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sábado, 29 de septiembre de 2007

CUENTOS PARA COMPARTIR

“El libro de los monstruos” es una suerte de “bestiario” humano, una fauna de seres alucinantes creada por Rodolfo Wilcock al servicio de sus propósitos literarios, destinada a metaforizar los miedos y las angustias, pero también los deseos, las pasiones y las fantasías que anidan en cada uno de nosotros. Cada cuento es una prueba irrefutable de la siempre sorprendente genialidad del autor. Elegimos hoy uno de ellos para compartirlo con ustedes.


MASSENIO LOPPI

J. Rodolfo Wilcock


Lolla era y es aún la novia de Massenio Loppi, un joven apuesto, bonceado y deportista, rebosante de salud y alegría; quien, sin embargo, desde hace un tiempo, se ha convertido en un espejismo. Adiós entonces a toda esperanza de encuentros amorosos, de diálogos apacibles, de tête-à-têtes bajo el claro de luna: incluso si lo persiguiese en un jeep por el desierto que comienza detrás de la casa, Massenio se escaparía hacia las montañas; y si intentase alcanzarlo en barco por el mar que se extiende frente a la casa, Massenio igualmente se alejaría, trémulo sobre el horizonte. En cuanto al claro de luna, Massenio se deja ver sólo de día: temprano por la mañana en el desierto, sobre el mar al atardecer. A veces se lo ve sobre zancos, otras camina ágilmente sobre las aguas, y en ciertas ocasiones la Fata Morgana* levanta a su alrededor muros, columnatas y arcos, y por detrás, castillos con torres y en las torres ventanas luminosas, y en las ventanas turbias mujeres lo llaman para seducirlo, o tal vez llaman a Lolla, para burlarse de ella. Hay días en que Massenio Loppi aparece repetido en tres puntos del horizonte al mismo tiempo, y Lolla se desespera, porque no sabe en cuál de los tres fijar la mirada. En una palabra, el noviazgo se desarrolla con bastante normalidad; tal vez nunca lleguen a nada, pero eso es previsible cuando se ama, ya que está comprobado que de cualquier modo el otro es siempre inalcanzable, y nunca se sabe en cuál de sus falsas imágenes fijar la mirada.

* Espejismo o ilusión óptica originado en la inversión de la temperatura.

jueves, 27 de septiembre de 2007

EVOCACIONES DE JORGE LUIS BORGES

FRASES MEMORABLES



Si de algo soy rico, es de perplejidades y no de certezas.





Jorge Luis Borges.

lunes, 24 de septiembre de 2007

LA PARTIDA DE UN GRAN ESCRITOR ESPAÑOL


Colabora hoy: Olga Starzak*


FRANCISCO UMBRAL: RECONCILIARSE CON LA MUERTE


Recuerdo que cuando comencé a leer “Mortal y rosa” me costó reconocer que estaba ante el mismo autor de aquel libro del amor y del viagra. El mismo hombre que asegura que la mejor droga es la imaginación y después acepta haber recurrido a barbitúricos, al alcohol, a las anfetaminas; el que en “Mortal...” dice que la verdad es la mejor medicina pero luego manifiesta necesitar una pastilla para escribir, otra para vivir, otra para dormir... No lo juzgo, le han pasado demasiadas cosas... ¡Ha perdido un hijo!

Apenas inicié la lectura de esta obra sentí la necesidad de ir apuntando frases, recursos, imágenes. Francisco “Paco” Umbral escribe este libro en un momento tristísimo de su vida. Y no pude dejar de leerlo como madre, de imaginar la impertinencia de los hospitales, el olor acre metido hasta en las paredes, el rictus repetido en el rostro de los que esperan... Una vez más creo que es en las circunstancias más dolorosas cuando los escritores despliegan todo su talento (aunque Umbral diga que el talento se construye) sacando de sí la parte más bella pero también la más morbosa, la más inhumana pero también la más sensible.

Más que de una novela, cuando hablamos de “Mortal y rosa” debiéramos hablar de un monólogo lírico brillante, de un diario íntimo, de una fuerza catártica. Toda la obra es casi una sucesión de metáforas, innumerables imágenes de las llamadas “visionarias” o “irracionales”. Hasta en algún momento me recordó a Walt Whitman en “Canto a mí mismo”, salvando las épocas en las que ambas obras están escritas y las culturas que los diferencian.

No menos que apesadumbrada por la trama -si se puede decir que haya una trama en este sucesivo canto agonizante a la muerte misma- quedé impresionada por los incontables recursos utilizados para describir/descubrir una misma escena; la recargada pero siempre oportuna adjetivación, un estilo que se mantiene durante casi todo el libro y que sólo cambia sobre el final; la incursión en poemas (a veces alejandrinos, otras sin métrica, con rimas, libres, etc), la vinculación de situaciones materiales y abstractas: la caída del pelo con la extinción, con la muerte, las manos del hombre y el tacto/contacto con el cuerpo de la mujer, los ojos (la mirada) con la imaginación, el sexo del hombre con un antropoide... También la frecuencia con la que utiliza los conglomerados sonoros que solemos evitar (por considerarlos cacofónicos), las aliteraciones, los parónimos.

Su prosa se nutre constantemente de otras voces (la de Jiménez, Gómez de la Serna, Cela, Quevedo, Unamuno) pero siempre utilizando su propia voz y con una intertextualidad libre. Sin atarse a las reglas del entrecomillado, sólo cita; lo hace hasta cuando usa una palabra “suelta” pero significativa en su contexto, de otro autor.

Con un estilo soslayado, implícito, candente, tierno y romántico (aunque –a veces- necesariamente violento) Umbral se refiere siempre, al menos en esta producción (no voy a referirme aquí a sus “Memorias eróticas”) a las situaciones amorosas desde lo nostálgico, desde el dolor de las pérdidas, de los amores lúgubres, en ambientes impetuosos.

