google5b980c9aeebc919d.html

miércoles, 4 de mayo de 2016

EL POEMA DE HOY







Va a dar de nuevo…

Por Jorge Baudés




Encrespado, con sus lenguas como un fauno emergiendo del averno
abrió las fauces de esponjosa lava, vertió sobre la arena tentáculos de espuma
y con inusitada vehemencia, desgarró la playa.

Trémulos, impensados testigos en desatada furia
curvaron su anterior estirpe, nativos tamariscos.
Desgajados, perplejos, inconcientes.

Próximo a ellos, el Puerto y sus bajeles.
Tronchada pesca, condenados a un retorno anticipado.
Eludiendo escarchas de sal y olas traicioneras

se acerca un navío, esquivando bancos de arena agazapados.
Lanza cabos hacia un muelle que resiste el cobijarlo
y extrema la pericia en su quehacer, el marinero.

El viento se apodera del entorno y funda el señorío
Por un momento…hasta el cielo ha sido hecho prisionero.
Parece que Dios mezcló las cartas nuevamente, y va a dar de nuevo…


Bookmark and Share
votar

sábado, 30 de abril de 2016

EL POEMA DE HOY




LA PUERTA DE LOS GALPONES

Por Cristian Aliaga (*)



Los menos, aquellos
esa vuelta desnudos
por la penumbra.
Aquellos, los más queridos
ajenos para la distancia.
Los menos, que vuelven de madrugada
por las calles arrasadas bajo el viento.
Golpean a una inmensa puerta
de los galpones que nunca se abren,
los galpones de chapa oscura
en medio de la pampa.

Prácticamente, un silencio,
pero un punto escaso,
un puentecito roto hasta la muerte.

El instante tibio, pero justo,
en que se cruza el umbral
de no poder más.
Dormido sobre un tirante,
junto a la chapa del galpón
que vibra menos con el viento.



(*) Escritor de Comodoro Rivadavia. De la cuarta parte, “Pampa del Castillo”, de su libro “No es el aura de Kant” (Ediciones Último Reino, Bs As, 1992).


Bookmark and Share
votar

miércoles, 27 de abril de 2016

EL POEMA DE HOY




LA PLUMA ROTA

Por Carlos Sacamata (*)



Hubiera dado tantas cosas Madre
por tener el sosiego de tu rostro,
por tener la caricia de tus ojos,
por lograr tan siquiera imaginarte.

En la densidad de mi noche fría
prosa la muerte los versos sin calma,
sólo tu alma Madre, ay… me llama
y morir quiero con salvaje alegría.

Podré decirte tantas cosas Madre
Que la eternidad me parece poca,
Podré llorar contigo la pluma rota,
Que me dio la vida para buscarte.

Hubiera dado tantas cosas, Madre,
por lograr tan siquiera imaginarte.





(*) Escritor de El Calafate, fallecido en el año 2013. Fue director durante varios años de la revista literaria “Chaltén”, gestor de numerosas actividades culturales, como el concurso literario David Aracena y permanente difusor de las manifestaciones artísticas regionales en distintos ámbitos, entre ellos el educativo. Dejó varios libros; como “De Cuerpo y Alma”, “Recordando el viento”, “El picadero”, “Linaje Sacamata” y el poemario “Aoni Kosten”, prologado por Rodolfo Casamiquela. Este poema está tomado de la antología “Santa Cruz. Sus escritores de fin de siglo” (Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Santa Cruz, Río Gallegos, 2005).


Bookmark and Share
votar

miércoles, 20 de abril de 2016

EL RELATO DE HOY





UNA CRÓNICA PARA EL GUANACO


                                                      Por Jorge Castañeda (*)



Centauro de leyendas, sofrenando el galope por los escoriales, orejas alertas en la estepa, por las mesetas, en las planicies, mangrullo viviente en la escarpada costa marina donde el mar de un azul infinito se repite incesante como tu especie vulnerada.

Lama guanicoe por los montes, atisbando el horizonte con ojo avizor entre las largas y curvadas pestañas, cuidando la manada de hembras, buscando por instinto ancestral el abrevadero para saciar la sed urgente cuando el sol canicular de la Patagonia agobia y fatiga.

Relincho arisco en el labio leporino, jugando a las escondidas entre jarillas y calafates, cérvido cuasi, camélido pequeño, dejando las huellas de tus pezuñas partidas como en las grecas que otrora se plasmaron en los petroglifos y las piedras tutelares, en las labores de las matras tan antiguas como tu especie o en la impronta estilizada de las cuevas.

Tótem y linaje para las familias que perpetuaron tu nombre en el abolengo de sus apellidos indios. Bravo, astuto y ligero cuando acosan los predadores, ecuestre y vulnerable arriba de los cerros cuando se recorta su figura enmarcada por el sol tramontano.

Hueque o luán, yoon, amrua o naú, por los faldeos de las montañas con su pequeño rebaño, con sus colas cortas y curvadas por los desérticos y ardidos arenales, arañadas sus verijas por las ramas de las plantas enanas del monte. En la trampa aleve de los desfiladeros donde le aguarda la muerte sangrienta que impone el cazador.

Ya chulengo, en el quillango laboreado con el dibujo de su panteón de dioses vencidos, en la ruca del mapuche, en los tientos, en los raspadores, utensilio útil, en el tendón tensado por el brazo fuerte del guerrero, sabrosa carne, en la piedra bezoar que usan sabiamente las machis o ya convertido luhán, figura estelar con las altas estrellas.

Guanaco, por el gualicho sombra errante de un tiempo distinto, por los pedreros o tal vez acosado y herido de muerte por la bala del cazador buscando el remanso de las corrientes de agua, para morir con cierta dignidad solitaria como algunos de tus mayores predadores: los hombres.



(*) Escritor de Valcheta. El relato fue tomado de su obra “Crónicas & Crónicas”.
Bookmark and Share
votar

jueves, 14 de abril de 2016

EL POEMA DE HOY




PASAJES DE INVIERNO

Por Julio Sodero (*)


1

Melopeas de sol
de memoria.
Huyo de tu olvido
en cada prisa del recuerdo.

2

De los límites opuestos
mira las simetrías.
La vida está allí.

3

El límite es la tierra.
La distancia pendiente
sigue siendo nosotros.

4

Busco tu piel
llovizna en la luz.
Quiero estar
permanecer en ti.

5

Volver a la nada
abrir sus puertas.
Cerrar la noche.




(*) Escritor de Sierra Grande (1950 – 2005).



Bookmark and Share
votar