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sábado, 2 de mayo de 2020

EL CUENTO DE HOY




SE FUE CARLITOS  (*)

Por Luis Alberto Jones



  La muerte  de Carlitos nos puso de luto  a todos. Carlitos no tenía  nada, solamente amor. La vida que  le había pegado por todos lados  no había doblegado  su buen humor. Su felicidad  dependía  de dos cosas: un café  y cigarrillos. Nadie  sabía  adonde había nacido pero todos pensábamos  que venía  de la tierra de los corazones grandes. Era  una enciclopedia de anécdotas pero sólo compartía  las buenas,  de las malas  sólo  le habían quedado  arañazos  en el alma, pero al corazón no se lo habían tocado. Nunca dejó que le pasara, por eso amaba y era amado. Apenas supimos que se llamaba Carlos Armando Giménez. Que pasaba los sesenta pero que por su afabilidad pintaba como cuarenta. No sabemos en qué momento de su vida empezó a caminar sin rumbo. Ese viaje  cotidiano por el corazón de todos  que terminó ayer. Se decía que su andar había surgido  de un amor no correspondido. Tenía pocas posesiones: una guitarra y lo puesto, también un gran amor por la música. Él no necesitaba más para andar por este mundo.  Sabíamos poco de él, lo único confirmado  era  el amor por  el prójimo. Como aquella vez que  sacó veinte pesos  (una fortuna para él) y se los dio  a la señora de un músico fallecido “Para ayudarte ahora que tenés  que criar sola a tus hijos” le dijo, o la otra cuando le fue a pedir cambio al quiosquero para devolver  parte de lo que  le dieron, porque le pareció demasiado generoso. Carlitos lo único que poseía  era un gran corazón que lo fue regalando  de a poquito. Sabíamos  que tenía un sólo amor que le había sido fiel: la música. Las noches en que el frío pegaba fuerte Carlitos dormía  en un banco  del hospital, pero una noche de esas se durmió en los  brazos de Dios. Todos  movilizados  lo rescatamos de la indiferencia para velarlo en  “El Fogón  Gaucho”, un lugar en el que a veces tocó y otras durmió. Sobre el cajón pusimos una tacita de café y varios cigarrillos, para el viaje  hacia el Paraíso, donde ya nunca más le va a faltar nada. 


* ideado sobre una historia real.

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