Mortal y Rosa es una prosa poética que nos confronta con lo más bello de la literatura: la posibilidad de decir, de elegir las palabras, de ingresar al mundo del lector hasta hacerlo declinar. A tal punto que en el medio de la catástrofe y el dolor, de la impotencia y la muerte a la que el autor decide recurrir (en vida), cercado por lo mísero y lo trágico, acepta el poder de la destrucción -de la autodestrucción- hasta llegar a definirse como “el único cadáver capaz de escribir”. Creo que la ausencia de fe religiosa lo lleva a aferrarse a las escenas más esperpénticas. Una de las frases que más me angustiaron es aquella en la que, refiriéndose a la silla de ruedas que él mismo utilizaba para llevar a su chiquito enfermo, dice: “...llevo en la silla de ruedas una porción mínima de muerte, un niño que no pesa, una vida que no suena. Quisiera esto para siempre, seguir cruzando puentes, corredores, sonrisas amarillas de enfermos incurables, y que durase nuestro viaje hijo, y tenerte siquiera así..”. “Soldadito rubio que mandaba en el mundo, te perdí para siempre”.

No puede haber lugar en esta poesía -porque pareciera haberse esfumado para siempre en la vida de Umbral- “la magia con aroma a rosas y sonido de violines” –como dijera otro querido poeta.

La noticia de su partida me apenó, por muchas razones; también por lo que seguramente aún tendría para aportar a los cánones de la Literatura.

Pero estoy segura de que el pasado 28 de agosto, el inolvidable Paco Umbral, en el último renglón de su existencia, al fin logró reconciliarse con la muerte. Y quién dice... reencontrarse con su soldadito rubio, y entonces sí recuperar –esta vez para siempre- la magia con aroma a rosas y sonido de violines.


* Escritora chubutense. Ha publicado dos volúmenes de cuentos: "En el umbral de los encuentros" (Ediciones del Cedro, 2002), y "Estigmas" (Ed. Vinciguerra, 2004). En el mes de octubre próximo presentará en público una nueva obra de su autoría.

sábado, 22 de septiembre de 2007

IV Simposio sobre Bandoleros Norteamericanos en la Patagonia




Los días viernes 16, sábado 17 y domingo 18 de noviembre de 2007 está prevista la cuarta presentación del Simposio sobre Bandoleros Norteamericanos en la Patagonia en Cholila, hermoso pueblo del oeste cordillerano del Chubut, en el que vivieron vivieron entre los años 1901 y 1905, Butch Cassidy, Sundance Kid y Ethel Place.

Los organizadores esperan difundir de esta forma la verdadera historia de estos famosos personajes, omitida por la la famosa película de FOX. protagonizada por Paul Newman y Robert Redford.

En Cholila se encuentra la cabaña de Butch Cassidy, principal atractivo turístico para quienes siguen la leyenda de estos bandoleros. Y es este recurso el que pretenden preservar los organizadores y los historiadores y documentalistas que se presentarán en este IV Simposio en el marco de una futura “Ruta de los Bandoleros”.

La participación está abierta al público interesado en los relatos de Butch Cassidy y su banda a principios del siglo XX.
Para mayor información, cliquee aquí

miércoles, 19 de septiembre de 2007

ENTRE ENCANTOS Y OLVIDOS



"PATAFRONIA": ¡Luz, cámara, acción!




Las dimensiones ignotas, los parajes lejanos e inexplorados, suelen ejercer una rara fascinación sobre el ser humano. África, por ejemplo, fue durante los últimos siglos el paradigma de lo exótico. Los hombres de espíritu aventurero, ansiosos de emprender un viaje con destino incierto, la convertían en su Meca; los escritores que requerían escenarios inquietantes encontraban en aquellas junglas, desiertos y sabanas el sitio ideal para ambientar sus ficciones; y Hollywood la convirtió por varias décadas en un vastísimo set de filmación al aire libre. Desconocido, en buena medida inasequible, el “continente negro” albergaba la historia de Egipto, las pirámides, el Nilo; zulúes, bantúes y pigmeos; leones, elefantes y jirafas. En suma: un territorio mágico, subyugante, ideal para alimentar las fantasías más audaces.

Aunque es probable que en el inconsciente colectivo todavía sobreviva un África épico e inmaterial, hoy en día la globalización informativa y la televisión satelital han ido descorriendo otros velos para mostrar el “backstage” de una realidad más pedestre, a veces dolorosa y vergonzante.
Como contrapartida, en los últimos tiempos parece haber surgido un fenómeno bastante similar con las cualidades exóticas de la Patagonia. Siamesa separada de su gran hermana morena hace millones de años por la dispersión tectónica de Pangea, hoy se presenta ante el mundo con singulares pergaminos: paraíso de las ballenas, gentilicio que se adosa a los sellos productores o a las etiquetas de vinos con pretensiones exigentes, restaurantes donde se ofrecen corderos del mismo origen; trekking, rappel, costosas excursiones de pesca; vergeles cordilleranos en oferta (con espejos lacustres incluidos) que se convierten en propiedad privada de celebridades extranjeras.
Así es. Un inesperado golpe de brújula parece haber traspolado el antiguo sortilegio africano a nuestra latitud austral, convirtiéndola en una suerte de “Patafronia”, sin elefantes, ni monos, ni jirafas, pero con pumas, pingüinos, cetáceos y ñandúes. Un nombre conectado a la aventura; una promesa de experiencias únicas e irrepetibles.
Sin embargo, es justo decirlo: detrás de los escenarios montados para el consumo, la Patagonia es un sitio más de la Argentina, una región donde simplemente hay gente que sueña, trabaja, disfruta los beneficios y sufre los rigores del clima y del paisaje. Y donde a menudo, la insanable distancia que la separa del Primus Orbis acarrea no pocos sinsabores...
Porque además de sus bellezas naturales, en la Patagonia “real” también se piensa, se estudia, se investiga; y como el talento no conoce de fronteras, alberga en su seno a dignos exponentes de las diversas ramas del arte y la cultura, aunque no figuren en las costosas etiquetas del mercado “patafrónico”.
Artistas plásticos, escritores, investigadores, músicos, académicos: todos están detrás de bambalinas cuando se apagan las luces del escenario mediático. Ellos continúan realizando sus labores diarias, silenciosas, sin mayores posibilidades de acceso a las salas de arte, a los foros científicos, a las grandes editoriales y a los sellos discográficos.
¡Ah, si algún día los grandes operadores emprendieran un auténtico “safari” cultural...!
Seguramente se toparían con agradables sorpresas.

domingo, 16 de septiembre de 2007

FRASES MEMORABLES

"El arte necesita o soledad, o miseria, o pasión. Es una flor de roca que necesita el viento áspero y el terreno rudo".

