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martes, 16 de octubre de 2007

EL CUENTO DE HOY

"EN

EL

UMBRAL"




por Mía Sanz


Ahora

en esta hora incesante

yo y la que fuimos nos sentamos

en el umbral de mi mirada*



-¿Qué hacés ahí? -me escucho preguntar. No me contesta y vuelvo a intentarlo:
-¡Eh!, ¿qué hacés ahí arriba?
Me mira con ese rostro angelical que pone solamente cuando quiere enternecer.
-Bajate, podés caerte -insisto.

La estoy mirando desde la puerta. ¿Qué puerta? Nada la sostiene, parece en el aire; sin embargo estoy segura de estar apoyada en el marco derecho de una amplia abertura.

A Marianita la conozco bien. No tiene más de cuatro años y una dulzura peculiar; es del grupo de chicos del Jardín que diariamente concurren a jugar a la plaza del barrio; hoy está sola, no hay nadie a su alrededor. La veo sentada en el borde del paredón que rodea al parque; el muro mide unos dos metros y está sin terminar; sus ladrillos irregulares y mal colocados dejan entrever la luz del otro lado; un revoque grueso y desparejo lo recubre en parte.

- ¿Qué hace esta nena allí? -me pregunto.

Sigo apoyada, sin moverme. No es ahora Mariana quien me mira, molesta por haberla descubierto: soy yo... frágil, malhumorada, escapando de alguna travesura. Rulos apretados y oscuros casi no dejan ver mi carita.

La niña mira fijo hacia abajo, me provoca moviéndose arriba de esa pared, variando su posición; encoge las piernas, apoya los pies en el borde y con los bracitos envuelve sus rodillas; antes, toma la amplia falda de su vestido amarillo y tapa, prácticamente, todo su cuerpo. Desafiante, ahora me sonríe. Quiero hablarle, pero mi voz no responde. De pronto desaparece y desespero: quiero encontrar otra vez el rostro de Mariana. Por momentos lo veo. ¡Ahí está! ¡Ahora sí!

No le ha sido difícil llegar hasta allí; hay muchos y frondosos árboles que hicieron posible la trepada. Son aromos, en su mayoría florecidos, que han crecido lo suficiente hasta formar un pequeño bosque. Puedo oler sus pequeñas y rosadas flores; es una sensación nueva y agradable; toda la plaza parece impregnada de su fragancia.

Me olvido, por un momento, de la chiquita.

Absorbe mi atención el verde que predomina en el lugar; los rosales están en flor; los hay blancos, amarillos y rojos por docenas. Abundantes plantas de diversos tamaños completan la escena: lavandas, verbenas, margaritas, rayitos de sol...

Las hamacas, la calesita y el tobogán, desgastados por el paso del tiempo, me resultan ampliamente conocidos.

Esta plaza es aquella plaza. Mi plaza.

Una niña corre entre los caminitos de piedra laja que dibujan los canteros; se ríe con ganas y emite palabras que no entiendo. Una mujer la sigue, la toma en sus brazos, la mima... Es la mamá de Mariana. ¿Lo es? Recuerdo, nuevamente, a la nena del paredón; la busco con la mirada. Ya no está.

-Mariana, Marianita... -la llamo una y otra vez, elevando mi voz.

Debo haber gritado demasiado fuerte. ¡Qué insensatez! Acabo de despertarme.


*Alejandra Pizarnik


miércoles, 10 de octubre de 2007

LA NOTA DE HOY



El interrogante planteado por el columnista ha espoleado frecuentes discusiones, no sólo en la región austral sino también en otros foros literarios, suscitando disímiles posturas. Jorge Vives pone aquí de manifiesto su criterio concreto sobre este tópico, desarrollando interesantes argumentos para sustentarlo. ¿Qué piensa el lector acerca del mismo tema? Háganos conocer su opinión a través del enlace al pie del artículo (“Comentarios”) a fin de enriquecer un debate que aún admite muy variadas respuestas.


¿EXISTE UNA LITERATURA PATAGÓNICA?

Por Jorge Eduardo Vives*

¿Puede hablarse de la existencia de una literatura auténticamente patagónica? Antes de opinar sobre el tema, y dado lo escueto que pretende ser este artículo, debemos acotarlo un poco. Es demasiado ambicioso desarrollar la temática de toda la “literatura patagónica” en estas escasas líneas. Será más cauto y prudente hablar sólo de un género: el de la “narrativa patagónica”, de la novela y el cuento; y dejar la poesía, el teatro y la ensayística para quien quiera, seguramente con más conocimientos, desarrollar esos asuntos en otra oportunidad.

Reducido entonces nuestro campo de estudio, deberíamos precisar que entendemos por “narrativa patagónica”. En principio, es una narrativa cuyas ficciones transcurren en la Patagonia. Luego, es una narrativa escrita por autores patagónicos, por “nacimiento o adopción”. En tercer lugar, es una narrativa que tiene temática patagónica; y recurre a elementos comunes que forman parte del acervo geográfico y humano de la región. Creo conveniente aclarar que cuando pongo como condición que los autores sean locales, no es por chauvinismo ni mucho menos. Pero entiendo que para reflejar adecuadamente la realidad patagónica, quien escriba deberá conocerla con cierta profundidad; conocimiento que sólo da el haberla vivido. Imaginemos un escritor argentino tratando de escribir un cuento ambientado en la Francia decimonónica; resultaría, probablemente, artificial, sin alma.

Teniendo en cuenta esos tres principios, ¿podemos decir que existe una narrativa patagónica, así como existe una narrativa rusa? En principio tendríamos que adelantar una respuesta afirmativa. Existen cuentos y novelas de temas decididamente patagónicos, desarrollados por escritores patagónicos, que revelan un estilo sobrio y realista matizado por elementos constitutivos del paisaje físico –el mar, la meseta, la cordillera, la nieve, el viento, los soles quemantes, los horizontes distantes, los espacios enormes, los cielos brillantes y coloridos–, y también del paisaje humano –los pobladores rurales, los colonos, los habitantes originales.

Sin embargo, en opinión de quien escribe estas discutibles líneas, aún no podemos hablar de una narrativa patagónica. Todavía los relatos están dispersos y sus autores son poco conocidos, aún no existen estudiosos que analicen y comenten los textos. Para hablar de una narrativa patagónica debe existir una cuarta condición: la exégesis; a cargo de críticos literarios que reúnan, sistematicen y comenten la obra existente; rescaten la producción de los autores antiguos y actuales, y la den a conocer, enriquecida con sus propias ideas.

