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sábado, 22 de junio de 2013

EL MICRORRELATO DE HOY





Canto llano

Por Graciela Fernández de Jones (*)



Amanece. Las primeras lucen escarchan la tierra de marfil y damasco. Morada de antiguas lenguas tehuelches. Entrega de historia y coraje.
Ocres, terracotas y rosados, escalonan las terrazas. Altivas murallas perpetuando el canto del viento. Mudas fortalezas.
Destila su caricia amarilla el tomillo en el aire fresco de la mañana y se estira la quietud en el breve caserío. Zigzagueando volutas de humo escapan de las chimeneas.
El hombre inicia el rito cotidiano y echa a andar. Ensilla la vastedad del horizonte.
Trenza la mujer sus dedos en el telar y el día comienza.
Cuando la calandria posa el trino en la jarilla, repliega su memoria de arraigo en calafate en el fruto maduro.
Faldeos de coirones serpentean entre los cantos rodados que salpican de grises las lomadas. Y se recorta en el paisaje una llamarada naranja de tamarisco que flanquea el rancho.
Solitario el quilimbay enfunda su ritmo monocorde en el silencio y la infinitud se instala y se filtra por las grietas arcillosas. Roza apenas la llovizna en el rostro terroso que fundirá su alquimia de estéril estepa en el amasijo del alfarero.
Los parches del alma sureña laten en el corazón arisco de la meseta.




(*) Incluido en “Desde las postas del viento” – Escritores de Patagonia – Prueba de Galera Ediciones – Buenos Aires - 2001
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jueves, 30 de mayo de 2013

EL RELATO DE HOY




DOS RELATOS BREVES

Por Pascual Marrazo (*)






Los secretos de mi sombrero


No es cualquier sombrero, tiene el ala delantera encorvada y fatigada de soles. Esconde olvidos acurrucados en ochavas, páginas en blanco, gritos ahogados de silencios, sueños que no quieren respirar y un pedazo de perezosa oscuridad. En el alero que cubre la nuca, están los naufragios de la memoria, los que no se pueden guardar en los trajes sin usar, como las cartas perfumadas de amor que trepan los recuerdos. Las tristezas enredadas se rinden de cansancios y censuras hasta el cuello. Son fantasmas de imágenes mudas  que se asoman, rastros de antiguas voces invisibles en un enmudecido desierto de caricias. Antes que se escuchen los lamentos,  se huela la horneada, escape la esencia de este sombrero y queden al descubierto los reveses dramáticos, egocéntricos e imperfectos hechizos. Debo esconder mi aliento trasgresor y tonificar el aire de mis pulmones. Para que, cuando aspire  pueda contener todo el aire de mi vida, mucho antes de que pierda la cabeza y sople un remolino debajo de tu enagua que haga temblar tus piernas majestuosas. Espumando dichas y enredando mi alma, sin poder esconder estas miserias.





 Laberintos



En los laberintos que recorren mis pensamientos hay un rincón de invierno donde guardo los recuerdos tristes, es más melancólico que frío. Trato de alejarme y muy rara vez lo visito. Como buen explorador no entro en caminos sin rumbos, ni en las incordiosas nostalgias sin destino. No es falta de valentía, hay un hastío que corre por mis labios de tanto besar promesas incumplidas, se filtra en mis pupilas y vuelca un arco iris de tristezas. Colores en retazos de locas aventuras, marionetas desnudas y sin hilos, amores descartables de cuerpos mutilados, sobre un tamiz de penas e ilusiones rotas. Prefiero vagar por donde el regocijo es alborada, alejarme de los fantasmas escondidos y pellizcar las horas, que valen mucho más cuando estoy con mi amada. Disfrutar las manchas de sus labios, que como pétalos de rosa quedan pegadas a mi piel y reparar las hendijas gastadas de mi boca en la sinuosa geografía de su cuerpo.




(*) Escritor de Cipolletti.
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lunes, 20 de mayo de 2013

EL RELATO DE HOY

DOS RELATOS BREVES



Por Luisa Luzietti de Paolini (*)







Diciembre


El mes más importante del año.
Después de sesenta  veranos, todavía el nombre diciembre lo asocio siempre con el invierno. Días cortos, noches largas, frío, a veces con nieve, melancolía.
En esta parte del mundo donde vivo desde hace seis décadas, todo parece estar un poco, como se dice, al revés. Contradictorio.