Alejandro Dumas (h).

Cuarto Encuentro Internacional "De las Dos Orillas"

La Asociación Cultural De las Dos Orillas invita al Cuarto Encuentro Internacional "Narradores De las Dos Orillas", con la participación de destacados escritores de Uruguay, Argentina, Chile, Brasil, México, Estados Unidos y España, quienes han confirmados su asistencia.
El Encuentro se llevará a cabo entre 22 al 25 de Noviembre del 2007 en el Hotel Amsterdam de Punta del Este – Uruguay – ubicado en el corazón de la península.
Asociación Cultural "De las Dos Orillas" Teléfonos: (00598) 2 – 709.96.00 (Montevideo) (00598) 42 – 48.07.49 (Punta del Este) Celulares: (00598) 94.31.46.83 (00598) 94.47.10.10
e-mail: delasdosorillas@yahoo.com.ar

viernes, 14 de septiembre de 2007

CONCURSOS-FUNDACIÓN ARGENTINA PARA LA POESÍA



La Fundación Argentina para la Poesía
convoca al "Premio Estímulo 2007"
Certamen de alcance nacional.
Podrán participar poetas entre 18 y 35 años, argentinos o extranjeros residentes en el país.
Bases de la convocatoria en www.letrasargentinas.com.ar
Plazo de recepción hasta el 30 de octubre de 2007.

HALLAZGOS: EL VERDADERO ROBINSON CRUSOE


“HISTORIA DE SELKIRK”

El verdadero Robinsón

De Ernesto Morales

(Colección Buen Aire – EMECÉ, 1948)








Las librerías “de viejo” suelen darnos estas satisfacciones. Buscamos hasta el cansancio una obra agotada y un buen día, cuando ya estamos a punto de resignar la pesquisa, la muy esquiva asoma su rostro en una mesa de saldos, semioculta entre decenas de tapas añosas.

Sabemos que entre los siglos XVI a XIX los “terribles mares del sur” fueron testigos muchas epopeyas oceánicas y también un escenario propicio –casi mítico– para la inspiración de grandes novelas como “Robinson Crusoe”, publicada en 1719. Y aunque el personaje literario de Daniel Defoe goza de una popularidad bicentenaria, no todo el mundo sabe que la trama estuvo inspirada en la aventura de un hombre de carne y hueso.

¿Quién era John Selkirk? Ni más ni menos que un díscolo marinero escocés que tras una disputa con el capitán Stradling, fue desembarcado del “Cinque Ports” en la isla de Juan Fernández, donde quedó librado a su suerte. Corría el año 1704. Allí permaneció en completa soledad durante cuatro años y cuatro meses, refugiado en una gruta próxima a la Bahía de Puerto Inglés, hasta que al fin, en febrero de 1709, fue rescatado por la tripulación del “The Duke”. Estos datos están asentados en inglés sobre una placa de bronce emplazada en la isla, junto al “observatorio” de Selkirk, en Portezuelo.

Ernesto Morales realizó una excelente investigación previa del tema para elaborar esta obra breve (70 páginas), en la que brinda datos muy atrayentes acerca de la vida de Selkirk y también de la manera en que Defoe habría llegado a tomar contacto con su historia. Pero no es nuestra intención revelar aquí esos detalles, sino tan sólo esbozar una brevísima síntesis de su contenido.

La parte inicial aporta referencias precisas sobre el sitio que refugió a Selkirk durante poco menos de un lustro. Luego el autor nos informa acerca de la trayectoria marina del piloto Juan Fernández, de cómo y cuándo descubrió el grupo de islas que llevan su nombre –Santa Clara, Más Afuera y Más a Tierra– y de las características de su flora y su fauna. Intercala además otros datos de interés –las visitas ocasionales al lugar de algunos bucaneros como Sharp y Davis– y, entre otras curiosas coincidencias, las que determinaron que los nombres “Robín” y “Robins” estuvieran tempranamente ligados a la isla Más a Tierra.

El capítulo VII contiene pasajes francamente emotivos, sobre todo cuando se transcribe el episodio del rescate descripto por el capitán del “Duke” Woodes Rogers en su Diario, publicado en 1712 y luego reeditado varias veces, incluso en francés.

Al regresar a Larco -su villa natal natal- Selkirk se reencontró con su familia y poco a poco fue readaptándose a la vida social; tanto como para enamorarse y contraer matrimonio dos veces. Sin embargo, las invisibles sirenas del mar habían ganado su corazón. En 1728 volvió a embarcarse en el Weymouth. Esta vez, sin embargo, sería un viaje sin regreso: un naufragio puso fin a sus días.

Es importante señalar que este marinero escocés nunca dejó de añorar aquella isla lejana. En sus memorias, según nos cuenta Morales, hay pasajes que así lo atestiguan:

“¡Oh, mi querida isla! ¡Cuánto habría dado por no dejarte nunca! ¡Nunca fui mejor que cuando habité tu suelo, y desde que te abandoné no he vuelto a ser bueno, ni lo seré tal vez jamás en adelante!”