Por eso la respuesta que estimo más correcta a la pregunta inicial es que la “narrativa patagónica” no existe... todavía. Pero va a existir a medida que se afiance a través de sus eventuales exegetas.

*Escritor y poeta chubutense.



lunes, 8 de octubre de 2007

PRESENTACIÓN DE UN NUEVO LIBRO




"EL LENGUAJE DEL SILENCIO"
OLGA STARZAK

VINCIGUERRA (2007)


El viernes 5 de octubre pasado se presentó en el auditorio del Museo Egidio Feruglio (MEF) el tercer volumen de cuentos de la prolífica escritora trelewense Olga Starzak. Con la excelente conducción de Silvia Sánchez, acompañaron a la autora en la oportunidad los escritores Luis Alberto Jones y Carlos Dante Ferrari, quienes se refirieron a diversos aspectos de la obra.

(Para ver imágenes, cliquee aquí).

Este libro contiene once cuentos en los que el silencio, como un hilo conductor invisible, adquiere un acendrado protagonismo. El texto de contratapa nos introduce de lleno en ese plano donde se acalla el lenguaje, cuando expresa: “A veces por decisión, otras por temor y muchas más por necesidad, los seres humanos transitan la vida guardando algún secreto, algo muy íntimo que les pertenece y que, por razones diversas, no debe manifestarse. Eclipsado en una zona reservada de la mente, quizás sea preferible no pronunciarlo jamás.”

Al referirse a esta producción, Luis A. Jones señaló, entre otros conceptos: “Ya el título anuncia la parte medular que diera impulso al trabajo: el trato, a través de los relatos, de una problemática enraizada en el tiempo por el silencio.” Más adelante anticipó: “Brotan las miserias humanas: el sometimiento, la impiedad, la cobardía, la denostación...”, para agregar de inmediato: “Afortunadamente se respira con las caras contrapuestas cuando asoman la nobleza, la mano sosteniendo la esperanza ajena, los solidarios pactos que evitan que el protagonista acabe en el picadero público; realidades todas que la autora corporiza en fantasmas conformados por el temor.” Luego, al referirse a las calidades literarias de la autora, Jones señaló: “No es la primera vez que Olga con sus escritos manifiesta su compromiso con situaciones que apuntan a lo más profundo del ser: los dolores, las tristezas o convicciones. Intenta descorsetar lo que se soslaya consciente o inconscientemente. Va sembrando volcanes cuyas erupciones son impredecibles. Se convierte así en un francotirador: ese que nos tiene en la mira y permanece oculto con el dedo en el gatillo”, para advertir finalmente, con tono afectuoso y humorístico: “De manera que al terminar de leer este libro yo me permitiría aconsejarles que no se adormilen; deberían estar atentos, pues cuando menos lo esperemos, Olga nos disparará con “El lenguaje del silencio”.

A su turno, Carlos Ferrari se refirió al silencio expresando que: “aunque no siempre, suele estar asociado con frecuencia a algún secreto. A veces, en cambio, es un simple escudo de defensa; otras, un arma eficaz para la venganza. También puede ser una desmayada manifestación de impotencia, o de un dolor inexpresable. Sea como fuere, desde que la humanidad se comunica a través del lenguaje, el silencio –por oposición a la palabra– siempre tiene algún significado oculto. Esto lo saben mejor que nadie quienes estudian la psicología, que encuentran en ciertos silencios muchas claves de ingreso para ahondar en la mente humana.” Aludió más tarde a su utilización como un recurso eficaz en las diversas ramas del arte (entre ellas la música, el cine y teatro) y particularmente en la literatura. Hizo referencia, a modo de ejemplo, a significativos pasajes de la obra poética de Atahualpa Yupanqui y a renglón seguido efectuó una sinopsis de los diversos modos en que el silencio manifiesta toda su elocuencia en los once títulos que integran el libro. Concluyó diciendo: “Como verán, una cualidad casi inseparable del silencio es la intriga y la curiosidad que nos provoca y nos tienta a interpelarlo. Una intriga que a veces llega a exasperar, y que sin embargo –o quizás, justamente por eso– se convierte en una herramienta magnífica para el escritor. Olga Starzak ha sabido manejarla con notable maestría. Sé que esta breve reseña ha dejado muchos más interrogantes que respuestas, pero ustedes las encontrarán en la expresividad de los silencios que habitan en cada cuento, al leer la obra, que es su modo de consumación auténtica.”

Es importante tener presente la concepción de la propia autora al referirse a esta temática. En el prólogo, Olga Starzak nos advierte: “La palabra, con su elocuencia, con su multiplicidad expresiva, a veces es reacia a la hora de las emociones intensas. Se vuelve huidiza, juega a las escondidas, presume de ingrata o se oculta en los pliegues más recónditos del alma. Y es entonces silencio. Aún así, el silencio tiene su voz, un lenguaje lleno de significados, un latido con ritmo propio”.

Después de leer la obra, podemos afirmar que la destreza artística de esta apreciada escritora –en constante crecimiento– ha conseguido hacer realidad estos postulados en cada uno de sus cuentos.





sábado, 6 de octubre de 2007

EL CUENTO DE HOY:


DECIDIR

De Osian Hughes*




Olegario era un buen hachador, picaba leña con un ritmo casi mecánico.

Esa mañana era muy fría y lluviosa para trabajar expuesto a la intemperie.

El patrón, luego de observarlo un momento, consideró oportuno ofrecerle una tarea más cómoda.

–Olegario –le dijo–, vení al galpón a clasificar papas.

–Sí, señor –contestó Olegario, y lo siguió.

–Mirá qué fácil es esto: las papas grandes las embolsás para el consumo, las medianas para la venta, las de tamaño del huevo de gallina para semilla y las chiquitas, las cortadas y las podridas las ponés en aquel cajón grande, para los chanchos.

–Bueno, señor –murmuró Olegario por lo bajo, y comenzó a manosear las papas entre pensativo y dudoso.

No había transcurrido ni una hora, cuando el patrón volvió a escuchar los golpes rítmicos del hacha.