         En diciembre maduran las cerezas y los damascos. ¡No, las cerezas y los damascos maduran en junio!, no insistas.

(“Diciembre mata el año y lo entierra”)
Y sigo. Violé centenares  de damascos dorados privándolos de su carozo, para convertir su cremosa, suave y dulce pulpa en la compañera que con el pan estará conmigo en los desayunos y meriendas hasta el próximo diciembre.
Diciembre: se cierra un pequeño ciclo de trescientos sesenta y cinco días (según los hombres).
Día lluvioso y frío, parecía diciembre: ¡¡no!!, ¡¡no!!, ¡¡¡era junio cuando llegué a esta tierra!!!
Junio, diciembre, frío, soledad, ¡qué tristeza!





Recuerdo




Fui dueña del paisaje más ondulante y dulce, las verdes colinas armoniosas, allá en el este, donde nací y pasé mis primeros veinte años.
Entre las curvas de la tierra, el mar turquesa y el cielo se unían al horizonte y no se sabía cual de los dos era más azul.
Fui dueña de las auroras más diáfanas, los crepúsculos más románticos.
Los altísimos pinos mediterráneos, también eran míos, mirándolos así, con la nuca tocando la espalda. Hacían volar muy lejos mi fantasía, misterios profundos que hay allá arriba. Cuando el viento hacía bailar sus ramas, me regalaba sus deliciosas semillas, y una melodía.
Y mías eran las primicias, deliciosas frutas del verano, recorriendo el campo, todo mío, de árbol en árbol, como una mariposa que va de flor en flor.
Amada tierra mía, amarga y bella.
La tristeza y la alegría.




(*) Luisa Paolini, conocida vecina de Trelew, ejercita su afición a la Literatura a través de relatos breves; algunos de los cuales ya han sido publicados anteriormente por este blog.
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miércoles, 24 de octubre de 2012

LOS MICRORRELATOS DE HOY



RELATOS BREVES


Por Luisa Luzietti de Paolini (*)





Veo que todo tiene un orden

Lo comparto plenamente, alrededor mío lo veo muchas veces. Podría hablar del orden del universo pero no conozco el tema, y me perdería en una nebulosa oscura. Mejor vuelvo a la tierra, y podría comentar el orden de algunas cosas que conozco bien. Por ejemplo, en estos días de primavera observo el orden preciso de las plantas después del invierno. Ellas saben que con la luna nueva de setiembre tienen que mostrar sus nuevos brotes y, aunque a veces el día es más negro que la noche, ellas avanzan. Yo, con mi imaginación, vuelvo a mi infancia y me encuentro a perseguir un pequeño insecto o lombriz para ver qué camino recorre, para llegar a esconderse detrás de una yema o una pequeña hoja que se convertirá en su casa provisoria.
No hace falta decir que hoy abandoné todo eso.








Viento

Cuando el viento es constante y el cielo es muy azul, en la Patagonia sur, el alma joven lo desafía. Él es constante y el alma es joven. ¿Quién ganará la apuesta? Deja hablar al viento... Si escuchas bien hasta puedes sentir una melodía. Si miras alrededor, verás que las plantas y las flores adquieren forma diversa y fantástica, algunas hasta parecen que lloran, cuando el viento es demasiado fuerte e insistente. Si miras al cielo verás un espectáculo de nubes cambiantes que ni el coreógrafo más experimentado podría lograr en tan pocos segundos. Cuando el viento se convierte en fresca brisa, en los calurosos días de verano, es como si te sintieras en el paraíso.
Deja hablar al viento...
Después de una tormenta de viento, al atardecer llega la calma, todo parece tranquilizarse. El cielo se acerca al crepúsculo y se pinta de muchas tonalidades. Hace pensar en una vida llena de juventud y coraje  y va hacia el tramonto.





Granada


Miré el reloj: siete y quince de la tarde, ir y venir de la cocina, ganas de comer una fruta, tarde larga de invierno, temprano para cenar. Mis ojos se posaron sobre algo redondo de color indefinido entre rojo, amarillo y granate, corteza dura, y donde a la hora de polinizar había una hermosa flor, quedó una corona como pretendiendo ser la reina de las frutas. En mi lejana infancia recorriendo la chacra en los cálidos días de primavera, me detenía bajo un árbol de forma casi perfecta, a admirar sus flores de colores muy vivaces que parecen pequeños floreros. Recordando las lecciones de catequismo imaginaba que fuera así el árbol de las tentaciones de Eva. Ahora saboreando una fruta tan particular aparece su nombre y mi nostalgia, Granada, tierra soñada por mí.