Según nos recuerda el autor, la historia registra la existencia de otros “robinsones”; y contra lo que podría suponerse, sus experiencias no siempre parecen haber sido trágicas ni necesariamente dramáticas.

Esto lleva a pensar que algún encanto secreto han tener sin duda la soledad y el aislamiento. Después de todo, ¿quién no ha sentido alguna vez la tentación de refugiarse en una isla desierta?

Eber Girado

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Frases memorables

"Los libros me enseñaron a pensar, y el pensamiento me hizo libre".

Ricardo León y Román (1877-1943).

UN HÁLITO DE POESÍA



HOY: DOS POEMAS


Implosión del silencio


Y al fin

llega ese día crucial

en que las voces

de todas las angustias

forman un coro

patético

doliente

monocorde

para soltar el llanto

reprimido

(todos los llantos)

de cada atardecer,

de cada despedida,

de las quimeras que se hicieron trizas

y que a nadie

has contado

todavía.




Vuelo derrumbado


Si ves un ave

tendida sobre el suelo

puede que sea

una paloma muerta.

O tal vez

sea un ángel

abatido en el vuelo

o un poema

inconcluso,

una promesa trunca,

un frustrado

desvelo,

un adiós sin aviso,

la chatarra

de un sueño.


E.G.

lunes, 10 de septiembre de 2007

PERIODISMO EN LENGUA EXTRANJERA (segunda parte)


“Y DRAFOD - Decano del

periodismo patagónico”


“Decano del periodismo patagónico”: así calificó Matthew Henry Jones a Y DRAFOD en su obra “Trelew, un desafío patagónico”. Un título merecido, desde que no se conoce otro periódico más antiguo en la vasta franja extendida al sur del Río Colorado.

Varias y fundadas razones concurren para destacar este mérito tan singular. En primer término, no deja de sorprender la dilatada permanencia de una modesta publicación del interior del país, inaugurada hace nada menos que 116 años; máxime cuando son contadísimos los medios de prensa argentinos con una longevidad semejante. Si a ello se agrega su redacción en lengua galesa, el dato adquiere entonces un viso de irrealidad, tratándose de un idioma en crisis que hoy procura afanosamente recuperar terreno en su propio país, después de haber estado proscripto por el gobierno británico durante décadas.

En el editorial del primer número su director -Lewis Jones- proclamaba una loable preocupación: “Debido a la escasa relación que tenemos con el mundo, se presiente desde hace años el peligro de que la falta de intercambio de ideas provoque nuestro estancamiento, en medio de la inercia, sin choques ni discusiones educativas”. Y culminaba aquel párrafo con un concepto de notable vigencia: “Esta carencia de oportunidades de conocer e informarse es más sensible en el caso de los jóvenes, que están expuestos a tantas influencias corruptas e impuras”.

Cualquier semejanza con la realidad actual, ¿será “pura coincidencia”?

La impresión del semanario estuvo inicialmente a cargo de Edward Davies, un tipógrafo venido desde Gales; la imprenta estaba junto a la casa del fundador, en la intersección de Italia y Pasaje Salta de la ciudad de Trelew. Luego, en 1893, cuando el Sr. Lewis Jones enfermó gravemente, la imprenta fue trasladada a su chacra cercana a Rawson, donde su hija Eluned Morgan asumió la dirección del periódico. A partir de 1894 pasó a manos de una sociedad editora que volvió a imprimirlo en Trelew hasta la década de 1940, en que la imprenta fue trasladada a Gaiman.

Muchas fueron las vicisitudes del semanario a lo largo de su evolución, con una extensa lista de directores, hasta que en 1953 asumió la dirección la señora Irma Hughes de Jones, apreciada periodista y poeta del valle del Chubut, ganadora de nada menos que siete sillones bárdicos en los Eisteddfod del Chubut.

Su labor al frente del periódico fue fecunda e incansable, pese a no pocas dificultades y a la escasez de medios. Fallecida en 2003, Irma dejó un recuerdo entrañable en la comunidad valletana. La sucede actualmente en esta tarea su hija Laura, con la colaboración de Esyllt Roberts.


Durante la reciente disertación realizada por en la Asociación San David de Trelew, Laura y Ana María recordaron las épocas en que su madre elaboraba las notas en las noches de la vieja chacra de Treorcki, a la lumbre de una lámpara a querosén. Bajo los débiles fulgores de esa llama trémula, su pluma deslizaba sobre el papel frases en la antigua lengua celta, redactando las noticias que más tarde serían impresas y leídas por los descendientes de los colonos venidos desde Gales en 1865.


Un recorrido por los archivos de las páginas centenarias permite comprobar que, fiel a su nombre (“El Mentor”), Y DRAFOD fue consejero y guía de aquella pequeña comunidad prácticamente aislada del mundo. Hay en ellas registros muy variados para el investigador deseoso de reconstruir los detalles históricos de la vida social, cultural y política del Chubut a lo largo de más de un siglo.

Y aunque el progreso y la tecnología finalmente hayan convertido hoy a aquella lámpara tan sólo en el ícono del periódico, su llama continúa siendo un símbolo demostrativo de que, más allá de toda escasez de recursos, la tenacidad del espíritu pionero es la verdadera luz perdurable: ese fuego sacrosanto que siempre alumbra los proyectos sólidos, edificados sobre una auténtica convicción espiritual.


E.G.


viernes, 7 de septiembre de 2007

PERIODISMO EN LENGUA EXTRANJERA A PARTIR DEL SIGLO DIECINUEVE

Si bien los primeros antecedentes periodísticos en el Río de la Plata parecen remontarse a los llamados noticieros publicados por la Real Imprenta hacia 1781, sólo en el siglo XIX comienzan en esta región las publicaciones en forma regular y periódica, a partir del primer número del célebre “Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiógrafo del Río de la Plata” en abril de 1801, de muy corta duración, ya que fue clausurado en octubre del año siguiente.