–No puede ser –se dijo, y salió para averiguar las causas.

–¿Qué te pasó, Olegario, que dejaste de clasificar?

–Es que me cansa mucho, señor, el tener que decidir a cada rato.

*Escritor y poeta chubutense.

miércoles, 3 de octubre de 2007

ACTIVIDADES CULTURALES

La Asociación San David de Trelew informa las actividades culturales a desarrollar durante el mes de Octubre del corriente año:

Sábado 6 de Octubre- l9 hs.-
Lugar: Salón 1er.piso Asociación San David-San Martín esq. Belgrano-Trelew:
En el marco del ciclo de difusión de nuestra historia regional que auspicia nuestra entidad se proyectará la Película RAWSON-CAER ANTUR o FUERTE AVENTURA que produjo la Municipalidad de Rawson. La película está narrada desde las vivencias del primer colono, Don Edwin Roberts.

Sábado 20 de Octubre- l6hs.-Lugar: Capilla Galesa GLAN ALAW-Zona de Bethesda-ubicada en la margen norte del Río Chubut, en las cercanías de la localidad de DOLAVON
Reunión de Canto Congregacional- Cymanfa Ganu.
Es de destacar que esta Capilla, una de las más pequeñas del Valle del Chubut, se construyó en el año 1887.

A partir del 1º de Octubre se ha habilitado un nuevo horario de verano para la atención al público de nuestra Oficina de Informes y Biblioteca (Belgrano y San Martín de Trelew) es de Lunes a Viernes de 16 a 20hs.

lunes, 1 de octubre de 2007

UNA OBRA TESTIMONIAL




"PATAGONIA GRINGA"
y otros cuentos

de Iris Myfanwy Lloyd

(Edición de autor)

Iris Myfanwy Lloyd es nacida en Esquel, Chubut, pero vive en Buenos Aires desde hace muchos años. Según sus propias palabras, juntó algunos relatos y poesías de su autoría y los publicó en un pequeño libro titulado "Patagonia Gringa” para compartir sus vivencias de la Colonia 16 de Octubre, donde pasó su infancia y adolescencia, “en una crianza criolla/galesa sólo conocida en la Patagonia”.

Iris es la menor de siete hermanos y afirma que siempre le gustó leer y escribir. Se considera una autodidacta, pues por falta de oportunidad nunca asistió a reuniones literarias. En mayo del 2004 presentó su primera obra, afirmando que le ha dado muchas satisfacciones, “pese a ser simple y narrar lo cotidiano”, según expresa con auténtica modestia.

Cualquier chubutense que haya tenido contacto con la cultura galesa no puede leer estas páginas sin un dejo de nostalgia, o dicho quizás con más propiedad, con esa intraducible “hiraeth”, más cercana a la saudade o al spleen, vocablos sin equivalentes exactos en nuestro idioma, porque contienen los ingredientes del amor, de la memoria agradecida y una dulce e indescriptible melancolía.

En realidad, creemos que la dulzura espiritual de Iris es la que rezuma en todos sus textos. Porque en ellos aflora la tierna mirada evocativa de una niña que presenció aquel fenómeno sociocultural único en el mundo: la colonización de un territorio casi yermo por un puñado de “gringos” celtas, venidos de una geografía y un clima insólitamente diferentes.

El volumen –con prólogo del recordado profesor Virgilio González- contiene varios cuentos, poemas y relatos, y quizás su mayor mérito repose en las referencias de carácter testimonial. De los primeros, se destaca el que da título a la obra, donde cobra relieve el asombro inusitado de un joven cronista de “La Prensa”, quien al visitar por primera vez la colonia galesa, de pronto se ve envuelto en un clima festivo donde la música, el canto coral y la poesía lo confrontan con una cultura inesperada y exótica.

Luego están las semblanzas de algunos personajes de la vida real –Mrs. Freeman, Eluned Morgan, Tudur Evans- entremezclados con recuerdos y experiencias personales de la autora. Aquí es donde la pluma de Iris adquiere su máximo vigor, inspirada por las tiernas remembranzas de un pasado irrepetible. Dos o tres párrafos bastarán para ilustrarlo. La reflexión acerca de la tarea comunitaria de la trilla: “eran los días en que aún el reloj no se había adueñado de las cosas y se podía disfrutar del tiempo”. El paso de un arreo contemplado desde la casa rural: “Caballos, jinetes, ovejas y perros son una masa de cuerpos y tierra que se desplaza a lo largo del callejón. Los veo en su marcha lenta y penosa y agradezco el refugio cálido de mi cocina.” El orgullo de ser una argentina de origen “gringo”: “Ser descendiente de galeses era saber que sus padres y abuelos habían ganado para la Argentina un pedazo de tierra que hasta entonces nadie había querido. Significaba que los indios no habían sido perseguidos ni muertos, sino que su amistad había sido conquistada con amor y buenos tratos. Quería decir que uno sabía cantar, que ir a la capilla era hermoso, que llamarse Ceinwen en lugar de Irene o María era lindo también”.

Creemos que la autora todavía tiene muchas cosas más para contar acerca “de los días de oro de su infancia”. Por eso nos apropiamos de sus mismas palabras para expresarle desde aquí -con sincera gratitud- que no le decimos adiós, sino simplemente: “tan tro nesaf” (hasta la próxima vez).

Eber Girado.

sábado, 29 de septiembre de 2007

CUENTOS PARA COMPARTIR

“El libro de los monstruos” es una suerte de “bestiario” humano, una fauna de seres alucinantes creada por Rodolfo Wilcock al servicio de sus propósitos literarios, destinada a metaforizar los miedos y las angustias, pero también los deseos, las pasiones y las fantasías que anidan en cada uno de nosotros. Cada cuento es una prueba irrefutable de la siempre sorprendente genialidad del autor. Elegimos hoy uno de ellos para compartirlo con ustedes.


