ANTÍTESIS
Por Magdalena Pizzio (*)
Resquebraja la
luna las sombras
y en la noche
obscura brilla sin luz.
No hay caminos
sin cuestas azarosas
que no lleven a
horizontes más bellos.
En la fronda del
bosque más silencioso
milenaria vida
sabe resurgir
y hasta las
duras rocas del acantilado
a las aguas
bravías sucumben.
Ocasos, espejos
de suelo y cielo
se tornan
imágenes, alma y concierto, luz en sol.
Como al nacer
los brotes llorando su rocío
nacemos una y
mil veces en cada amanecer.
En el llanto del
tiempo, desierto de adentro
empapan las
entrañas, sonrisas nacientes
una vez más.
Salado y dulce
mar hondos tus abismos
besas la orilla:
Antípodas
paradoja permanente
¡Muerte y vida!
(*) Escritora de Neuquén. Este poema fue tomado de su
libro “Laberinto. Entre la vida y la muerte”. (Edición del autor, Bahía Blanca,
2009).
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