Durante ese siglo vieron la luz en muchos medios de prensa, cuya lista completa (más de un centenar) excedería el marco de nuestra nota. Lo que no deja ser un dato curioso es que, salvo mejor información, entre aquellos periódicos sudamericanos al menos siete de ellos fueron editados en lengua extranjera.

Así, tenemos noticias de que hacia 1807 comenzó a publicarse THE SOUTHERN STAR, un periódico impulsado por los ingleses apostados en Montevideo durante la invasión, considerado el primer órgano de prensa uruguayo. Escrito en inglés y en castellano, estaba destinado a atacar a España y, al propio tiempo, a difundir noticias y propaganda a favor de la ocupación británica.

Los siguientes diarios bilingües, de brevísima aparición, fueron EL INDEPENDIENTE DEL SUD -impreso a dos columnas, una escrita en francés y la otra en castellano (de marzo a mayo de 1818)- y EU NAO ME METO COM NINGUEM, en castellano y portugués (de julio a septiembre de 1821).

Más tarde llegó THE RIVER PLATE MAGAZINE (de enero a diciembre de 1864), una revista editada en idioma inglés que publicaba artículos humorísticos y biografías de ingleses con actuación en el Río de la Plata. Lo sucedió doce años después en el mismo idioma THE BUENOS AIRES HERALD (septiembre de 1876), el primer periódico que contaba con un servicio cablegráfico regular con Europa por intermedio de la Agencia Hayas y con un servicio telegráfico trasandino, y que a partir de 1877 comenzó a tener tiradas diarias.

No tenemos noticias de otra iniciativa en lengua extranjera hasta el año siguiente (1878), cuando comienza a circular en Rawson (Chubut) un periódico en lengua galesa editado por el líder de la colonia, señor Lewis Jones: se titulaba EIN BREINIAD y era manuscrito. Finalmente, en 1891, Lewis Jones –tipógrafo de profesión- funda en Trelew un órgano periodístico que perdura hasta hoy y, como bien lo designara Matthew Henry Jones, debe considerarse el “periódico decano de la Patagonia”.

Nos referimos a Y DRAFOD (“El Mentor”). Su trayectoria, verdaderamente digna de mención, será el motivo de nuestra próxima nota.

Eber Girado.

Fuentes consultadas:
- www.historiadelpais.com.ar
- “Trelew, un desafío patagónico” – M. H. Jones

* (Próxima nota: “Y DRAFOD – Decano del periodismo patagónico”)

CERTAMEN LITERARIO


V CONCURSO INTERNACIONAL HESPÉRIDES DE CUENTO Y POESÍA

BASES

El Grupo Hespérides, con el auspicio de la Cátedra Libre de Literatura Platense “Francisco López Merino” de la Universidad Nacional de La Plata, convoca a su quinto concurso internacional de cuento y poesía, el que en esta edición 2007 se regirá por las siguientes bases:

1- Podrán participar todos los escritores de cualquier nacionalidad que lo deseen, sin límite de edad, tengan o no obra publicada. Los trabajos deberán estar escritos en español.
2- Las obras a concursar deben ser inéditas y no estar pendientes de fallo de otro concurso ni en trámite de edición. En cuento, la extensión mínima será de 10 carillas o folios y la máxima, de 15; en poesía, la mínima será de 100 versos o líneas y la máxima, de 150. Podrá presentarse un solo cuento o poema o varios, siempre que la totalidad no exceda los límites establecidos.
3- La forma y tema de los cuentos o poemas queda a criterio de cada autor.
4- En ambas categorías deberá enviarse tres copias a máquina o computadora, en hojas tamaño A4, cuerpo 12 ó similar, a doble espacio y firmadas con seudónimo. En un sobre aparte, que se adjuntará a los trabajos, figurarán los datos completos (nombre y apellido, documento, dirección postal y de correo electrónico, teléfono, fecha de nacimiento). En el exterior de este sobre sólo figurará el seudónimo y un título para el conjunto de las obras.
5- A los efectos de los gastos administrativos y de comunicación, los concursantes deberán adjuntar, con las obras y el sobre con los datos, una inscripción cooperativa de siete (7) pesos para los autores nacionales y de siete (7) dólares o euros para los participantes del resto del mundo.
6- Cada autor que así lo desee podrá participar en ambos géneros y con la cantidad de obras que estime conveniente, siempre que se presenten con seudónimos distintos y se cumplimenten los costos de inscripción por cada una de las obras.
7- La copia de la obra, el sobre con los datos y el monto de la inscripción se remitirán por correo o en persona a V Concurso Internacional Hespérides, Calle 39 Nº 1129 (1900), La Plata, Argentina. La presentación de trabajos cerrará el 31 de octubre de 2007, tomándose como válida la fecha que indique el matasellos.
8- Se establece un premio único consistente en la edición de las obras ganadoras en cada género en las colecciones “La Puerta del Príncipe” (cuento) y “La Campana de Fuego” (poesía), además de un diploma conmemorativo. El jurado otorgará también menciones honoríficas y un reconocimiento a todos los escritores finalistas, ambos consistentes en diplomas.
9- Cada libro tendrá una tirada de 300 ejemplares, de los que se entregarán 30 a cada uno de los autores premiados. El resto será distribuido sin fines de lucro a las principales bibliotecas, periódicos y revistas especializadas nacionales e internacionales. El producto de la venta de ejemplares que se obtuviera en los actos de presentación de la obra será donado a una asociación de beneficencia que tenga como objetivo la lucha contra la desnutrición en la Argentina.
10- En cada uno de los géneros, el jurado estará integrado por tres miembros de reconocida trayectoria en el campo de las letras. Las decisiones del jurado serán inapelables.
11- Los resultados del concurso se darán a conocer en el mes de noviembre y se comunicarán en forma personal a cada uno de los concursantes. La entrega de premios se realizará a comienzos de 2008. A los escritores que, por razones de distancia, no pudieran hacerse presentes para recibir el premio, se les enviará por vía postal.
12- Los trabajos presentados no serán devueltos, por lo que se recomienda no enviar originales. Los trabajos que no cumplimenten estas bases, que los autores aceptan al momento de participar, no serán remitidos para consideración del jurado.

jueves, 6 de septiembre de 2007

OBRAS RECIENTES

"LA LEYENDA DE LA DIOSA-MADRE"

Novela

GERAINT EDMUNDS



Para dar una rápida aproximación a esta obra, apelamos a la imaginación del futuro lector.