MASSENIO LOPPI

J. Rodolfo Wilcock


Lolla era y es aún la novia de Massenio Loppi, un joven apuesto, bonceado y deportista, rebosante de salud y alegría; quien, sin embargo, desde hace un tiempo, se ha convertido en un espejismo. Adiós entonces a toda esperanza de encuentros amorosos, de diálogos apacibles, de tête-à-têtes bajo el claro de luna: incluso si lo persiguiese en un jeep por el desierto que comienza detrás de la casa, Massenio se escaparía hacia las montañas; y si intentase alcanzarlo en barco por el mar que se extiende frente a la casa, Massenio igualmente se alejaría, trémulo sobre el horizonte. En cuanto al claro de luna, Massenio se deja ver sólo de día: temprano por la mañana en el desierto, sobre el mar al atardecer. A veces se lo ve sobre zancos, otras camina ágilmente sobre las aguas, y en ciertas ocasiones la Fata Morgana* levanta a su alrededor muros, columnatas y arcos, y por detrás, castillos con torres y en las torres ventanas luminosas, y en las ventanas turbias mujeres lo llaman para seducirlo, o tal vez llaman a Lolla, para burlarse de ella. Hay días en que Massenio Loppi aparece repetido en tres puntos del horizonte al mismo tiempo, y Lolla se desespera, porque no sabe en cuál de los tres fijar la mirada. En una palabra, el noviazgo se desarrolla con bastante normalidad; tal vez nunca lleguen a nada, pero eso es previsible cuando se ama, ya que está comprobado que de cualquier modo el otro es siempre inalcanzable, y nunca se sabe en cuál de sus falsas imágenes fijar la mirada.

* Espejismo o ilusión óptica originado en la inversión de la temperatura.

jueves, 27 de septiembre de 2007

EVOCACIONES DE JORGE LUIS BORGES

FRASES MEMORABLES



Si de algo soy rico, es de perplejidades y no de certezas.





Jorge Luis Borges.

lunes, 24 de septiembre de 2007

LA PARTIDA DE UN GRAN ESCRITOR ESPAÑOL


Colabora hoy: Olga Starzak*


FRANCISCO UMBRAL: RECONCILIARSE CON LA MUERTE


Recuerdo que cuando comencé a leer “Mortal y rosa” me costó reconocer que estaba ante el mismo autor de aquel libro del amor y del viagra. El mismo hombre que asegura que la mejor droga es la imaginación y después acepta haber recurrido a barbitúricos, al alcohol, a las anfetaminas; el que en “Mortal...” dice que la verdad es la mejor medicina pero luego manifiesta necesitar una pastilla para escribir, otra para vivir, otra para dormir... No lo juzgo, le han pasado demasiadas cosas... ¡Ha perdido un hijo!

Apenas inicié la lectura de esta obra sentí la necesidad de ir apuntando frases, recursos, imágenes. Francisco “Paco” Umbral escribe este libro en un momento tristísimo de su vida. Y no pude dejar de leerlo como madre, de imaginar la impertinencia de los hospitales, el olor acre metido hasta en las paredes, el rictus repetido en el rostro de los que esperan... Una vez más creo que es en las circunstancias más dolorosas cuando los escritores despliegan todo su talento (aunque Umbral diga que el talento se construye) sacando de sí la parte más bella pero también la más morbosa, la más inhumana pero también la más sensible.

Más que de una novela, cuando hablamos de “Mortal y rosa” debiéramos hablar de un monólogo lírico brillante, de un diario íntimo, de una fuerza catártica. Toda la obra es casi una sucesión de metáforas, innumerables imágenes de las llamadas “visionarias” o “irracionales”. Hasta en algún momento me recordó a Walt Whitman en “Canto a mí mismo”, salvando las épocas en las que ambas obras están escritas y las culturas que los diferencian.

No menos que apesadumbrada por la trama -si se puede decir que haya una trama en este sucesivo canto agonizante a la muerte misma- quedé impresionada por los incontables recursos utilizados para describir/descubrir una misma escena; la recargada pero siempre oportuna adjetivación, un estilo que se mantiene durante casi todo el libro y que sólo cambia sobre el final; la incursión en poemas (a veces alejandrinos, otras sin métrica, con rimas, libres, etc), la vinculación de situaciones materiales y abstractas: la caída del pelo con la extinción, con la muerte, las manos del hombre y el tacto/contacto con el cuerpo de la mujer, los ojos (la mirada) con la imaginación, el sexo del hombre con un antropoide... También la frecuencia con la que utiliza los conglomerados sonoros que solemos evitar (por considerarlos cacofónicos), las aliteraciones, los parónimos.

Su prosa se nutre constantemente de otras voces (la de Jiménez, Gómez de la Serna, Cela, Quevedo, Unamuno) pero siempre utilizando su propia voz y con una intertextualidad libre. Sin atarse a las reglas del entrecomillado, sólo cita; lo hace hasta cuando usa una palabra “suelta” pero significativa en su contexto, de otro autor.

Con un estilo soslayado, implícito, candente, tierno y romántico (aunque –a veces- necesariamente violento) Umbral se refiere siempre, al menos en esta producción (no voy a referirme aquí a sus “Memorias eróticas”) a las situaciones amorosas desde lo nostálgico, desde el dolor de las pérdidas, de los amores lúgubres, en ambientes impetuosos.

Mortal y Rosa es una prosa poética que nos confronta con lo más bello de la literatura: la posibilidad de decir, de elegir las palabras, de ingresar al mundo del lector hasta hacerlo declinar. A tal punto que en el medio de la catástrofe y el dolor, de la impotencia y la muerte a la que el autor decide recurrir (en vida), cercado por lo mísero y lo trágico, acepta el poder de la destrucción -de la autodestrucción- hasta llegar a definirse como “el único cadáver capaz de escribir”. Creo que la ausencia de fe religiosa lo lleva a aferrarse a las escenas más esperpénticas. Una de las frases que más me angustiaron es aquella en la que, refiriéndose a la silla de ruedas que él mismo utilizaba para llevar a su chiquito enfermo, dice: “...llevo en la silla de ruedas una porción mínima de muerte, un niño que no pesa, una vida que no suena. Quisiera esto para siempre, seguir cruzando puentes, corredores, sonrisas amarillas de enfermos incurables, y que durase nuestro viaje hijo, y tenerte siquiera así..”. “Soldadito rubio que mandaba en el mundo, te perdí para siempre”.

No puede haber lugar en esta poesía -porque pareciera haberse esfumado para siempre en la vida de Umbral- “la magia con aroma a rosas y sonido de violines” –como dijera otro querido poeta.

La noticia de su partida me apenó, por muchas razones; también por lo que seguramente aún tendría para aportar a los cánones de la Literatura.