(*) Antigua y conocida vecina de Trelew, que comenzó a incursionar en las letras con relatos breves, como los que aquí publicamos.

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domingo, 16 de septiembre de 2012

LOS RELATOS DE HOY




DOS RELATOS BREVES 


Por PASCUAL MARRAZZO (*)








Estoy


   Siempre estoy, aunque me apoye en el silencio de un teclado perezoso o presione los números mudos de tu teléfono. Como una llama solitaria,  temerosa, ahogándose en sus cenizas, al acecho de otra lengua de fuego que baile excitada y chispeen de alegría con la mía. Acorazando el corazón con el aire frío de esta noche, acuchillando tu ventana con las voces azules que cantan los jacarandaes. Bajo los palos borrachos que lucen las flores y las espinas del enamoramiento. Aferrado a tu nombre, entre todos los colores que dejan las sombras escondidas en las plazas. A la espera de que elijas un trozo de tu vida, un tiempo de tu mejor leño, mi corazón incandescente quiere arder contigo.






Extraño mi corazón



Es de la ceguera del amor que me ha curado el matrimonio, pero ahora que divorciado y desnudo me atrapan los harapos de la vida. Es mi razón que corre mientras el corazón sólo late y viaja en pequeñas jornadas. Ha quedado en libertad, es libre y no hay nada para festejar. Es lo peor que le puede haber pasado. Un corazón en libertad es la jaula del hombre que habita y ese hombre soy yo, más la tortura de no existir. Hubiese preferido un corazón a la deriva, aunque éste fuera el camino del sufrimiento. El corazón roto del desenlace o el corazón silencioso de la muerte. Quisiera volver a mi corazón sangrante, ese que soportaba las pasiones en toda su intensidad cuando no existía la razón ni el presentimiento y tenía la arrogante felicidad de ser soltero. Ahora vestido de años y cargado de experiencias que pesan, busco nuevamente la ceguera, el abandono de la razón y un corazón que vuele. Busco desesperadamente a esa mujer, que me lo pueda encarcelar.



(*) Escritor de Neuquén.

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miércoles, 20 de junio de 2012

LOS MICRORRELATOS DE HOY




RETRATOS



 Por Pablo Lautaro (*)








De “Retratos de vida”


Milagro




Ella reía con lágrimas en las mejillas. 
Él lloraba con sonrisa de asombro. Confundidos en un profundo abrazo, ambos se maravillaron.
El niño jugaba al costado del camino, veía todo dado vuelta, en ese momento comenzaban las llamas. La ambulancia clavó los frenos… la sirena no cesó de sonar.



La represa




Estaba sólo, absolutamente a la deriva.
El sol atravesaba su embebida silueta, endeble, huérfana de ternuras.
Masticaba silencios de otras épocas, de momentos más prósperos cuando extrañamente recordó aquel beso, el de la última noche; de hacía tres o ¿acaso dos noches atrás?
No pudo sostenerse más, no quiso permanecer a salvo y soltó lo único que lo mantenía  a flote. 





De “Retratos de las Sagradas Escrituras”


Caín




El joven lloró hasta exhalar el último aliento, hasta languidecer de angustia.
La madre trató de revivirlo  con todas sus fuerzas, con toda su alma. Ahora sólo se oyen sollozos. El padre asistirá a la mayor prueba,  perdonar a Caín  quien ha sacrificado a su propio hermano y la madre deberá convivir con algo desconocido...hasta ese momento.




De “Retratos de amor y amoríos”


Temblor 3




La noche me ilumina y cabalga erizada de azules, acogedora como almohada. Mis pasos avanzan postergados de arrabales. Las luciérnagas en un dos por cuatro entonan Nostalgias. El sereno desciende como  solo de violín, me arropa de pétalos púrpura. Deambulo impregnado de melancolías, solitario,  noctámbulo. La misma noche remueve mi corazón…y tiemblan tus recuerdos.






De “Retratos de mitos y mitologías”


Ansiedad




La orden fue precisa, camina delante de ella y no gires para mirarla hasta que estés fuera del inframundo. Orfeo obedeció y aunque los peligros acecharon no se dio vuelta. 
Pero la ansiedad lo superó y creyendo estar fuera volvió la mirada para ver el hermoso rostro de su amada. No advirtió que las sombras todavía cubrían parte de los pies de Ella. Eurídice se desintegró sin más posibilidad de regreso… esto habría cambiado si  hubiera existido el espejo.