¿Qué extraños hilos pueden entretejer una historia iniciada en Alcalá de Henares, en los albores de la conquista americana, en la que se van enlazando episodios y personajes de lo más diversos a lo largo de cuatro siglos, primero en Andalucía y más tarde en la remota Patagonia y en el valle del Chubut?

¿Bajo qué particulares circunstancias podrían conectarse las vidas y destinos de una dama gentil, un aventurero español, una bella tehuelche, un colono galés y, a su vez, todos ellos con habitantes contemporáneos del valle del Chubut?

En “La leyenda de la Diosa-Madre” todo esto es posible gracias a la portentosa imaginación del autor, además de sus sólidos conocimientos de la historia y de la geografía, elementos que se ven reflejados a lo largo de toda la trama.

Por otra parte, como todas las buenas obras literarias, esta historia tiene varios planos de lectura, y por esa misma razón, también presenta varios comienzos y hasta varios finales posibles.

Uno de esos comienzos, el que coincide con las primeras páginas de la novela, nos sitúa en una chacra del valle.

Allí, en el interior de la vieja casa familiar, alguien ha regresado para buscar los secretos encerrados en un antiguo baúl que contiene casi todas las claves que permitirán desentrañar esta leyenda.

Decimos “casi” todas, porque Geraint Edmunds nos va presentando nuevos elementos enigmáticos, pequeñas pistas –carpetas, cartas, un bolso, un relicario- que se van cargando de sentido a medida que el relator une las puntas de un ovillo desmadejado.

Para ese fin, se vale de otro recurso infalible: enlazar los sucesos imaginarios con los hechos reales, históricos.

Pero esto, contra lo que pudiera creerse, no es nada fácil. La única manera de lograr un resultado efectivo consiste en administrar un mecanismo de sincronización exacto, donde nadie pueda señalar inconsecuencias temporales ni contradicciones lógicas. Así es como Edmunds consigue que el lector se convenza de la verosimilitud del argumento.

Al mejor estilo de los grandes clásicos de misterio, todo se resuelve magistralmente en las últimas páginas. Y en ese final, aunque parezca increíble, comienza una nueva aventura.

“La leyenda de la Diosa-Madre” es, en el fondo, una novela hondamente romántica, donde las sucesivas historias de amor son los grandes motores de vida de sus personajes.

Premiada por el Fondo Editorial de la Provincia del Chubut, esta cautivante novela fue recientemente presentada en los altos del Salón San David de Trelew. Acompañaron al autor Julia Rita Chaktoura y Carlos Dante Ferrari, con el marco musical del trío “Cantasur”, en una agradable velada.

martes, 4 de septiembre de 2007

UNA OBRA DE RECIENTE APARICIÓN



MIMOSA
- The life & times of the ship that sailed to Patagonia
Autora: Susan Wikinson
Editorial: Y Lolfa (Gales)


En mayo de 1865, una embarcación de los llamados clippers, utilizados por Gran Bretaña para transportar cargamentos en largas travesías a Oriente y a América, fue contratado para realizar una impensada expedición migratoria: su misión era traer a la Patagonia a un grupo de galeses que habían decidido establecer una colonia rural a orillas del río Chubut. Era el Mimosa, un barco de doce años de vida, diseñado por William Hall a pedido de dos prósperos comerciantes de Liverpool, R. Vining y W. Killey. Construido en 1853 en los astilleros de Alexander Hall&Sons en Aberdeen (Escocia), el clipper había realizado por entonces un ciclo de viajes de carga hacia distintos y lejanos puertos -Australia, China, Brasil- hasta que en 1865 le tocó en suerte este curioso destino. Como no estaba diseñado para transportar pasajeros, debió ser acondicionado a último momento por los mismos colonos a fin de permitir que viajaran en él unas ciento cincuenta personas: hombres, mujeres y niños de diversas edades. Fue un viaje de dos meses, lleno de vicisitudes, al cabo del cual los inmigrantes desembarcaron en el Golfo Nuevo para comenzar desde allí un capítulo fundamental de la colonización del territorio patagónico.

Susan Wilkinson ha realizado una extensa y pormenorizada investigación de la historia de este barco desde su construcción hasta el final de sus días, que tuvo lugar hacia comienzos de 1880, convertido por entonces en un pontón de depósito de aceite de palma en New Calabar, África.

Esta interesante obra escrita en inglés trae como anexo una reseña detallada de todos los viajes del Mimosa, sus listas de tripulación y sus distintos capitanes, con notas biográficas y anotaciones de bitácora, en una tarea de rescate histórico que lo convierte en un documento único e invalorable.

Nacida en la India, Susan Wilkinson creció en Irlanda y actualmente vive en Canadá. Es biznieta de Thomas Greene, el médico que acompañó la expedición del Mimosa hasta Bahía Nueva (hoy Puerto Madryn). Allí él permaneció durante unos meses, para luego radicarse sucesivamente en Buenos Aires, luego en Tuyú y más tarde en Montevideo, donde ejerció la medicina.

La autora ha escrito la novela Sebastian´s Pride, ambientada en la Argentina del siglo XIX y colabora en distintos medios periodísticos, además de visitar con frecuencia nuestro país para brindar charlas y conferencias.

El libro Mimosa acaba de ser presentado el 29 de agosto de 2007 en los altos de la Asociación San David de Trelew con la afluencia de un público numeroso, que recibió la obra con gran beneplácito.