Pero estoy segura de que el pasado 28 de agosto, el inolvidable Paco Umbral, en el último renglón de su existencia, al fin logró reconciliarse con la muerte. Y quién dice... reencontrarse con su soldadito rubio, y entonces sí recuperar –esta vez para siempre- la magia con aroma a rosas y sonido de violines.


* Escritora chubutense. Ha publicado dos volúmenes de cuentos: "En el umbral de los encuentros" (Ediciones del Cedro, 2002), y "Estigmas" (Ed. Vinciguerra, 2004). En el mes de octubre próximo presentará en público una nueva obra de su autoría.

sábado, 22 de septiembre de 2007

IV Simposio sobre Bandoleros Norteamericanos en la Patagonia




Los días viernes 16, sábado 17 y domingo 18 de noviembre de 2007 está prevista la cuarta presentación del Simposio sobre Bandoleros Norteamericanos en la Patagonia en Cholila, hermoso pueblo del oeste cordillerano del Chubut, en el que vivieron vivieron entre los años 1901 y 1905, Butch Cassidy, Sundance Kid y Ethel Place.

Los organizadores esperan difundir de esta forma la verdadera historia de estos famosos personajes, omitida por la la famosa película de FOX. protagonizada por Paul Newman y Robert Redford.

En Cholila se encuentra la cabaña de Butch Cassidy, principal atractivo turístico para quienes siguen la leyenda de estos bandoleros. Y es este recurso el que pretenden preservar los organizadores y los historiadores y documentalistas que se presentarán en este IV Simposio en el marco de una futura “Ruta de los Bandoleros”.

La participación está abierta al público interesado en los relatos de Butch Cassidy y su banda a principios del siglo XX.
Para mayor información, cliquee aquí

miércoles, 19 de septiembre de 2007

ENTRE ENCANTOS Y OLVIDOS



"PATAFRONIA": ¡Luz, cámara, acción!




Las dimensiones ignotas, los parajes lejanos e inexplorados, suelen ejercer una rara fascinación sobre el ser humano. África, por ejemplo, fue durante los últimos siglos el paradigma de lo exótico. Los hombres de espíritu aventurero, ansiosos de emprender un viaje con destino incierto, la convertían en su Meca; los escritores que requerían escenarios inquietantes encontraban en aquellas junglas, desiertos y sabanas el sitio ideal para ambientar sus ficciones; y Hollywood la convirtió por varias décadas en un vastísimo set de filmación al aire libre. Desconocido, en buena medida inasequible, el “continente negro” albergaba la historia de Egipto, las pirámides, el Nilo; zulúes, bantúes y pigmeos; leones, elefantes y jirafas. En suma: un territorio mágico, subyugante, ideal para alimentar las fantasías más audaces.

Aunque es probable que en el inconsciente colectivo todavía sobreviva un África épico e inmaterial, hoy en día la globalización informativa y la televisión satelital han ido descorriendo otros velos para mostrar el “backstage” de una realidad más pedestre, a veces dolorosa y vergonzante.
Como contrapartida, en los últimos tiempos parece haber surgido un fenómeno bastante similar con las cualidades exóticas de la Patagonia. Siamesa separada de su gran hermana morena hace millones de años por la dispersión tectónica de Pangea, hoy se presenta ante el mundo con singulares pergaminos: paraíso de las ballenas, gentilicio que se adosa a los sellos productores o a las etiquetas de vinos con pretensiones exigentes, restaurantes donde se ofrecen corderos del mismo origen; trekking, rappel, costosas excursiones de pesca; vergeles cordilleranos en oferta (con espejos lacustres incluidos) que se convierten en propiedad privada de celebridades extranjeras.
Así es. Un inesperado golpe de brújula parece haber traspolado el antiguo sortilegio africano a nuestra latitud austral, convirtiéndola en una suerte de “Patafronia”, sin elefantes, ni monos, ni jirafas, pero con pumas, pingüinos, cetáceos y ñandúes. Un nombre conectado a la aventura; una promesa de experiencias únicas e irrepetibles.
Sin embargo, es justo decirlo: detrás de los escenarios montados para el consumo, la Patagonia es un sitio más de la Argentina, una región donde simplemente hay gente que sueña, trabaja, disfruta los beneficios y sufre los rigores del clima y del paisaje. Y donde a menudo, la insanable distancia que la separa del Primus Orbis acarrea no pocos sinsabores...
Porque además de sus bellezas naturales, en la Patagonia “real” también se piensa, se estudia, se investiga; y como el talento no conoce de fronteras, alberga en su seno a dignos exponentes de las diversas ramas del arte y la cultura, aunque no figuren en las costosas etiquetas del mercado “patafrónico”.
Artistas plásticos, escritores, investigadores, músicos, académicos: todos están detrás de bambalinas cuando se apagan las luces del escenario mediático. Ellos continúan realizando sus labores diarias, silenciosas, sin mayores posibilidades de acceso a las salas de arte, a los foros científicos, a las grandes editoriales y a los sellos discográficos.
¡Ah, si algún día los grandes operadores emprendieran un auténtico “safari” cultural...!
Seguramente se toparían con agradables sorpresas.

domingo, 16 de septiembre de 2007

FRASES MEMORABLES

"El arte necesita o soledad, o miseria, o pasión. Es una flor de roca que necesita el viento áspero y el terreno rudo".

Alejandro Dumas (h).

Cuarto Encuentro Internacional "De las Dos Orillas"

La Asociación Cultural De las Dos Orillas invita al Cuarto Encuentro Internacional "Narradores De las Dos Orillas", con la participación de destacados escritores de Uruguay, Argentina, Chile, Brasil, México, Estados Unidos y España, quienes han confirmados su asistencia.
El Encuentro se llevará a cabo entre 22 al 25 de Noviembre del 2007 en el Hotel Amsterdam de Punta del Este – Uruguay – ubicado en el corazón de la península.
Asociación Cultural "De las Dos Orillas" Teléfonos: (00598) 2 – 709.96.00 (Montevideo) (00598) 42 – 48.07.49 (Punta del Este) Celulares: (00598) 94.31.46.83 (00598) 94.47.10.10
e-mail: delasdosorillas@yahoo.com.ar

viernes, 14 de septiembre de 2007

CONCURSOS-FUNDACIÓN ARGENTINA PARA LA POESÍA



La Fundación Argentina para la Poesía
convoca al "Premio Estímulo 2007"
Certamen de alcance nacional.
Podrán participar poetas entre 18 y 35 años, argentinos o extranjeros residentes en el país.
Bases de la convocatoria en www.letrasargentinas.com.ar
Plazo de recepción hasta el 30 de octubre de 2007.

