Nacimos
a la intemperie
Por
Clara Vouillat (*)
Nacimos a la intemperie
al angustiante vacío de la nada
Nacimos a la pura verticalidad del
cielo
a la no sombra del mediodía
que raja las piedras en el
verano
Nacimos al pleno de la luna
sobre la naciente claridad de las
heladas
justo en el instante del cristal
que va quemando las yemas prematuras
Nacimos
para escaldarnos en hielos y en
infiernos
nada de medias luces
nada de
medias lunas
a puro destello bajo la esfera del
cielo
sin contemplaciones
sin caridad
atormentados por los resplandores
sin atenuantes
sin miramientos
Nacimos
llevados por vientos impiadosos
mares de arena que nublan las mañanas
desmañando la cuidada arquitectura de
los árboles
vientos que arrasan la verde promesa de
los pastos
que burlan la vigilante muralla de las
puertas
sacudidos
sobresaltados
pero sin permiso para la fragilidad
permeables
inseguros
aunque con el designio intacto
de soportar erguidos
los desacatos de nuestras latitudes.
(*) Escritora de General Roca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario