía de lana
sin
aliento.
(La ropa
siempre es un desconsuelo en la casa
de un
hombre que ya no llegará con sus pasos).
En una
puerta, al fondo del silencio,
en donde
los zapatos aún tienen su nieve,
y los
abrigos del perchero
cobijan
desamparos,
un
recuerdo, como una palabra efímera,
despierta
en una foto:
¡Una
fiesta y corderos entre el fuego,
y árboles
y mineros y tréboles
y
diciembre, de algún año!
Nada más
que eso. Nada más.
Y la
inclemencia.
Sobre las
ventanas de la intemperie nevada,
el viento
bestial tiene el instinto del fuego
cuando va
hacia su ceniza,
y poco a
poco,
aquí y
allá,
muere
entre la noche y los techos,
como un
blanco animal que abarca
el cielo.
En la
casa, en una habitación trémula,
un
pañuelo es un adiós en un bolsillo,
y una
lámpara añeja bosteza
una
oscuridad irremediable entre una cama
y el
espeso maderal de los postigos.
La
angustia del metal de un caño, como un deudo
de las
cosas, deja oír en el silencio
la
obstinación abismal
de una
gota de agua
cayendo y
cayendo
en la cocina;
agua que
será de ahí en más una lágrima
insistente
en el litoral de los sollozos.
Hasta que
un día de cualquier tiempo,
alguien,
en esa casa, nombrará
al hombre
muerto,
y, desde
entonces, incesante,
como un
credo, el recuerdo habitará
la
nostalgia para siempre.
En los
pueblos de la cuenca, por los deshojados
pañuelos
de los vientos,
llora la
noche conmovida.
Nada más
que eso. Nada más.
Y la
tristeza.
(*) Escritor
de 28 de Noviembre. Aunque nació en Aimogasta (La Rioja) en 1958, es parte de una familia de pioneros de la localidad donde
reside. Autor de los libros “Aguacero del Triste”, “Pájaros con Ojos de
Vidala” (poesía),” Aguas de Lavar Almas”, “El Carpintero de Hiroshima”, “Las
Amanecidas del Fiordo Caupolicán y Óleo de una flor torrentosa”, “Las Probanzas
de los sueños rústicos”, "El Maridaje del
Pujllay” y el “Cantoral calchaquí sobre lo divino y lo humano”. Cofundó el
Taller Literario Umbral, mientras estudiaba letras en Catamarca, e integró el
Grupo de Arte La Payana. Dirigió el elenco estable de la Unidad Académica Río
Turbio de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral. Creó, con letras suyas,
canciones con músicos como Raúl Carnota, Eduardo Guajardo, Ramón Navarro (h),
Rubén Cruz, Mario Díaz y otros. Estas obras han sido grabadas, entre otros
intérpretes, por Juan Iñaki, Eduardo Guajardo, Laura Albarracín, Sylvia Zabzuck
y Grupo vocal Aguablanca.
Sus poemas se incluyeron en varias antologías, como “Esta
que canto es América” (latinoamericana); “Antología de poetas argentinos” (de
la Biblioteca Nacional) y otras provinciales. Publicó relatos y artículos de crítica literaria en diarios y revistas
nacionales y extranjeras.
Entre otras distinciones recibió el
primer premio del “13º Concurso Nacional de Obras de Teatro” del Instituto Nacional del Teatro dio a
conocer la nómina de ganadores, dos veces el premio Bernardo Canal Feijoó, el Premio
Nacional Cultura-Nación, el Premio Municipal de Literatura, finalista del
premio internacional Casa de las Américas, dos veces reconocido por el Fondo
Nacional de las Arte; y otras distinciones internacionales, regionales.
“Madrigal de la noche oscura” fue publicado en
“Crónica Literaria”; se agradece al Sr Marcelino Alvarado habernos permitido
conocer esta obra y subirla a Literasur.
No hay comentarios:
Publicar un comentario