HALLAZGOS: EL VERDADERO ROBINSON CRUSOE


“HISTORIA DE SELKIRK”

El verdadero Robinsón

De Ernesto Morales

(Colección Buen Aire – EMECÉ, 1948)








Las librerías “de viejo” suelen darnos estas satisfacciones. Buscamos hasta el cansancio una obra agotada y un buen día, cuando ya estamos a punto de resignar la pesquisa, la muy esquiva asoma su rostro en una mesa de saldos, semioculta entre decenas de tapas añosas.

Sabemos que entre los siglos XVI a XIX los “terribles mares del sur” fueron testigos muchas epopeyas oceánicas y también un escenario propicio –casi mítico– para la inspiración de grandes novelas como “Robinson Crusoe”, publicada en 1719. Y aunque el personaje literario de Daniel Defoe goza de una popularidad bicentenaria, no todo el mundo sabe que la trama estuvo inspirada en la aventura de un hombre de carne y hueso.

¿Quién era John Selkirk? Ni más ni menos que un díscolo marinero escocés que tras una disputa con el capitán Stradling, fue desembarcado del “Cinque Ports” en la isla de Juan Fernández, donde quedó librado a su suerte. Corría el año 1704. Allí permaneció en completa soledad durante cuatro años y cuatro meses, refugiado en una gruta próxima a la Bahía de Puerto Inglés, hasta que al fin, en febrero de 1709, fue rescatado por la tripulación del “The Duke”. Estos datos están asentados en inglés sobre una placa de bronce emplazada en la isla, junto al “observatorio” de Selkirk, en Portezuelo.

Ernesto Morales realizó una excelente investigación previa del tema para elaborar esta obra breve (70 páginas), en la que brinda datos muy atrayentes acerca de la vida de Selkirk y también de la manera en que Defoe habría llegado a tomar contacto con su historia. Pero no es nuestra intención revelar aquí esos detalles, sino tan sólo esbozar una brevísima síntesis de su contenido.

La parte inicial aporta referencias precisas sobre el sitio que refugió a Selkirk durante poco menos de un lustro. Luego el autor nos informa acerca de la trayectoria marina del piloto Juan Fernández, de cómo y cuándo descubrió el grupo de islas que llevan su nombre –Santa Clara, Más Afuera y Más a Tierra– y de las características de su flora y su fauna. Intercala además otros datos de interés –las visitas ocasionales al lugar de algunos bucaneros como Sharp y Davis– y, entre otras curiosas coincidencias, las que determinaron que los nombres “Robín” y “Robins” estuvieran tempranamente ligados a la isla Más a Tierra.

El capítulo VII contiene pasajes francamente emotivos, sobre todo cuando se transcribe el episodio del rescate descripto por el capitán del “Duke” Woodes Rogers en su Diario, publicado en 1712 y luego reeditado varias veces, incluso en francés.

Al regresar a Larco -su villa natal natal- Selkirk se reencontró con su familia y poco a poco fue readaptándose a la vida social; tanto como para enamorarse y contraer matrimonio dos veces. Sin embargo, las invisibles sirenas del mar habían ganado su corazón. En 1728 volvió a embarcarse en el Weymouth. Esta vez, sin embargo, sería un viaje sin regreso: un naufragio puso fin a sus días.

Es importante señalar que este marinero escocés nunca dejó de añorar aquella isla lejana. En sus memorias, según nos cuenta Morales, hay pasajes que así lo atestiguan:

“¡Oh, mi querida isla! ¡Cuánto habría dado por no dejarte nunca! ¡Nunca fui mejor que cuando habité tu suelo, y desde que te abandoné no he vuelto a ser bueno, ni lo seré tal vez jamás en adelante!”

Según nos recuerda el autor, la historia registra la existencia de otros “robinsones”; y contra lo que podría suponerse, sus experiencias no siempre parecen haber sido trágicas ni necesariamente dramáticas.

Esto lleva a pensar que algún encanto secreto han tener sin duda la soledad y el aislamiento. Después de todo, ¿quién no ha sentido alguna vez la tentación de refugiarse en una isla desierta?

Eber Girado

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Frases memorables

"Los libros me enseñaron a pensar, y el pensamiento me hizo libre".

Ricardo León y Román (1877-1943).

UN HÁLITO DE POESÍA



HOY: DOS POEMAS


Implosión del silencio


Y al fin

llega ese día crucial

en que las voces

de todas las angustias

forman un coro

patético

doliente

monocorde

para soltar el llanto

reprimido

(todos los llantos)

de cada atardecer,

de cada despedida,

de las quimeras que se hicieron trizas

y que a nadie

has contado

todavía.




Vuelo derrumbado


Si ves un ave

tendida sobre el suelo

puede que sea

una paloma muerta.

O tal vez

sea un ángel

abatido en el vuelo

o un poema

inconcluso,

una promesa trunca,

un frustrado

desvelo,

un adiós sin aviso,

la chatarra

de un sueño.


E.G.

lunes, 10 de septiembre de 2007

PERIODISMO EN LENGUA EXTRANJERA (segunda parte)


“Y DRAFOD - Decano del

periodismo patagónico”


“Decano del periodismo patagónico”: así calificó Matthew Henry Jones a Y DRAFOD en su obra “Trelew, un desafío patagónico”. Un título merecido, desde que no se conoce otro periódico más antiguo en la vasta franja extendida al sur del Río Colorado.

Varias y fundadas razones concurren para destacar este mérito tan singular. En primer término, no deja de sorprender la dilatada permanencia de una modesta publicación del interior del país, inaugurada hace nada menos que 116 años; máxime cuando son contadísimos los medios de prensa argentinos con una longevidad semejante. Si a ello se agrega su redacción en lengua galesa, el dato adquiere entonces un viso de irrealidad, tratándose de un idioma en crisis que hoy procura afanosamente recuperar terreno en su propio país, después de haber estado proscripto por el gobierno británico durante décadas.