E.G.

lunes, 3 de septiembre de 2007

4 DE SEPTIEMBRE - DIA DEL INMIGRANTE


Nuestro homenaje:

El bandoneón – Un inmigrante ilustre

Nació en Alemania a mediados del siglo XIX. Hijo de Heinrich Band, dicen que había sido concebido para un destino litúrgico, aunque por entonces ni el propio padre sospechaba cuál sería el culto de su consagración definitiva. Dado que su progenitor no tenía dinero para criarlo como Dios mandaba, un tutor pudiente, de apellido Arnold, fue quien terminó de alistarlo para salir al mundo.

Algún día ignorado, en plena juventud, Bandoneón dio en treparse a un barco con destino al Nuevo Mundo. Quizás lo hizo como un simple polizón. Y como tantos otros, tal vez también soñaba con “hacer la América”.

¡Vaya si la hizo!

En Buenos Aires, su garganta de catedral fue consolando atardeceres en los cuchitriles y en los patios; después los cafetines demoraron sus horas de trasnoche, hasta que un día aquella voz se volvió definitivamente arrabalera. Fue en esos tiempos cuando empezaron a llamarlo por sus varios sobrenombres: “Bandolión”, “Mandolión”, y entre sus más íntimos, sencillamente “Fueye”.

Setenta y un botones conforman su gola portentosa. A través de esas teclas han cantado melodías todos los tangos, canciones y milongas que eslabonan la historia de la música ciudadana. Aníbal Troilo, Astor Piazzolla, Rubén Juárez, por sólo nombrar algunos, le consagraron sus vidas y talentos. Y cuando recaló en tierra salteña, Dino Saluzzi le inculcó un acento folklórico que terminó de sellar su pertenencia a esta franja sudamericana.

Hoy es justo que celebremos su día. Porque como tantos otros inmigrantes, él también llegó para quedarse. Hizo de la Argentina la patria musical definitiva, y del tango, su gran himno popular.

El Bandoneón: un ilustre inmigrante alemán, nacionalizado argentino.

OBRAS RECOMENDADAS


CUENTOS

Jorge Eduardo Vives

“Atardeceres patagónicos”







Nacido en 1959, el autor es oriundo de Trelew, Chubut. Sus comienzos literarios en la adolescencia se inscribieron en el terreno poético con excelentes resultados: durante cinco años consecutivos ((1974-1978) obtuvo sendas medallas de oro en las sucesivas ediciones del Eisteddfod de la Juventud, la prestigiosa festividad cultural de origen galés. Después de un paréntesis temporal, volvió a incursionar más tarde en la literatura dentro de la narrativa breve, género en el que obtuvo varios lauros en certámenes nacionales e internacionales.

“Atardeceres patagónicos” es un volumen que contiene diez cuentos ambientados en diversos escenarios -en su mayoría rurales- de esta gran comarca. La calidad literaria de esta obra la hizo merecedora del tercer premio en el Primer Concurso de Cuentos Longseller 2004, cuyo jurado estuvo integrado por Vicente Battista, Diego Paszkowski y Socorro González Guerrico. Esta última escritora, al prologar el libro, nos dice entre otros conceptos laudatorios: “El duro y austero sur se revela tras los escenarios despojados, vacíos, de inmensidades batidas por el viento e impregnadas de soledad. Los relatos son profundos y vitales, simples y complejos como la vida misma”, calificando a los cuentos de Vives como “muy argentinos y a la vez claramente universales, atemporales, para ser leídos una y otra vez en todo tiempo y edad”, para afirmar, por último, que el premio está “plenamente justificado”.

Después de recorrer sus páginas una y otra vez a través de las diversas situaciones y ambientes que el autor nos retrata con una pluma tan diestra, notablemente familiarizada con la vida y las costumbres campestres, no dudamos que el lector compartirá este juicio de valor con idéntico entusiasmo y gratitud.

sábado, 1 de septiembre de 2007

UN HÁLITO DE POESÍA




Hoy: Pedro Salinas*

SIN VOZ, DESNUDA

Sin armas.
Ni las dulces
sonrisas,
ni las llamas
rápidas de la ira.

Sin armas.
Ni las aguas
de la bondad sin fondo,
ni la perfidia,
corvo pico.

Nada.
Sin armas.
Sola.

Ceñida en tu silencio.
«Sí» y «no»,
«mañana» y «cuando»,
quiebran agudas puntas
de inútiles saetas
en tu silencio liso
sin derrota ni gloria.

¡Cuidado!
que te mata
fría,
invencible,
eterna
eso,
lo que te guarda,
eso,
lo que te salva,
el filo del silencio
que tú aguzas.

*Escritor español (Madrid, 1891 - Boston, 1951)