Hazaña



La incansable Penélope sigue tejiendo a través del tiempo.
Los pretendientes también esperan quien sabe qué.
En otros territorios Odiseo seguirá conquistando mujeres. Por último luchará en Troya…luego, regresará a matar a los pretendientes.




De “Retratos sobre misterios”


Transeúnte



El joven dijo al policía: esas no son mis pertenencias. Le contó también que la vidriera estaba rota, que la luna salió de ella, que una silueta extraña le preguntó si le podía cuidar esas cosas. Dijo además no pertenecer a ese lugar, que estaba dando vueltas porque alguien le avisó que frente al museo, justo en la esquina, llegaría la nave. Esa que lo llevaría a casa. 
Minutos después una luz potente encandiló al agente, quien no logró salir del asombro, quien no pudo convencer a sus superiores de la veracidad de esa historia. Motivo por el cual fue detenido y puesto a disposición de la justicia. Ahora espera sentencia y jura ser inocente aunque es el único imputado del robo a la joyería…los diamantes no aparecen.







(*) Escritor neuquino, integrante del Centro de Escritores Ing° César Cipolletti, que actualmente preside. Autor de los libros “Huellas” (Poemas, 2007) y “Retratos” (Microrrelatos, 2010); del cual se tomaron estos relatos. Participó en diversas antología: una en Argentina y dos en España. También integra la antología “Refugio de Palabras”, del Centro de Escritores, presentada en mayo de (2012). Es docente, maestro de enseñanzas prácticas. Se inició en el género poético e incursiona en la micro ficción y los cuentos breves.
 Mail de contacto: pablolautaroescritor@yahoo.com.ar

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jueves, 19 de abril de 2012

EL MICRORRELATO DE HOY




DESPERTAR


Por Carlos Dante Ferrari



Soñó que la despertaban con un beso. Un príncipe la alzó entre sus brazos y la introdujo en el castillo, donde los cortesanos y un público numeroso vitoreaban su regreso. Mientras se cumplían todos los ritos en su honor, ella observó los muros que se elevaban, opresivos, perdiéndose en la opacidad de los techos.  Se imaginó envejeciendo allí, prisionera del tedio y de las intrigas palaciegas.

Ahora el aire matutino acaricia su piel mientras el sol refulge sobre el rocío de los pastizales. La laguna es un espejo del cielo, como siempre, bajo el alegre concierto de los pájaros.

La ranita suspira en su escondite, aliviada. No ha sido más que una tonta pesadilla.

                                              ***

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martes, 9 de noviembre de 2010

EL MICRORRELATO DE HOY


AMOR


Por Enrique Martínez Llenas



Fue conminado a explicarse.

Y entonces, el hombre habló:

La respetaba, por haberse hecho valer como mujer, por no haber tolerado ni una sola vez el abuso sobre su persona.

La consideraba como su igual, por su inteligencia y su equilibrio.

La cuidaba como algo valioso, irremplazable; atendía a sus necesidades, preparaba sus comidas con deleite; trataba de satisfacer, sin que se lo pidiera expresamente, sus pequeños caprichos.

La reñía, casi siempre jocosamente, por sus olvidos y despistes.

La disfrutaba, jugando y divirtiéndose con su cuerpo sin recibir nunca un rechazo indiferente, sino el recíproco gozo.

La mimaba, como si se tratase de un tímido cachorrito desvalido.

La envidiaba por su serenidad, de la que él mismo carecía; pero esa era una envidia que lo movía a intentar ser mejor.

La amaba…

Por todo eso y mucho, mucho más, cuando el daño en su cerebro y mente fue tan arrollador que dejó de ser ella misma, y en virtud de un viejo pacto tiempo atrás formulado, entre ellos libremente consentido, y que nunca más requirió ser actualizado, la mató.


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EL MICRORRELATO DE HOY


AMOR


Por Enrique Martínez Llenas



Fue conminado a explicarse.

Y entonces, el hombre habló:

La respetaba, por haberse hecho valer como mujer, por no haber tolerado ni una sola vez el abuso sobre su persona.

La consideraba como su igual, por su inteligencia y su equilibrio.

La cuidaba como algo valioso, irremplazable; atendía a sus necesidades, preparaba sus comidas con deleite; trataba de satisfacer, sin que se lo pidiera expresamente, sus pequeños caprichos.