En el editorial del primer número su director -Lewis Jones- proclamaba una loable preocupación: “Debido a la escasa relación que tenemos con el mundo, se presiente desde hace años el peligro de que la falta de intercambio de ideas provoque nuestro estancamiento, en medio de la inercia, sin choques ni discusiones educativas”. Y culminaba aquel párrafo con un concepto de notable vigencia: “Esta carencia de oportunidades de conocer e informarse es más sensible en el caso de los jóvenes, que están expuestos a tantas influencias corruptas e impuras”.

Cualquier semejanza con la realidad actual, ¿será “pura coincidencia”?

La impresión del semanario estuvo inicialmente a cargo de Edward Davies, un tipógrafo venido desde Gales; la imprenta estaba junto a la casa del fundador, en la intersección de Italia y Pasaje Salta de la ciudad de Trelew. Luego, en 1893, cuando el Sr. Lewis Jones enfermó gravemente, la imprenta fue trasladada a su chacra cercana a Rawson, donde su hija Eluned Morgan asumió la dirección del periódico. A partir de 1894 pasó a manos de una sociedad editora que volvió a imprimirlo en Trelew hasta la década de 1940, en que la imprenta fue trasladada a Gaiman.

Muchas fueron las vicisitudes del semanario a lo largo de su evolución, con una extensa lista de directores, hasta que en 1953 asumió la dirección la señora Irma Hughes de Jones, apreciada periodista y poeta del valle del Chubut, ganadora de nada menos que siete sillones bárdicos en los Eisteddfod del Chubut.

Su labor al frente del periódico fue fecunda e incansable, pese a no pocas dificultades y a la escasez de medios. Fallecida en 2003, Irma dejó un recuerdo entrañable en la comunidad valletana. La sucede actualmente en esta tarea su hija Laura, con la colaboración de Esyllt Roberts.


Durante la reciente disertación realizada por en la Asociación San David de Trelew, Laura y Ana María recordaron las épocas en que su madre elaboraba las notas en las noches de la vieja chacra de Treorcki, a la lumbre de una lámpara a querosén. Bajo los débiles fulgores de esa llama trémula, su pluma deslizaba sobre el papel frases en la antigua lengua celta, redactando las noticias que más tarde serían impresas y leídas por los descendientes de los colonos venidos desde Gales en 1865.


Un recorrido por los archivos de las páginas centenarias permite comprobar que, fiel a su nombre (“El Mentor”), Y DRAFOD fue consejero y guía de aquella pequeña comunidad prácticamente aislada del mundo. Hay en ellas registros muy variados para el investigador deseoso de reconstruir los detalles históricos de la vida social, cultural y política del Chubut a lo largo de más de un siglo.

Y aunque el progreso y la tecnología finalmente hayan convertido hoy a aquella lámpara tan sólo en el ícono del periódico, su llama continúa siendo un símbolo demostrativo de que, más allá de toda escasez de recursos, la tenacidad del espíritu pionero es la verdadera luz perdurable: ese fuego sacrosanto que siempre alumbra los proyectos sólidos, edificados sobre una auténtica convicción espiritual.


E.G.


viernes, 7 de septiembre de 2007

PERIODISMO EN LENGUA EXTRANJERA A PARTIR DEL SIGLO DIECINUEVE

Si bien los primeros antecedentes periodísticos en el Río de la Plata parecen remontarse a los llamados noticieros publicados por la Real Imprenta hacia 1781, sólo en el siglo XIX comienzan en esta región las publicaciones en forma regular y periódica, a partir del primer número del célebre “Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiógrafo del Río de la Plata” en abril de 1801, de muy corta duración, ya que fue clausurado en octubre del año siguiente.

Durante ese siglo vieron la luz en muchos medios de prensa, cuya lista completa (más de un centenar) excedería el marco de nuestra nota. Lo que no deja ser un dato curioso es que, salvo mejor información, entre aquellos periódicos sudamericanos al menos siete de ellos fueron editados en lengua extranjera.

Así, tenemos noticias de que hacia 1807 comenzó a publicarse THE SOUTHERN STAR, un periódico impulsado por los ingleses apostados en Montevideo durante la invasión, considerado el primer órgano de prensa uruguayo. Escrito en inglés y en castellano, estaba destinado a atacar a España y, al propio tiempo, a difundir noticias y propaganda a favor de la ocupación británica.

Los siguientes diarios bilingües, de brevísima aparición, fueron EL INDEPENDIENTE DEL SUD -impreso a dos columnas, una escrita en francés y la otra en castellano (de marzo a mayo de 1818)- y EU NAO ME METO COM NINGUEM, en castellano y portugués (de julio a septiembre de 1821).

Más tarde llegó THE RIVER PLATE MAGAZINE (de enero a diciembre de 1864), una revista editada en idioma inglés que publicaba artículos humorísticos y biografías de ingleses con actuación en el Río de la Plata. Lo sucedió doce años después en el mismo idioma THE BUENOS AIRES HERALD (septiembre de 1876), el primer periódico que contaba con un servicio cablegráfico regular con Europa por intermedio de la Agencia Hayas y con un servicio telegráfico trasandino, y que a partir de 1877 comenzó a tener tiradas diarias.

No tenemos noticias de otra iniciativa en lengua extranjera hasta el año siguiente (1878), cuando comienza a circular en Rawson (Chubut) un periódico en lengua galesa editado por el líder de la colonia, señor Lewis Jones: se titulaba EIN BREINIAD y era manuscrito. Finalmente, en 1891, Lewis Jones –tipógrafo de profesión- funda en Trelew un órgano periodístico que perdura hasta hoy y, como bien lo designara Matthew Henry Jones, debe considerarse el “periódico decano de la Patagonia”.

Nos referimos a Y DRAFOD (“El Mentor”). Su trayectoria, verdaderamente digna de mención, será el motivo de nuestra próxima nota.

Eber Girado.

