URBANIZADA
Por Mirta
Jodor
(*)
Me urbanizo y camino
por las veredas de la ciudad,
demasiado pobladas
para mi andar pueblerino,
sin brújula
me dejo llevar,
me despierta de mi
distraído andar
los golpes desesperados
de un maniquí,
que reniega de su condición
inmóvil
quiere libertad de cielo,
lo miro, y me digo
¿tengo derecho a cambiar su
esencia?
no, así que me alejo
sin sensación de culpa,
mas adelante un anciano
harapiento
alimenta palomas que en
arrullos
de alegría se hacen un festín
de migas,
y él atrapa un sueño de hogar
como último
intento,
miro sin ver,
un vendedor trata de hacer su
negocio
Garrapiñadas Doña —ofrece,
desde su maestría callejera,
sonrío, ni contesto...
algunos me pasan apurados,
los otros imitan mis pasos,
aquellos se detienen preocupados,
sigo sin ir a ningún lado en
particular
quiero ser una eternauta de
veredas,
una atrevida atemporal
perpetuada de memorias
viejas.
(*) Escritora de
Sarmiento
No hay comentarios:
Publicar un comentario