LA NOTA DE HOY




“El caos” –
Una interesante
aproximación a
Rodolfo Wilcock

Quienes conocen el apasionante oficio de escribir saben muy bien que si ya es harto difícil alcanzar un buen nivel profesional en nuestro propio idioma, hacerlo en otra lengua constituye un desafío del que muy pocos consiguen salir airosos. Sin embargo hay muchas muestras de este curioso fenómeno en la historia de la literatura universal; y no sólo en el extranjero. Así como en su día Joseph Conrad o Antonio Tabucchi supieron conquistar el inglés o el portugués, respectivamente, la Argentina registra casos de “importación” y de “exportación” literaria. Diversas circunstancias de vida llevaron, por ejemplo, a que Antonio Dal Massetto, Witold Gombrowicz o Vlady Kociancich encontraran en la lengua rioplatense la vía de expresión para sus respectivas obras. Y, por oposición, tenemos también algunos casos en los que el exilio ha convertido a algunos argentinos en célebres autores en otros idiomas, como ocurriera con Carlos Bianciotti y Rodolfo Wilcock. El primero es hoy un honroso miembro de la Academia Francesa de Letras; el segundo, no siempre recordado por la crítica vernácula, inició al promediar su vida, en la década del cincuenta, una nueva carrera en Italia, hasta llegar a ser allí -donde murió en 1978- un reverenciado escritor en la clásica lengua peninsular.
No es común encontrar hoy volúmenes de Wilcock en las librerías argentinas. Sudamericana ha publicado tres o cuatro títulos de su pluma, casi todos agotados. “El caos”, cuya primera edición fue en 1974 y luego se reeditó en 1999, tiene varias cualidades que lo hacen apetecible. En primer lugar es un libro que marca el tránsito entre sus trabajos en la lengua natal, que empezaba a quedar atrás, y los comienzos literarios en italiano, aunque durante algún tiempo seguiría componiendo en ambos idiomas. Por otra parte abarca un registro temporal bastante amplio, ya que recoge relatos escritos a partir de 1948, en nuestro país, hasta comienzos de la década del ’60, cuando ya se hallaba radicado en Italia.
No viene al caso reseñar aquí las incidencias un tanto litigiosas de esta obra que vio la luz primero en italiano, si bien en forma fragmentaria y bastante distinta de los textos de la edición argentina. Lo cierto es que la versión actual incluye dos cuentos redactados originalmente en italiano (“Recuerdos de juventud” y “La nube de Ross”). Los restantes -muchos de los cuales, con visibles variantes, habían sido publicados en diarios y revistas argentinas, uruguayas y cubanas- permiten además comparar la evolución estilística del autor. Es evidente que en el traspaso del español al italiano, Wilcock, corrector empecinado de sus textos, encontró nuevas resonancias idiomáticas que lo llevaron a suprimir, agregar o modificar no sólo párrafos enteros, sino también aspectos de la trama que en ciertos casos abarcaban tanto la ambientación como los nombres de los personajes, cuando no hasta los desenlaces de las narraciones primitivas.
Hay autores que a lo largo de una existencia plácida y sin mayores incidencias tienen la habilidad de elaborar, desde sus reposados gabinetes de trabajo, mundos fantásticos y aventuras exóticas. No es precisamente el caso del rico imaginario de Wilcock. Quién sabe qué íntimas pulsiones, qué búsquedas secretas, lo llevaron a afrontar una vida signada por viajes, mudanzas e innovaciones permanentes. Es probable que los compañeros de tareas de aquel ingeniero civil que en la década del ’40 trabajaba en el tendido ferrocarrilero en Mendoza, no vislumbraran que un día él se convertiría en un célebre literato. Quizás ni siquiera sus relaciones con el grupo aglutinado en la revista “Sur” (era amigo de Victoria Ocampo, de Bioy Casares y del mismísimo Borges) hacían sospechar que pocos años más tarde, tras haberse abierto el camino con una importante obra poética en nuestro país, el novel autor terminaría su carrera escribiendo textos consagratorios en la lengua italiana.
Quedan, como testimonio incontestable de esa carrera fascinante, las novelas, los ensayos, su producción teatral y sus excelentes traducciones. “El caos” es una buena introducción a una producción tan vasta como versátil, que lo sitúa entre nuestros escritores más insignes, a pesar de las desmemorias frecuentes del siempre discutible “canon” argentino.
Eber Girado

LA INMINENTE DERROTA DEL INVIERNO













Hoy es sábado. Si bien aquí hace frío y está nublado (como viene sucediendo día a tras día a lo largo de muchas semanas), hemos empezado a transitar la cuadrícula de septiembre. Es decir que este inclemente y larguísimo invierno tiene los días contados: pronto triunfará otra vez la primavera...
Y cuando eso suceda, como si respondiéramos a un misterioso llamado, todos invadiremos las calles, las plazas y las riberas para embriagarnos con bocanadas de aire perfumado. Insinuante,
cada tarde el sol irá demorándose un poco más sobre el horizonte y nos hará cosquillas en la piel. Nuestros corazones se llenarán de poesía y nuestras almas, gozosas, delinearán sonrisas en los labios, dándole la bienvenida a otro ciclo de vida.

Te exhorto a que vayas preparando las alas para ese vuelo por los jardines de la vida. Ya falta muy poco. Es sólo una cuestión de paciencia.

PRESENTACIÓN Y BIENVENIDA



En su acepción más frecuente, el “Sur” suele ser una mera dimensión geográfica, una referencia cardinal, un espacio vastísimo del planisferio donde, desde los tiempos del antiguo astrolabio hasta el novel GPS, de cara al cielo es posible localizar y definir una determinada posición terrestre en el concierto sideral.

Para algunos, en cambio, la línea divisoria entre el Sur y el Norte marca una frontera socioeconómica y geopolítica con muy distintas realidades de vida. Es lo que quizás llevó a un poeta como Mario Debenedetti a proclamar a través de los versos cantados por Serrat que, “con su esperanza dura... con su fe veterana ... El Sur también existe”. Bajo esta mirada, el “Sur” es un erial postergado, de gente que “se desmuere y se desvive”; la región, en suma, del olvido y la marginalidad.

Compartir o no este concepto es algo que atañe al terreno de las convicciones personales. En cualquier caso, fuera de toda connotación social, política o ideológica, cabe asimismo preguntarse: ¿hasta qué punto en la Argentina y en el mundo se reconoce hoy la existencia de un “Sur” cultural, con voz e identidad propias? ¿Cuáles son las posibilidades auténticas de que el arte austral obtenga alguna repercusión o reconocimiento en otras latitudes?

Desde esta perspectiva, creemos que todavía quedan grandes deudas por saldar. Las voces sureñas no siempre son conocidas ni escuchadas. Este convencimiento es el que hoy nos mueve a abrir un espacio para proyectar nuestro aporte y nuestro mensaje a través de Literasur. Desde aquí, desde la siempre lejana Patagonia.

Muchas gracias por acompañarnos. Sus colaboraciones, sus ideas y comentarios serán siempre bienvenidos.