Fuentes consultadas:
- www.historiadelpais.com.ar
- “Trelew, un desafío patagónico” – M. H. Jones

* (Próxima nota: “Y DRAFOD – Decano del periodismo patagónico”)

CERTAMEN LITERARIO


V CONCURSO INTERNACIONAL HESPÉRIDES DE CUENTO Y POESÍA

BASES

El Grupo Hespérides, con el auspicio de la Cátedra Libre de Literatura Platense “Francisco López Merino” de la Universidad Nacional de La Plata, convoca a su quinto concurso internacional de cuento y poesía, el que en esta edición 2007 se regirá por las siguientes bases:

1- Podrán participar todos los escritores de cualquier nacionalidad que lo deseen, sin límite de edad, tengan o no obra publicada. Los trabajos deberán estar escritos en español.
2- Las obras a concursar deben ser inéditas y no estar pendientes de fallo de otro concurso ni en trámite de edición. En cuento, la extensión mínima será de 10 carillas o folios y la máxima, de 15; en poesía, la mínima será de 100 versos o líneas y la máxima, de 150. Podrá presentarse un solo cuento o poema o varios, siempre que la totalidad no exceda los límites establecidos.
3- La forma y tema de los cuentos o poemas queda a criterio de cada autor.
4- En ambas categorías deberá enviarse tres copias a máquina o computadora, en hojas tamaño A4, cuerpo 12 ó similar, a doble espacio y firmadas con seudónimo. En un sobre aparte, que se adjuntará a los trabajos, figurarán los datos completos (nombre y apellido, documento, dirección postal y de correo electrónico, teléfono, fecha de nacimiento). En el exterior de este sobre sólo figurará el seudónimo y un título para el conjunto de las obras.
5- A los efectos de los gastos administrativos y de comunicación, los concursantes deberán adjuntar, con las obras y el sobre con los datos, una inscripción cooperativa de siete (7) pesos para los autores nacionales y de siete (7) dólares o euros para los participantes del resto del mundo.
6- Cada autor que así lo desee podrá participar en ambos géneros y con la cantidad de obras que estime conveniente, siempre que se presenten con seudónimos distintos y se cumplimenten los costos de inscripción por cada una de las obras.
7- La copia de la obra, el sobre con los datos y el monto de la inscripción se remitirán por correo o en persona a V Concurso Internacional Hespérides, Calle 39 Nº 1129 (1900), La Plata, Argentina. La presentación de trabajos cerrará el 31 de octubre de 2007, tomándose como válida la fecha que indique el matasellos.
8- Se establece un premio único consistente en la edición de las obras ganadoras en cada género en las colecciones “La Puerta del Príncipe” (cuento) y “La Campana de Fuego” (poesía), además de un diploma conmemorativo. El jurado otorgará también menciones honoríficas y un reconocimiento a todos los escritores finalistas, ambos consistentes en diplomas.
9- Cada libro tendrá una tirada de 300 ejemplares, de los que se entregarán 30 a cada uno de los autores premiados. El resto será distribuido sin fines de lucro a las principales bibliotecas, periódicos y revistas especializadas nacionales e internacionales. El producto de la venta de ejemplares que se obtuviera en los actos de presentación de la obra será donado a una asociación de beneficencia que tenga como objetivo la lucha contra la desnutrición en la Argentina.
10- En cada uno de los géneros, el jurado estará integrado por tres miembros de reconocida trayectoria en el campo de las letras. Las decisiones del jurado serán inapelables.
11- Los resultados del concurso se darán a conocer en el mes de noviembre y se comunicarán en forma personal a cada uno de los concursantes. La entrega de premios se realizará a comienzos de 2008. A los escritores que, por razones de distancia, no pudieran hacerse presentes para recibir el premio, se les enviará por vía postal.
12- Los trabajos presentados no serán devueltos, por lo que se recomienda no enviar originales. Los trabajos que no cumplimenten estas bases, que los autores aceptan al momento de participar, no serán remitidos para consideración del jurado.

jueves, 6 de septiembre de 2007

OBRAS RECIENTES

"LA LEYENDA DE LA DIOSA-MADRE"

Novela

GERAINT EDMUNDS



Para dar una rápida aproximación a esta obra, apelamos a la imaginación del futuro lector.

¿Qué extraños hilos pueden entretejer una historia iniciada en Alcalá de Henares, en los albores de la conquista americana, en la que se van enlazando episodios y personajes de lo más diversos a lo largo de cuatro siglos, primero en Andalucía y más tarde en la remota Patagonia y en el valle del Chubut?

¿Bajo qué particulares circunstancias podrían conectarse las vidas y destinos de una dama gentil, un aventurero español, una bella tehuelche, un colono galés y, a su vez, todos ellos con habitantes contemporáneos del valle del Chubut?

En “La leyenda de la Diosa-Madre” todo esto es posible gracias a la portentosa imaginación del autor, además de sus sólidos conocimientos de la historia y de la geografía, elementos que se ven reflejados a lo largo de toda la trama.

Por otra parte, como todas las buenas obras literarias, esta historia tiene varios planos de lectura, y por esa misma razón, también presenta varios comienzos y hasta varios finales posibles.

Uno de esos comienzos, el que coincide con las primeras páginas de la novela, nos sitúa en una chacra del valle.

Allí, en el interior de la vieja casa familiar, alguien ha regresado para buscar los secretos encerrados en un antiguo baúl que contiene casi todas las claves que permitirán desentrañar esta leyenda.

Decimos “casi” todas, porque Geraint Edmunds nos va presentando nuevos elementos enigmáticos, pequeñas pistas –carpetas, cartas, un bolso, un relicario- que se van cargando de sentido a medida que el relator une las puntas de un ovillo desmadejado.

Para ese fin, se vale de otro recurso infalible: enlazar los sucesos imaginarios con los hechos reales, históricos.

Pero esto, contra lo que pudiera creerse, no es nada fácil. La única manera de lograr un resultado efectivo consiste en administrar un mecanismo de sincronización exacto, donde nadie pueda señalar inconsecuencias temporales ni contradicciones lógicas. Así es como Edmunds consigue que el lector se convenza de la verosimilitud del argumento.

Al mejor estilo de los grandes clásicos de misterio, todo se resuelve magistralmente en las últimas páginas. Y en ese final, aunque parezca increíble, comienza una nueva aventura.

“La leyenda de la Diosa-Madre” es, en el fondo, una novela hondamente romántica, donde las sucesivas historias de amor son los grandes motores de vida de sus personajes.

Premiada por el Fondo Editorial de la Provincia del Chubut, esta cautivante novela fue recientemente presentada en los altos del Salón San David de Trelew. Acompañaron al autor Julia Rita Chaktoura y Carlos Dante Ferrari, con el marco musical del trío “Cantasur”, en una agradable velada.