La reñía, casi siempre jocosamente, por sus olvidos y despistes.

La disfrutaba, jugando y divirtiéndose con su cuerpo sin recibir nunca un rechazo indiferente, sino el recíproco gozo.

La mimaba, como si se tratase de un tímido cachorrito desvalido.

La envidiaba por su serenidad, de la que él mismo carecía; pero esa era una envidia que lo movía a intentar ser mejor.

La amaba…

Por todo eso y mucho, mucho más, cuando el daño en su cerebro y mente fue tan arrollador que dejó de ser ella misma, y en virtud de un viejo pacto tiempo atrás formulado, entre ellos libremente consentido, y que nunca más requirió ser actualizado, la mató.


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sábado, 14 de agosto de 2010

EL MICRORRELATO DE HOY




EL PRODIGIOSO DON DE REUIL


Por Carlos Dante Ferrari



A raíz de sus sorprendentes correlatos con la realidad, las ficciones de André Reuil se consideran admirables, e incluso han sido calificadas como “peligrosas” por algún sector de la crítica. Ciertas frases suyas parecerían funcionar como cifras del destino. Cuando en el célebre cuento “Colette” narró la venganza de una mujer despechada, hubo lectores incursos en circunstancias similares a las de sus dos protagonistas masculinos, que terminaron arrollados por un auto o derribados por una bala perdida.
También los relatos de “Merxeau d’Or”, abundantes en revelaciones y epifanías, han provocado episodios de visualización en muchos lectores, premoniciones y presagios que, tarde o temprano, se hacen realidad.

Quizás para aventar el prejuicio de que su don propiciatorio sólo está asociado a las tragedias, esta mañana Reuil escribió la historia de un pájaro que logra fugarse de su jaula.
Y hacia el mediodía, ante el asombro ciudadano, el cielo se vio poblado por bandadas de jilgueros, volando en círculos festivos sobre todos los parques de París.




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miércoles, 16 de junio de 2010

LOS MICRORRELATOS DE HOY

Tres microrrelatos de Carlos Dante Ferrari








UNA FORTALEZA INEXPUGNABLE

-¿Qué dijiste?, gritó el padre, furibundo.
-Nada, contestó el chico.
-Te oí. Dijiste una palabrota. ¿De dónde la sacaste?
-Mmm… De… la escuela…
-¿Ah, sí? No vuelvas a decirla, ¿entendiste?
El chico calló tan solo un instante. Luego se atrevió a preguntar:
-¿Entonces no puedo decirla?
-¡No, por supuesto que no!
-¿Y pensarla?
Desconcertado, el padre replicó:
-Si no la te la oigo decir…
El hijo lo miró, desafiante, dio media vuelta y se retiró diciendo:
-Ahora mismo la estoy pensando…








VIDA EXTRAGALÁCTICA

El hombre resopló. Hacía muchísimo calor. Dejó a un lado sus notas y levantó la vista para atender al visitante. Otra vez el secretario de informaciones volvía a la carga.
-Sí, ¿qué sucede ahora?
-Se confirmó la noticia, señor. Están analizando cómo la difundiremos. La idea es no alarmar a la población.
-¿Pero realmente hay vida inteligente o es sólo una conjetura?
-Depende de lo que entendamos por “inteligencia”, señor. Si se refiere a la capacidad de elaborar abstracciones para emplearlas en el diseño y fabricación de objetos, eso ya está comprobado. La sonda captada proviene de allí. Por lo demás, los habitantes se trenzan en guerras con frecuencia; en la faz social diría que se comportan como verdaderos idiotas.
-¿Y ya han decidido algún nombre para el planeta?
-Sí, señor: el mismo que ellos utilizaban desde tiempos primitivos.
-¿Ah sí? ¡Qué interesante! ¿Cuál era ese nombre?
- Gaia, señor: lo llamaban Gaia.









IDENTIDAD

La miró como la primera vez. Fue una sensación rara, casi impropia de dos seres que se conocen y se aman durante más de veinte años.
Con los ojos cerrados y una recobrada serenidad en el rostro durmiente, Ana se parecía mucho más a la adolescente del primer amor que a esa mujer adulta, agobiada por los sobresaltos de una profesión de riesgo.
“Es ella”, le dijo por lo bajo al empleado de la morgue. Y volvió a cubrirle el rostro con la sábana.




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